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Segre 30-07.2025 |
En este contexto, como si la deshumanización no bastara, y por si hiciera falta aún más cinismo institucional, hace unas fechas, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, advirtió a Israel de que “matar civiles que buscan ayuda humanitaria es indefendible”. Y antes dijo A. Y antes, B. Y antes, nada. Mediante un mensaje en redes sociales, planteó que “todas las opciones están sobre la mesa” si Israel “no cumple sus promesas”. Resulta alarmante y profundamente hipócrita, el modo en que se dosifican las advertencias, se sustituyen los verbos, se ensayan nuevos eufemismos, se matiza una condena con otra y se adorna lo insoportable con adverbios cautelosos, mientras, la realidad se desangra sin retórica. Y es que la señora Kallas, como Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y su desvergonzada jefa Úrsula von der Leyen , Presidenta de la Comisión Europea, encarnan una diplomacia incapaz de estar a la altura moral del momento. Y no por falta de datos ni de información, sino por falta de convicción, de dignidad y de coraje. En vez de proceder con la resolución que requiere el hambre, la desesperación y asesinatos de civiles inocentes, se inclina por demorar, modular, esperar. Como si la muerte y mutilación de niños y personas inocentes por desnutrición o fuego cruzado pudiera acomodarse al calendario diplomático.
No hay guerra en Gaza, es mentira, nunca la hubo, hay genocidio. El que está realizando el criminal, genocida, racista y colonialista Gobierno de Benjamín Netanyahu. Y la hambruna no es el resultado de nada, la hambruna es otra de las armas del genocidio, un arma de diseño, organizada estratégicamente para matar sin tener que echar aterradoras bombas sobre una población dejada a su suerte por todo el mundo. Y es que, lo que está ocurriendo en Gaza y resto de Palestina no tiene parangón histórico. Es la inmoral vergüenza de Occidente, nuestra indecente degradación como humanidad. Creo que Gaza es el juicio final de nuestra época, y la estamos perdiendo sin tan siquiera presentar defensa. Porque no se trata ya de política exterior, ni de seguridad, ni de alianzas estratégicas: se trata del umbral más básico de la humanidad. Y lo hemos cruzado en dirección contraria. Estamos viendo morir a inocentes por inanición en directo, y seguimos enviando armas al verdugo. Eso no es “realpolitik”, es barbarie decorada de civilización. Y el precio no es solo moral. Lo que Occidente pierde en Gaza no lo recuperará con tratados ni con ayuda postconflicto. Lo que se derrumba ahí es su alma, como bien dice Josep Borrell, y quizá —solo quizá— ya no haya túnel que conduzca de vuelta. Estados Unidos, Alemania y el conjunto de la Comisión Europea son tan culpables del GENOCIDIO como Israel. Son una vergüenza para nuestra especie humana.
Hoy rigen las sociedades humanas una “ontología de negocios”, una “diplomacia transaccional”, que programa ganancias a gran escala. Para lo cual dibuja mapas, aniquila poblaciones, echa abajo toda la vida en nuestro planeta. Mientras unas grandes plataformas tecnológicas entretienen a la población, nos roban el tiempo, la energía y la conciencia, de manera que podamos soportar toda la crueldad inimaginable con el corazón helado. Desde mi punto de vista, creo que hemos llegado a un punto, en el que ya no se puede esperar nada de las Instituciones Internacionales.
Un punto en el que no hay la más mínima diferencia entre el sionismo y el nazismo: dos ideologías basadas en la asquerosa idea de creerse el pueblo elegido; uno, por motivos de raza; el otro, por considerarse el pueblo escogido de un concreto dios. Y, en esta dual disyuntiva, los no favorecidos son considerados como alimañas a exterminar.
Las tremendas y terribles imágenes que los medios de comunicación nos muestran cada día parecen pertenecer a un pasado oscuro que creíamos superado: el de los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial. Con dos diferencias notables: una, que hoy el exterminio se comete a la vista de todo el mundo; y otra, que la única diferencia entre las imágenes de Auschwitz y las del campo de exterminio de Gaza es el color.
Como en La náusea, la novela de J.P. Sartre, puedo decir, seguramente como otros millones de ciudadanos, que soy un hombre que se siente abrumado por un profundo sentimiento de repugnancia y vacío existencial ante comportamientos tan inhumanos y bestiales como los de Israel y sus aliados, que no quieren, pueden o saben detener. Ya no existes, Israel. Tú futuro ha quedado cancelado….
Leído. Creo que expresas muy bien la decepción que nos produce la UE y toda su dirigencia. Y la actitud, continuada, no de ahora ni de últimamente, sino desde siempre. No hace falta nombrar a los USA y su repelente, ignorante, tosco, rudo, autócrata Presidente. Y la humillante actitud de Kaja Kallas, para mí y hasta ahora, respetable Úrsula.
ResponderEliminarGracias, don Juan Antonio.
Pepe Pascual
Extraordinario, Juan . Es absolutamente abrumador como lo justifican y mientras España, entre otros, vendiendo armas a Israel. No es posible entender , no soy torpe es que es macabro .
