En 2019, Zhang Yiming, el creador de TikTok, jamás podría haber imaginado el meteórico éxito de su plataforma que le ha llevado, en pocos años, a convertirse en el hombre más rico de China. Seguramente, tampoco que su creada “app” fuera motivo de controversia en los EE.UU. al cabo de los años. Y es que hoy en día, 170 millones de estadounidenses la utilizan como antídoto contra el aburrimiento y la soledad, consolidando un éxito sin precedentes. En este contexto, para algunos expertos, uno de los grandes logros de TikTok es haber erradicado la "fatiga por decisión", un mal que venía aquejando a Internet. Esto se debe a que al abrir la “app”, los usuarios se sumergen inmediatamente en un flujo continuo de contenido sin tener que tomar decisiones, lo cual resulta sumamente atractivo. Además, la calidad y variedad de los mismos, así como su capacidad para ofrecer noticias directas y sin sesgos, la convierten en una herramienta creativa y espontánea. Pues en ella encontramos, desde debates sobre educación, arte, filosofía, cocina, música e historia etc., hasta otros contenidos menos benévolos, serviciales y favorables. TikTok tiene algo para todos los gustos.
Por otra parte, su alcance masivo y rápido permite llegar a una audiencia global de forma orgánica. La comunidad de TikTok es activa y dinámica, fomentando la interacción y la creación de comunidades basadas en intereses comunes. Asimismo, ofrece herramientas variadas para crear videos originales y atractivos, convirtiéndose en una plataforma ideal para dar a conocer productos y servicios y generar ingresos al creador. Gracias a su algoritmo, los usuarios reciben mensajes personalizados, facilitando el descubrimiento de nuevos hacedores y tendencias.
Sin embargo, TikTok también tiene su lado oscuro. Su formato corto y adictivo puede llevar a una excesiva pérdida de tiempo y algunos contenidos pueden ser violentos, sexuales o inapropiados para menores. Asimismo, la presión por la perfección y la necesidad constante de crear contenido original y popular pueden generar ansiedad a determinadas personas. Y, además, el algoritmo puede ser manipulado para mostrar espacios tendenciosos o engañosos, lo que plantea preocupaciones sobre el manejo de los datos de los usuarios.
En resumen, TikTok es una plataforma con un gran potencial, pero también presenta algunos riesgos. Por ello, es crucial utilizarla de forma consciente y responsable, especialmente los menores. Ya que, hoy en día, fundamentalmente entre los jóvenes, TikTok se ha convertido en mucho más que una plataforma de entretenimiento a modo de nueva televisión; ya que, debido a su capacidad para conectar a personas, fomentar la creatividad y facilitar el aprendizaje, se ha convertido en una parte integral de la vida de millones de personas en todo el mundo.
En este contexto, si bien TikTok ha revolucionado la forma en que nos comunicamos, ante esta realidad, es inevitable preguntarse ¿A qué costo? ¿Debemos permitir que nuestras mentes sean invadidas por dicha “app” y por una avalancha de otras aplicaciones, redes sociales y plataformas que funcionan como anuncios subliminales? Las "noticias caramelo" de TikTok, que duran lo que un anuncio, no son inocuas; preparan nuestras mentes para no pensar críticamente. Por lo que la actividad cognitiva de muchas personas, sobre todo en los más jóvenes, se reduce a deslizar un dedo sobre una pantalla, un hábito que nos vuelve más dóciles. Dicho con otras palabras, ¿es TikTok el opio de las masas del siglo XXI? Como he dicho anteriormente, en pocos años, esta aplicación ha conquistado al mundo, especialmente a los jóvenes. Su algoritmo adictivo, su contenido viral y su capacidad para crear comunidades globales han revolucionado la forma en que nos comunicamos y consumimos información. Pero, ¿a qué precio? Detrás de la diversión y la creatividad, se esconde un complejo entramado de intereses comerciales, manipulación algorítmica y posibles riesgos para nuestra salud mental.
Qué duda cabe que TikTok es un fenómeno social que ha llegado para quedarse. Su impacto en la cultura, la economía y la política es innegable. Pero, insisto, ¿estamos preparados para las consecuencias de esta nueva forma de comunicación? Es fundamental que reflexionemos sobre el papel que juega TikTok, y otras plataformas, en nuestras vidas y que desarrollemos herramientas para utilizarlo de manera consciente y responsable. Al fin y al cabo, el futuro de TikTok está en nuestras manos.
Por todo ello, aunque tal vez sea exagerado, cabe afirmar que parece como si la humanidad estuviera en camino hacia su extinción. Y es que la especie humana, antaño considerada sabia, ha caído en una “idiocracia”, en la que TikTok es uno de sus símbolos más claros. A este respecto, consciente del plausible peligro que conlleva, el Tribunal Supremo de Estados Unidos, recientemente, ha decidido avalar el cierre de la plataforma en el país, por razones de seguridad nacional, una medida que muchos consideran necesaria; aunque la nueva Administración Americana, parece ser que ha dado marcha atrás o, al menos, se lo está pensando. Veremos…