El pasado 13, fue un día triste. Murió un hombre bueno, un hombre sabio. Se nos fue una persona luchadora, humana, un referente ético y social. Nos abandonó la utopía, tan necesaria en estos tiempos. Nos dejó huérfanos de ese extraño concepto llamado integridad moral. ¡Se han ido ese día tantas cosas…! Profunda tristeza por la pérdida de un hombre con unos valores por encima de cualquier ideología.DEP, Pepe Mújica
Su semblanza biográfica es extensa y variada: guerrillero, rehén, presidente, filósofo. Pepe Mújica vivió en su vida, varias vidas. Ha sido un personaje de novela y más que eso. O, quizás mejor dicho, su biografía supera la ficción. Sabía muy bien que portaba una vida difícil, que era hijo de su historia y, tozudamente, no borraba sus huellas; aunque le pesaran demasiado muchos recuerdos de su época guerrillera. Probablemente por esa razón, en sus últimos años dejó claro que su lucha no era contra el capitalismo, sino contra la ambición humana. De hecho, no buscó imponer desde su posición política, el socialismo; sino, más bien, trató de aleccionar al ser humano sobre aquella ambición que nos hace explotar a otros seres humanos, tan semejantes a cualquiera de nosotros mismos. Lo sabía bien. Quizá por eso, decía lo que pensaba y hacía lo que decía; pues, como bien expresaba: Pensar, decir y hacer tienen que andar juntos. Fue ésta, una forma de ser y de actuar que no cambió nunca para mantenerse en el poder. Y, tal vez porque uno es como vive y muy pocos viven como son, Mújica tuvo la valentía de hacerlo, renunciando a muchos privilegios que tuvo a su alcance. Solamente por eso merece toda admiración y respeto. De ahí, quizá, su proceder de haber estado siempre al lado de los vulnerables, en la vida privada y en la pública. Y es que Mújica demostró dos cosas sobre la política: que es vocación de servicio que se debe ejercer con sabiduría y humildad, como él siempre la concibió, y que, en malas manos, se convierte en el más despreciable oficio al que pueda dedicarse una persona. En este sentido, resulta paradójico que nos deje justo ahora, cuando los políticos cabalgan sobre el odio, la rabia, la desinformación. Cuando la sociedad mundial más necesitaba a este gran hombre, sencillo, progresista, y humano. Un referente moral que pasó por la cárcel, las torturas y, aún así, salió conciliador y sin rencor, gobernando para todos los ciudadanos uruguayos. No existe actualmente ninguna voz política como la de este admirable hombre. Grande, inmenso, a pesar de que somos solo artífices de historietas, como él mismo dejó escrito; pero, vaya HISTORIETA la suya. Enorme.
Dicen en las tertulias, informativos, prensa, radio y televisión que José Mujica ha muerto, y es verdad. Su cuerpo ha fallecido, pero recordando su historia, no morirá su espíritu. Murió sin aspavientos, tal y como vivió. Y ante su muerte casi inminente, dejó dicho que no quería homenajes vacíos y eligió el barro telúrico de la tierra, bajo una secuoya, en su querida chacra de Rincón del Cerro, donde vivía Mujica junto a Lucía Topolansky, su esposa y compañera. Y es que entendía que la muerte es apenas parte del camino, y la abrazó con sererenidad. Nos ha dejado su ejemplo: vivir con sobriedad, luchar con dignidad, pensar en los otros, nada más. Porque, si nuestra vida tiene un sentido propio, es siempre en relación con los demás. Mujica era ese ser humano que siempre ha estado dando ejemplo con su propia vida, hasta límites de casi perderla. Toda una filosofía y trayectoria de vida con tanta luz, que hasta su muerte nos ilumina en este mundo tan oscuro. Brillante, sencillo, consecuente con sus ideas y un referente. Un prodigio de honestidad y coherencia, un gran hombre que vivía como si fuera pequeño, siendo un gigante para la historia. Tras su muerte nos ha dejado sus palabras, sus frases y, sobre todo, su ejemplo y espejo en el que mirarnos como seres humanos Nos queda su legado para siempre.
