lunes, 31 de octubre de 2016

Trampantojo




Publicado en el diario El Segre el 29 de octubre de 2016
Trampantojo es un vocablo que alude a la existencia de una trama destinada a engañar a alguien haciéndole creer que es realidad lo que no lo es. Un señuelo similar lo llevan haciendo y debatiendo, desde hace días, los miembros de la Comisión Gestora surgida del último Comité Federal del PSOE, con la intención de argumentar y defender lo indefendible. Porque con la manifestada abstención del Grupo Parlamentario Socialista en la sesión de investidura del sábado, están, quieran o no, validando las políticas del PP durante estos pasados cuatro largos años. Unas políticas tan antisociales y nefastas que han propiciado que haya actualmente en España 3’3 millones de trabajadores que ganan menos de 300 € al mes. Que existan otros 5’7 millones de trabajadores; es decir el 34% de los asalariados, que cobran el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional; o sea, 645 euros al mes en 14 pagas. Que un 28,6% de los españoles continúe estando en riesgo de pobreza y exclusión social. Que el 80% de los impuestos de nuestro país los sigan pagando los salarios. Que la pobreza infantil en España haya aumentado considerablemente hasta alcanzar a 2,5 millones de niños; lo cual no es extraño, ya que nuestro Gobierno está invirtiendo en protección social de los niños y sus familias un 1,4 % del PIB, cuando la media europea es del 2,2 %. Que en este año 2016 el Gobierno del Estado, presidido por el Sr. Rajoy, admite que cerrará el ejercicio anual con un déficit de 15.000 millones de euros y que en el 2017, el déficit, alcanzará los 19.000 millones. Que la Deuda Total del País llega al 300% del PIB y la Deuda Privada de las Familias al 200%. Que, si no se remedia, la paga extra de los pensionistas de la Navidad de 2017 se cerrará con un saldo negativo de -2.770 millones de Euros en la Seguridad Social; por lo que no podrá pagarse, a no ser que se inyecte dicha cantidad negativa. Que el fraude fiscal anual en España está situado entre los 65.000 y 90.000 millones de Euros y el Gobierno no hace nada para impedirlo. Que….

A mi entender, al PSOE, le ha sido tendida una trampa por parte de algunas sugerentes voces y no pocos relevantes intereses. Una intriga y lucha de poder que ha contribuido a modificar las estructuras y convicciones más profundas del Partido, hasta el extremo de convertir al Grupo Parlamentario Socialista, todo él y para siempre, en un enorme trampantojo, al permitir, con su abstención en la sesión de investidura del sábado, que el Sr. Rajoy deje de estar en funciones y se convierta nuevamente Presidente del Gobierno


viernes, 21 de octubre de 2016

Sobre la evolución humana




Desde la materia inorgánica, pasando por los seres unicelulares, hasta el mundo actual de las especies orgánicas bien diferenciadas, podemos contemplar un proceso lento y complejo, rematado por la presencia de esa “especie superior humana”. Una “materia orgánica altamente organizada”, que ha tenido que sufrir mil mutaciones y comportamientos diversos. Y podemos convenir en que las necesidades vitales de nuestra especie han presentado diferentes matices, según su momentánea estructura y los condicionamientos físicos de su entorno. Teniendo en cuenta esta evolución orgánica de nuestra especie, no es de extrañar que nos sorprendamos al constatar la endeblez de ciertos protocolos sobre la condición humana que mueven al mundo civilizado actual. La foto adjunta creo que sirve para meditar sobre la “humana” inhumanidad  de nuestra especie. 

El ser humano actual, sobre todo y ante todo el poderoso, a pesar de sus creencias en ciertos dioses y derechos humanos, sigue siendo el mismo organismo depredador histórico, siempre en guardia frente a su hermano el ser humano normal. De poco le sirve al débil recurrir ante el fuerte sólo con razones éticas. Es decir, con la fuerza de la razón, para defenderse de su opresión, “razón de la fuerza”; ya que en nuestra conducta animal no hay más verdad que la que logra imponerse a los demás por la fuerza”. Y…, nos guste o no reconocerlo, la vida actual del ser humano en la Tierra sigue siendo así: animal, depredadora y controlada por la razón de la fuerza. Una fuerza y un poder materializado, hoy en día,  por las grandes multinacionales y oligopolios depredadores de riquezas y beneficios, al coste que sea necesario; aunque quieran hacernos ver que parezca lo contrario.

