domingo, 16 de febrero de 2020

En busca del centro perdido.


Lo primero, un ruego: no lean este texto quienes no sepan geometría. Quienes no distingan, a simple vista, la izquierda de la derecha. Quienes crean que centro solo hay uno y los demás son ciencia-ficción.
Cuando yo estudiaba, hace ya de esto muchos años, en la antigua geometría el centro no existía como cosa en sí; era un punto ideal en el que los moralistas pobres ponían la integridad, la dignidad, honradez y honestidad, la clase media intelectual alojaba el sentido común y las clases pudientes estaban, y siguen estando, por encima de estos dislates y salidas de tono. En aquellos tiempos en los que se cerraba la puerta de la dictadura y amanecía una esperanzadora democracia, en cuanto a la política española, el centro era la UCD de Suárez y pasado Suárez, recogió el testigo una parte del Partido Popular que, fundado en 1989 para sustituir a la antigua Alianza Popular, se convirtió en el ala culta del PP.

Sin embargo, en 1997, con la llegada al poder del Partido Laborista de Tony Blair, en el Reino Unido, el citado primer ministro, nos dejó a todos boquiabiertos cuando dijo que él estaba en la izquierda del centro y por esos mismos años, nuestro Ministro de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, Josep Borrell, nos indicaba que él se ubica en el centro de la izquierda. En este contexto y desde mi punto de vista, creo que entre el centro de la izquierda y la izquierda del centro queda la derecha de la izquierda, sitio en el que Joaquín Almunia, competidor de Borrel en las elecciones primarias de aquellos años, celebradas el 24 de abril de 1998, se negaría a vivir, por alergia a la palabra derecha; aunque ésta fuera la derecha de la izquierda y, además, por respeto al remanente ideológico del sector del PSOE y UGT del que provenía.
La Mañana 20.02.2020

Dicho esto, y recordada la historia, el demócrata de base, que anda en estos tiempos con su voto a cuestas como elector por rastrojo, sin saber a qué partido político se lo debe de otorgar, necesitaría que alguien tuviese la consideración y humanidad de iluminarle el mapa político actual , de cara a las próximas convocatorias electorales, sean éstas cuando sean; sobre todo, a la vista de que el queso en porciones del espectro ideológico actual se está subdividiendo tanto que al votante le tienen hecho un lío.

En este sentido, como no hay mejor teoría que predicar con el ejemplo, a reserva de análisis más concienzudos y mejor fundados, vayamos a ello y veamos, globalmente, quiénes se encuentran en el centro y quiénes a un lado y otro del mismo: En el centro del centro está Dios, que no se mete en política y está con todos y con nadie, como centrista sumo y puro que es. Por consiguiente, ningún mortal puede estar en el centro del centro, salvo los 57 egocéntricos diputados que obtuvo Ciudadanos en las pasadas elecciones del 28 de abril de 2019 y que posteriormente, en las siguientes del 10N de 2019, se inmolaron gracias a su preclaro líder, claro está. A la derecha del centro se sitúan, obviamente, los derechistas del Partido Popular, los del Partido Nacionalista Vasco y los de la antigua CiU, hoy reconvertidos en Junts per Catalunya, casados muchos de ellos por lo civil, a pesar de ser de derechas, y a la izquierda del centro se encuentran los del PSOE que leyeron a Marx, pero que se casaron por la iglesia, en los Jerónimos, como Dios manda y los de ERC que como buenos creyentes, también se casaron por la iglesia.

Continuando con el análisis, toca ahora ver con más detenimiento, la ubicación existente de los partidos dentro de la “derecha” y dentro de la “izquierda”, siempre en relación al centro. En la derecha de la derecha del Partido Popular están situados la mayoría de los cuadros descendientes del antiguo Partido Unión Nacional Española que lideraba Gonzalo Fernández de la Mora y los herederos de la familia del Partido Democracia Social de Licinio de la Fuente y a la izquierda no hay nadie, ya que no existe ala izquierda en el PP por prescripción ideológica. El centro de la derecha que lo ocupaba la derecha liberal de toda la vida, de tradición humanista cristiana e ilustrada, hoy, parece que ha desaparecido y no se sabe dónde ha ido. Y en la derecha de la derecha de la derecha; es decir, en la extrema derecha, está VOX, el nuevo partido liderado por Santiago Abascal en el que dicen que hay sapos y culebras heredados del franquismo.

Por la otra parte, en el centro de la izquierda está la última esperanza socialdemócrata y semiroja del actual PSOE, liderada por el Presidente Sánchez. En la izquierda de la izquierda está situada Esquerra Republicana de Cataluña, cuyo jefe Oriol Junqueras, como es bien sabido, se encuentra en la cárcel. Y como a los rojos, rojos de verdad, les gusta resistir en la izquierda de la izquierda de la izquierda; o sea en la extrema izquierda, ahí se ha situado el Partido Unidas Podemos de Pablo Iglesias y su afín el Partido Comunista de España que dirige Alberto Garzón. Y ya, para finalizar este análisis y manejar todas las opciones, es conveniente no olvidar que la derecha de la izquierda es, generalmente, incestuosa respecto a la izquierda del centro; así que cuidado con ella, amigo elector.

Por lo demás, en este marco, es también importante recordar que los portavoces de los Bancos y las grandes Corporaciones Multinacionales insisten en que ya no hay izquierdas ni derechas; debe ser porque, en la cotidiana realidad, no existe nada bueno ni malo y es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así. No obstante, no se desanimen y busquen el centro en este escenario, aunque no sepan en dónde está.