ResponderEliminarCarmen Rengel
Ojalá no hubiesen de escribirse textos d esta índole. Tienes razón en todo lo expuesto, pero no hay que olvidar los genocidios perpetrados en África y que todavía subsisten, pero al igual que pasó con los refugiados ucranianos no se trataron de la misma manera. Hasta en esto la humanidad no trata de la misma manera los conflictos. Según la etnia de los ciudadanos nos llegan de una manera u otra. Los sentimos más cercanos o no nos identificamos con ellos.
ResponderEliminarMagda Sellarés
Es una pena. A mi también me afecta este genocidio. ¡Bravo!
ResponderEliminarAntonio Puig
Lo he leído esta mañana. Estoy totalmente de acuerdo contigo. ¡Una vergüenza!
ResponderEliminarAnna Tantull
Acabo de finalizar tú artículo, comprendo y comparto todas y cada una de las frases que contiene, tú grito de desesperanza y de dignidad humana, tendría que hacerse oír allí donde tienen el poder de paralizar esta barbarie, de momento han mirado para otro lado, espero y deseo que escritos como el tuyo sirvan para concienciar a una mayoría de personas que la barbarie se tiene que detener ya. ¿Se pueden hacer comentarios directamente al periódico?
ResponderEliminarSantiago Fernández
Muy buen artículo con una potente carga emocional y moral.
ResponderEliminarAurora González
Muy buenas tardes, Juan Antonio
ResponderEliminarLlevas escritos muchos artículos sobre el genocidio que está practicando el gobierno de Israel, però he de decirte que aunque se repita la denúncia siempre aportas nuenos datos, nuevos argumentos, nuevas ideas, con lo que el contenido no se repite. Me ha gustado sobremanera de este ultimo artículo tu afirmación: "No hay guerra en Gaza, es mentira, nunca la hubo, hay genocidio", es una frase brillante. Sigue así, que tu prestigiuo va en aumento.
Un abrazo
Ramón Morell
Me ha gustado mucho, el artículo transmite una profunda indignación moral frente a los hechos que denuncia. Tiene una voz clara, fuerte, apasionada y comprometida que no duda en señalar responsables ni utilizar un lenguaje contundente.
ResponderEliminarManuel Alonso
Una denuncia contundente, articulada y con referencias concretas. Muy bien
ResponderEliminarSantiago Recasens
Buen artículo, menciona actores específicos como Kaja Kallas, Ursula von der Leyen, Netanyahu, Josep Borrell, etc., lo que le da solidez en su posicionamiento.
ResponderEliminarJesús Ventura
Buena denuncia. Identifica estrategias de guerra (hambre, bloqueo de ayuda) que han sido denunciadas por organismos internacionales.
ResponderEliminarMª Carmen Alonso
La mención a La náusea de Sartre y otras figuras de pensamiento, junto con un estilo ensayístico, refuerzan su impacto cultural e intelectual. Muy bueno.
ResponderEliminarPere Pereira
Está muy bien, pero creo que frases como “No hay guerra en Gaza, es mentira”, o “ya no hay diferencia entre el sionismo y el nazismo” cruzan una línea retórica que puede cerrar el diálogo, generar rechazo automático incluso en lectores que, como yo, tenemos una sensibilidad crítica.
ResponderEliminarJosep Marsal
Me ha gustado mucho y alabo su valentía en la denuncia. No obstante, el texto asume que hay un solo Israel (el de Netanyahu) y un solo Occidente (cómplice). No hay espacio para las voces israelíes críticas, ni para los ciudadanos europeos o estadounidenses que se movilizan contra el genocidio.
ResponderEliminarHilari Macià
Aunque el autor parece dirigir su crítica al sionismo político y al gobierno israelí actual, hay frases que podrían ser interpretadas como ataques al judaísmo o al pueblo judío. De todas formas, me parece un artículo brillante.
ResponderEliminarJuan José Gabaldón
Está muy bien. Pero considero que sería importante también matizar o diferenciar mejor entre ideología, religión y nacionalidad para evitar alimentar discursos de odio.
ResponderEliminarManuel Portillo
Es muy bueno. El final plantea una visión total de colapso: que ya no existe esperanza en las instituciones ni en la humanidad. Y creo que es cierto.
ResponderEliminarJosé Miguel Arias
El texto es un ensayo de denuncia con gran fuerza moral y emocional, que busca sacudir conciencias. ¡Fantástico!
ResponderEliminarJosep Fernández
Tiene una voz clara, pero, a mi modo de ver, cae en excesos retóricos y comparaciones históricas muy polémicas que pueden desviar el foco de su crítica legítima hacia un terreno más ideológico y confrontación.
ResponderEliminarMª Montserrat Trulls
Si el objetivo es movilizar, sumar apoyos y generar debate ético y político sobre la situación en Gaza en sus lectores, creo que lo ha conseguido; al menos entre los míos.
ResponderEliminarDavid Iglesias
Gran artículo. La obstrucción de la ayuda humanitaria y la muerte de miles de civiles son hechos que deberían estremecer a cualquier conciencia.