Quizá la inhumanidad sea perenne en la naturaleza humana. Y quizá tenía razón tenía George Bernard Shaw, cuando nos dijo que “El  peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia”. Y esa es la esencia de nuestra inhumanidad.

Buenas noches,













lunes, 17 de octubre de 2016

Cuando escribo…



Mi mente ha estado casi siempre muy ordenada, así que cuando escribo busco la manera de simplificar mi entorno y lo que digo. Porque si mi entorno está tan ordenado como mi cabeza, lo que cuento se vuelve más sencillo y puede ir de un lugar a otro de mi vida sin sobresaltos; como si cambiase de una habitación a otra de la casa en la que habito. El sistema me funciona, y eso, a pesar de tener que sudar para encontrar la palabra adecuada a lo que expreso, y no siempre lo consigo. Quizás sea…, porque cuando escribo me refugio en el silencio y no necesito compañía para poder trabajar con las palabras…


Y es en esta soledad en que me encuentro ahora, abrazado por los últimos jadeos de un verano que se ha ido, cuando me llegan los primeros heraldos de esa Navidad que se aproxima. y siento que los días y las semanas se me escapan. Y es que el tiempo, que deja de ser tiempo, pasa a ser vida. Y cada año más profusamente, ese tiempo fugitivo, avanza inexorable con la edad.

He cumplido un año más en estos pasados días del otoño. Un otoño en el que hay escenas de mi infancia que están alojadas en mi vida como esa almohada en la que duermo. Repasar en mi memoria la película de aquellos años primero años me regala una suerte de felicidad y placidez que sigue intacta, emitiendo su potente onda expansiva después de haberlas visto tantas veces…. Tal vez porque sea la memoria la única manera que tengo para detener el tiempo y ralentizar el sueño eterno   

Y es en este escenario y este ambiente, cuando vuelvo a sentir deseos de escribir. Y el hecho, a veces, se convierte en la rutina de tejer y destejer misma historia trashumante de siempre. Intentando convertirla en un relato que refleje de manera fidedigna y rigurosa lo que he vivido sin que se cuele en él ni la ficción ni la excesiva transcendencia.

Y es ese realismo del relato al que me entrego, con una prosa, en ocasiones, barroca y un tanto alambicada, el que me lleva a recordar con nostalgia al ser tierno de mi infancia sin épica ni esperanza; pues el tic tac del reloj no para. El tiempo de mi vida es tiempo y brilla lleno de edades...



domingo, 9 de octubre de 2016

¿Caminamos y seguimos, pero…¿a dónde vamos?



Dice el sabio refranero que de aquellos polvos vienen estos lodos. Y así ocurre en este 2016 que inexorablemente camina hacia su ocaso, ya que el cinismo manipulador de muchos políticos y la insensatez, inconsciencia y estupidez de una gran mayoría de votantes, ha propiciado en su día  la victoria del Brexit y recientemente el No al acuerdo de paz en Colombia; ahora solamente falta que los estadounidenses, el próximo martes 8 de noviembre, elijan al candidato republicano Donald John Trump como nuevo Presidente de  los Estados Unidos y...viva la juerga.  

Donald Trump
Y es que los seres humanos tomamos nuestras decisiones, unas veces,  en base a que nos las marca el destino, en otras ocasiones empujados por la fatalidad, con determinada frecuencia ayudados por el azar y en algún momento por estar ya determinada. Tal vez,  el  motivo de semejante comportamiento es debido a que los humanos, casi siempre, somos imprevisibles; ya que la razón, en la mayoría de las ocasiones, juega en  nosotros un papel secundario...
No obstante, siempre hay “La excepción que confirma la regla” y dicha excepción, en referencia a los políticos, la ha protagonizado  en nuestro país, hace escasas fechas, Josep Borrel en la entrevista que le hizo la periodista Pepa Bueno en la cadena SER. La claridad y lucidez de los sólidos argumentos expuestos por el militante del PSC  de Pobla de Segur, evidenciaron la vulgar mediocridad y oscuros intereses del resto de los dirigentes del PSOE, incluyendo al que fue en tiempos su capitán general, que en esos pasados días intentaban, y finalmente han logrado,  hacerse con el poder del Partido.  Lástima que en tiempos de tanta mezquindad política se desaprovechen personajes como él.

