lunes, 23 de marzo de 2015

Tres exhortaciones, dos incongruencias y un apéndice




Una.- Hipócritas y cínicos
Tiene nuestro Parlamento muchos políticos hipócritas y muy pocos con cierta virtud. Y son bastante peligrosos los primeros; pues son muchos, de entre ellos, los indoctos que pasan por sabios cuando desde la tribuna toman la palabra y engañan al inocente pueblo. Labordeta, lo vio claro…

Esos impúdicos dirigentes y representantes políticos de nuestros parlamentos, son, además, unos cínicos, ya que cuando hablan o cuando ladran, lo más habitual en ellos, mienten con tal desvergüenza que hacen del propio uso de la palabra un acto deshonroso.
Así, por ejemplo, nos viene acostumbrando el Presidente de Gobierno, a decirnos una y otra vez en sus intervenciones, que la recuperación económica es un hecho. Y se basa para ello en varios titulares de la prensa internacional: “España emerge de la recesión”, “España es la nueva Alemania”, “España anima a Europa”… ¿De qué nos habla el señor Presidente? Acaso se refiere a las bajadas de sueldo de los trabajadores propiciadas por la reforma laboral, a los salarios de miseria de los nuevos contratos laborales, al paro y al desempleo, al millón de jóvenes menores de 25 años que han abandonado España en los últimos 2 años en busca de un trabajo que en nuestro país se les niega, a las cada día más crecientes desigualdades de nuestra sociedad o quizá a ese innegable hecho de que uno de cada tres niños españoles vive en riesgo de pobreza?…
¿Será todo esto lo que Mariano Rajoy y el PP entienden por recuperación…?

¡Ojo!, ya nos lo advirtió el novelista inglés Chris Wooding:  Una vez tomado el camino del cinismo no hay vuelta atrás”…

Dos.-Nos es verdad, no aprendemos
Es general la creencia de que uno de los métodos por los que el ser humano aprende es a través de sus propios errores, siendo la experiencia la mejor enciclopedia. Sin embargo, comprobando cada día lo que ocurre en nuestro país, sinceramente, lo dudo. Es suficiente comprobar cómo la economía urbana y rural ha pasado de valorar a las personas como consumidores a tratar de expulsarlas del sistema porque sobran o sobramos, pues ya hasta los jubilados empezamos a ser molestos para el sistema. Nos lo dijo claramente, hace poco tiempo, la Directora del FMI Christine Lagarde, cuando pidió bajar las pensiones por “el riesgo de que la gente vivamos más de lo esperado”… Me sumo a ese exabrupto que le dijo, hablando sobre este tema, el señor Monedero: “Danos ejemplo y muérete tú”

Tres.- Vota, pero piensa bien a qué partido
Quizá, para nuestros políticos y poderosos, haya llegado el momento de reeditar algún no muy lejano acontecimiento. Me refiero a ese sagrado fin que propició el que Japón se rindiera, enviando a criar malvas a 200.000 personas en un segundo; eso sí, sin un alargado sadismo… Quizá, también, estos hechos nos demuestran lo patéticos que somos cuando elegimos a determinados políticos. ¡Cómo somos tan estúpidos y lelos que optamos y, a veces, reelegimos a gobernantes tan miserables e ineptos! Así que pon cuidado y elije bien la papeleta que has de introducir en las urnas; la vida, como la fortuna, te puede ir en ello…
En este sentido, convendría no olvidar que, desde el momento en que surge en la Inglaterra del siglo XVI el capitalismo como sistema económico en sustitución del feudalismo, las crisis capitalistas, a lo largo de su historia, nunca han sido de penuria o insuficiencia, sino de monopolio y acaparamiento especulativo. Es decir, de la necesidad de ejecutar una justicia social, limitando el crecimiento de los más poderosos y racionalizando el reparto con los más necesitados. Y estos principios, a mi entender, se hallan tan vinculados a la propia dignidad humana que no deberíamos permitir dejarlos en manos del mercado y de la mezquina rapacidad de los capitanes financieros internacionales y empresas multinacionales, que prefieren quemar la riqueza en inútiles guerras antes que repartirla a través del trabajo social y humanamente bien organizado. Es por ello, que a la hora de votar, pensemos, qué partido nos ofrece estructurar las relaciones laborales como un pacto periódico y renovado entre el capital y el trabajo. Y teniendo al Estado como árbitro político y último garante del convenio entre los intereses económicos de unos y otros. Y…, Si no, no seremos.