ResponderEliminarAntonio Ruzafa
Firmo el contenido desde la cruz a la raya, como se decía antes.
ResponderEliminar¿Qué te parece la amenaza a Israel por algunos países de reconocer a Palestina como estado?
La semana que viene estaré en París, así que no podré seguir en fecha lo que me mandes. Me estará esperando.
Un abrazo.
Jaime Martínez
Hoy primero de agosto del 2025, Fiesta Nacional Suiza, acabo de leer el articulo de Juan Antonio, sobre el GENOCIDIO que el gobierno y el ejercito israelí, están efectuando con el pueblo palestino, punto de vista con el cual estoy completamente de acuerdo. Todas nuestras sociedades, incluida Suiza según mi parecer, como Juan Antonio muy bien describe, están girando la vista para otro lado, permaneciendo casi impasibles ante los asesinatos, mas claro, Genocidio, que Israel está cometiendo contra los palestinos....
ResponderEliminarJuan Antonio, estuvo un tiempo en Berna, hace ya algunos años, Trabajando en la Agregaduría de Educación Española.
Te mando un impotente saludo, ante tanta barbarie como están cometiendo en Palestina.
Miguel Soto.
Hola Juan Antonio.
ResponderEliminarTe doy la razón en casi todo lo que dices en tu artículo. Esto es un genocidio puro y duro!! ¡¡Que poca memoria tenemos los seres "humanos", ¿verdad?. Fíjate como lo demuestra Israel...
Siento vergüenza e impotencia, como ciudadana europea, ante el cinismo de esta Europa.
Un abrazo
Magda Díez.
Lo que estamos permitiendo en Gaza, nos va a perseguir por mucho tiempo. Hemos perdido la humanidad y la vergüenza y estamos dejando que dos grandes hijos de la fruta, el Netanyahu y el el delincuente de Trump terminen con el pueblo Palestino. Dile a tu amigo que estoy al 200% de acuerdo con lo que dice.
ResponderEliminarLo peor es que podemos hacer poco, solo cabrearnos , cuando nos pasan las imágenes, que esos dos delincuentes y criminales, están haciendo en Palestina.
Un abrazo.
Baldomero Garcia-Mañueco
Una real y magnífica descripción de la situación en la franja de Gaza. Es un deliberado intento de acabar con la población de Palestina. Es una situación increíble perpetrada por los que sufrieron el exterminio nazi en los campos de concentración.
ResponderEliminarBajo la aquiescencia de los países que proclaman los derechos humanos. Todos los países son cómplices de este genocidio.
Saludos y un abrazo
Pilar Barrabés
Que te puedo decir es lo más triste y lo más inhumano que le puede estar pasando a un pueblo pobre gente.
ResponderEliminarSarito Gaspar
Buenas noches,
ResponderEliminarMagnífico artículo tío, estos fascistas están por encima de todo..haciendo lo mismo que los nazis..ver para creer
Besos
Nacho Valero
Acabo de finalizar tú artículo, comprendo y comparto todas y cada una de las frases que contiene, tú grito de desesperanza y de dignidad humana, tendría que hacerse oír allí donde tienen el poder de paralizar esta barbarie, de momento han mirado para otro lado, espero y deseo que escritos como el tuyo sirvan para concienciar a una mayoría de personas que la barbarie se tiene que detener ya.
ResponderEliminarSantiago Fernández
Súper, totalmente de acuerdo , es un genocidio descarado y cruel ante la parálisis y la indiferencia del mundo que como dice el tango “ cambalache es sorda y es muda, indecente , inmoral y obscena. Ahora me alegro de no tener hijos.
ResponderEliminarMirta Pristisimone
Hola Juan Antonio, Como te comenté en estos meses estivales estoy durante largos periodos sin acceso a ordenador, por lo que no puedo darte cumplida respuesta a tus brillantes escritos. Sin duda una vez más en este artículo clamas contra el genocidio que se está practicando ante nuestros ojos en Gaza, un a prueba de la bestialidad humana sin paliativos, no es que sea una guerra de castigo, sino un ensañamiento propio de alimañas de la peor especie, pretenden deshumanizar al enemigo para aniquilarle impunemente pero son sus acciones quienes se deshumanizan son ellos el Pueblo de Israel elegido por Dios seguidor dogmático de un libro, en que se justifica la destrucción del enemigo Filisteo, para adueñarse de la tierra prometida de Canaán (malditos dogmatismos engendro de monstruos), y de nuevo ahora, cuando los vientos de la historia les son favorables, vuelven a perpetrarlo.
ResponderEliminar¿Y de Occidente que puede esperarse? donde impera el cinismo y el relativismo moral nacido a partir de la propia tradición judeocristiana que ha conformado nuestras sociedades, en donde los valores dominantes son la usura y el beneficio económico, y la ética es una palabra carente de contenido real. Esto tal como dices es nuestra vergüenza y como tal quedará como uno más de los agravios cometidos por los Europeos a lo largo de la historia.
Un cordial saludo.
Jordi Testar