Ante semejantes hechos, se puede colegir que la izquierda española en su conjunto, camina impávida, sin prisa pero sin pausa,  hacia el suicidio e irrelevancia  política.  Fijémonos en la situación actual del PSOE, PODEMOS e IU y extrapolemos el escenario al del año 1936. A mi modo de ver, cabe hacer cierto paralelismo y, salvando las distancias, se puede comprender, por analogía, algunas de las razones de la crisis que sufrió la II República. Una crisis que derivó  en la pérdida de la guerra contra las derechas y el Dictador, propiciada, entre otras causas, por la actuación de los anarquistas libertarios.

Quizá por todo ello, conseguir de una gran parte del conjunto de nuestros políticos y de la mayoría de los ciudadanos, un pensamiento libre de telarañas es, hoy día, una ardua y laboriosa tarea, porque nuestra democracia está corrompida e incautada.

martes, 4 de octubre de 2016

Fin del Verano. Regreso.



Conocí el mar cuando aún no había cumplido cuatro años. Fue en Larache. Mi madre entre suspiros y alguna lágrima, nos anunció una mañana de junio que abandonábamos Madrid porque a mi padre le habían destinado a Marruecos. Recuerdo bien el primer día que fui a la playa y contemplé aquella inmensa masa de agua que seguía más allá de lo que mis ojos alcanzaban a ver en el infinito horizonte. No entendía nada. Cerca de mí, había un niño con una gorra azul jugando en la orilla con las olas. A su lado, una señora rubia y pintada de rojo la boca y las uñas de sus pies y manos, no perdía detalle de lo que hacía el pequeño. Quizás era su hijo. Infancia...
 
Playa de Larache
Hoy, lejos de la infancia. Al finalizar el verano, cuando se agosta septiembre y regreso a casa, invariablemente, la melancolía me invade. En realidad no es otra cosa que la nostalgia que siento hacia ese tiempo que se me escapa. Una metáfora de mi vida que corre sin freno, al igual que galopan sin sosiego los días en el calendario que ya me anuncia el cercano cumpleaños. Sentir que cumplo años es una forma dulce de denominar el declive de la edad, ese período que inexorablemente me acerca hacia el final… Quizá por ello o porque en otoño los días arrancan a hacerse más cortos y la luz más pálida, la prisa se instala de nuevo insidiosa en mi vida, como si tuviera ya poco tiempo para finalizar las cosas que tengo pendientes. Si bien es cierto que esas prisas nunca me han abandonado del todo, ni siquiera en aquellas vacaciones infantiles largas y, a veces, monótonas, sin nada concreto que hacer que no fuera trasladarme con mis padres a España desde el lejano Marruecos….

Y es que, cuando comienza el otoño, a mí memoria llegan las imágenes de aquellos años de niño en la playa. Y aquellas tardes, con mis primeros amigos, yendo en bicicleta hasta la casa del acantilado. Era enigmática. Sus paredes estaban desconchadas y parecía abandonada. Decían que no la habitaba nadie y que quien osara dormir en ella una sola noche, correría la misma suerte de su último inquilino; que una mañana amaneció despeñado en las rocas. Tenía algo hipnótico que nos mantenía alejados de ella y, a su vez, nos atraía como si fuéramos planetas que siguiésemos una órbita a su alrededor y estuviéramos condenados a girarla y después de un lago rato irnos y abandonarla hasta el día siguiente.

En septiembre, cuando comienza el otoño, regresan conmigo los sorprendentes anocheceres. Casi súbitos, tanto que cada tarde siempre me pillan desprevenido. Es entonces cuando uno descubre que existe otro tiempo; otra forma de entender la vida. Es el tiempo tranquilo, el del silencio, que valora el ser por encima de todo. Es la sensación indiscutible de lo imperecedero. Un minuto, unos segundos, pueden ser un soplo de nadas o un ciclón de todo. Es el resumen de aquello que vamos depositando sobre nuestro tiempo vital, ese que iniciamos con un grito y se nos va con un silencio.

Regreso. Comienzo otro tiempo…