Incongruencia Primera
Cada vez lo entiendo menos. Durante un largo año, antes de que comenzara la acción armada contra Irak, por tierra, mar y aire, el 20 de marzo de 2003, el Presidente de los EE.UU., George W. Bush, con la trascendente ayuda del primer ministro del R.U, Blair, el refuerzo político, en calidad de florero, del Presidente español Aznar y el hospedaje en las Azores por parte del de Portugal, Durao Barroso, bombardearon a la opinión púbica internacional con las razones para la invasión: “desarmar a Irak de armas de destrucción masiva”

Pues bien, doce años después de aquella nefasta ofensiva, estamos donde estamos. Y…, ahora, sorprendentemente, ante las atrocidades que cada día comete el llamado Estado Islámico, EE.UU. y sus aliados no dicen nada, no se organiza ninguna coalición internacional que pueda derrotar sobre el terreno a esa organización terrorista y se limitan a bombardear sus posiciones, mientras el enemigo va ganando adeptos en los países árabes. Es decir, en estos momentos, cuando sí que existe un ejército radical y una verdadera amenaza terrorista para la zona y a nivel internacional, ¿qué hacen los EE.UU. y sus antiguos aliados?, ¿qué medidas toma la OTAN?, ¿ qué propuestas promociona la ONU…?

¿Por qué este cambio de actitud? ¿Incongruencia?; es posible que la realidad sea bien simple. En el año 2007, el expresidente de la Reserva Federal USA, Alan Greenspan, atestiguó en su libro de memorias que la auténtica razón para atacar Irak no eran las supuestas armas de destrucción masiva y la supuesta relación entre Sadam Husein Al Qaeda; sino controlar sus gigantescas reservas de petróleo y evitar que la Unión Europea o potencias emergentes como China e India se acercaran a ellas.

Incongruencia Segunda
He oído decir hace unos días, con verdadero desparpajo, a la Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, que, tal y como asegura Hacienda “clarísimamente”, las donaciones a los partidos políticos están “exentas” de tributar. O sea, que, según parece, los donativos y aguinaldos a un partido político, en este caso al PP, están excluidas de tributación….

Igualmente, las entregas dinerarias a una ONG, del mismo modo, están exoneradas de tributación.

Y…, sin embargo, las donaciones que cualquier ciudadano supuestamente podamos hacer a nuestros hijos, curiosamente, sí que están sujetas a tributación. Pues…eso, una perfecta incongruencia. Digo yo.

Nos dice Pessoa en el fragmento 71 del Libro del desasosiego: “Aquello que, creo, produce en mí el sentimiento profundo, en que vivo, de incongruencia con los demás, es que la mayoría piensa con la sensibilidad y yo siento con el pensamiento.”
Pues eso, viva la vida y el sentido común…

El Apéndice
Tras el resultado de las elecciones andaluzas, Mariano Rajoy, ha dicho: “Seguimos trabajando pegados a la calle y defendiendo nuestros valores”.
Mariano Rajoy y Juan Moreno Bonilla, exultantes tras la victoria electoral en Andalucía
Pues nada que objetar, Sr. Presidente, siga, siga usted y el PP trabajando así, tan pegados al sufrimiento ciudadano;  me congratula… ¡Aaaahhhh! Y mi más cordial enhorabuena por tan extraordinario resultado electoral.
 

Así que, “A ponerse las pilas y seguir trabajando…” Rajoy dixit, pero…, sin cambiar de estrategia.