Pepe Mújica ha sido para muchos, la inspiración que hace falta para un mundo más justo. Nos enseñó que lo imposible solo cuesta un poco más. Y ha conseguido una de las cosas más difíciles que hay en esta vida: ser coherente con uno mismo. Es por ello que, su grandeza moral, su humanidad encarnada de esperanza y buen hacer, nos impregnarán mientras existamos y nos será útil, tras su muerte, en la medida que logremos transmitir su esencia a las generaciones siguientes. Se ha ido un hombre excepcional, un ejemplo que confirma que hasta la regla más firme encuentra su excepción. Esa que confirma el hecho de que los humanos somos y seguiremos siendo el peor predador de nosotros mismos, a causa de nuestro egoísmo, nuestras ambiciones sin límites, nuestra agresividad y atropello a los más débiles. Solo hay que ver la deriva de nuestro mundo, la carrera entre los líderes del nuestro tiempo, como si todos frenéticamente compitieran por romper las normas de una convivencia pacífica, tan necesaria. Espero que lo inalterable se convierta en variable, y la excepción se contradiga y nos ofrezca, de vez en cuando, otra excepción. Por todo ello, como epitafio sobre su tumba, debería figurar una sola palabra: “ejemplo”.
¡Gracias y hasta siempre!, Pepe Mújica
Excelente artículo, cuando uno se dedica a lo que mejor sabe hacer…. Has realizado una síntesis perfecta del personaje, refleja muy bien que Pepe Mújica será siempre un símbolo de honestidad y humanidad, cuya luz seguirá guiando después de su muerte, gracias por compartir.
ResponderEliminarSantiago Fernández
Si hubiera sido cristiano , diría que ha sido un apóstol .
ResponderEliminarRosa Acebal
Buenas noches,
ResponderEliminarPara mi un gran hombre y gran presidente.
Antonio Puig
Este artículo es corto, dice lo esencial pero parece poco más que una reseña.
ResponderEliminarClarisa Campos
Bien.
ResponderEliminarPilar Barrabés
Precioso artículo sobre Pepe Mújica, muchas gracias.
ResponderEliminarPilar Barrio
Me reafirmo en todo lo referente a su persona. Bueno, honesto y tristemente irrepetible.
ResponderEliminarMagda Sellarés
Muy bueno. El aspecto humano es tan notorio que no me extraña que sea predominante, y lo es en su legado, sin embargo es de sumo interés su concepción y práctica de la política.
ResponderEliminarJacinto Mestre
Muy bueno tu artículo. Gracias
ResponderEliminarElena Novo
Buenas noches, has hecho otro buen articulo, José Mújica DEP. Fue quizás el único político coherente de estos últimos tiempos, y se merece un reconocimiento.
ResponderEliminarJordi Testar
Buen trabajo para un hombre ejemplar.
ResponderEliminarPepe Pascual
Precioso el artículo y preciosas palabras las que le dedicas a Pepe Mújica, merecidas por supuesto, y que yo nunca podría expresarme mejor ante la singularidad del gran hombre que hemos perdido todos.
ResponderEliminarAgradecida te doy mi enhorabuena.
Buenas noches.
Pili Obre
Muy bueno . Me ha encantado . Mucho más que si lo hubiera leído ayer . Te explico : he estado de congreso y en una de las conferencias , se sentó “ una “a mi lado , que me puso de los nervios . Estaba leyendo algo de Mújica y me dice , ¿era un terrorista , no ?. ¡Cuánta ignorancia, Señor!
ResponderEliminarCarmen Rengel
Gràcies per compartir. Comparteixo totalment l’admiracio per una persona excepcional.
ResponderEliminarEs una gran pèrdua i mes, en un moment històric en que no hi ha líders coherents, humils i al servei del seu poble.
Ton Solé
Hola Juan Antonio,
ResponderEliminarPues coincido en que ha sido un referente tanto ético como político para la izquierda honrada y democrática.
Un hombre sencillo y cabal que decía que "pobre es el que necesita mucho”.
Gracias una vez más por el artículo.
Un abrazo,
Miguel Ángel Cerviño
Si Juan Antonio: Nos ha dejado, una de las personas que más he admirado siempre; total referente para mí. Como bien dices, poseía tantas virtudes, que seguro, anulaban, cuántos defectos pudiera tener, como humano que era. D.E.P. Desearía que su desaparición, hiciera reflexionar a "unos cuantos" y pensarán en seguir su manera de actuar, para así, continuar sintiendo su presencia.
ResponderEliminarGracias por compartir tu excelente, como siempre, artículo.
Un abrazo,
Magda Díez.
Sí,descanse en paz. Era un hombre humilde,"en el mejor sentido de la palabra bueno".
ResponderEliminarBuenas noches.
Acabo de ver un documental sobre las maestras republicanas,muy interesante y emotivo.
Mercedes Manzanares
Hola, Juan Antonio, muy buenos días,
ResponderEliminarPuede que me equivoque, pero para mi este artículo es uno de los más redondos que te han salido. Resuelves estupendamente el antagonismo capitalismo/socialismo y sitúas la utopía en el luchar contra la ambición humana; se entiende muy bien con tus razonamientos la actitud del político uruguayo por encima de cualquier ideología. Enhorabuena una vez más y, en esta ocasión por haber escrito uno de tus mejores artículos. Aprovecho la ocasión para enviarte el articulito que me publica hoy La Mañana.
Un abrazo.
Ramón Morell
Buenos días tío, ¡qué artículo más chulo! Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has puesto y has descrito en él…..
ResponderEliminarBesos
Nacho Valero
Muy bueno. Me aprendo una de las frases que pones, y que es la que más se incumple: pensar, decir y hacer son tres verbos que han de caminar juntos. Eso es lo más complicado y donde más fallan los seres humanos. El ejemplo de lo que ocurre cuando se cumple es Pepe Mújica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jaime Martínez
Buenas tardes Juan Antonio, ahora también me toca responder a esta loa que dedicas a José Mújica D.E.P. en su fallecimiento, una muestra más de tu estilismo literario y sensibilidad social.
ResponderEliminarEn este mundo globalizado, América Latina, también es una de las zonas perdedoras, en la construcción de unas sociedades desarrolladas, a pesar de poseer innumerables recursos, debido casi siempre a los abusos de una élites extractivas que cuando han visto cuestionados sus privilegios recurren a regímenes dictatoriales con terror y opresión, históricamente frente a ella algunas voces se han alzado y sublevado, en defensa de la igualdad y la dignidad, entre otras podríamos mencionar al Che Guevara o a Salvador Allende, el primero defensor de la lucha armada y guerrillera como motor del cambio, y el segundo elegido democráticamente, pero ambos derrocados con violencia.
Afortunadamente en el caso de José Mújica, a pesar de haber sido un guerrillero tupamaro iniciándose también en la lucha armada y sufrir por ello años de cárcel y tortura, pudo desarrollar una trayectoria política democrática hasta acceder a la Presidencia de su país sin renunciar nunca a sus principios, y sin que la ambición propia del poder le corrompiera como a muchos otros. Esto en el mundo actual copado por oligarcas y políticos prepotentes le convierte en una rara avis, y un ejemplo de que la integridad y el tesón también pueden dar resultados y fructificar, como buen agricultor que era, esta estadísticamente comprobado que los mejores índices en desarrollo social, la alfabetización, y la menor tasa de desigualdades de Sudamérica es el Uruguay, siendo uno de los impulsores más decididos el propio Mújica.
Ciertamente en el mundo estamos más huérfanos cuando este filosofo de la vida, austero y humilde, un auténtico ejemplo nos ha dejado.
Un cordial saludo
Jordi Testar
Bon dia.
ResponderEliminarAcabo de llegir el teu article sobre Mújica.
L'he trobat preciós.
Molt emotiu!!
Gràcies per compartir!!
Joana Companys