Una.- Hipócritas y cínicos
Tiene nuestro Parlamento muchos políticos hipócritas y muy pocos con cierta
virtud. Y son bastante peligrosos los primeros; pues son muchos, de entre
ellos, los indoctos que pasan por sabios cuando desde la tribuna toman la
palabra y engañan al inocente pueblo. Labordeta, lo vio claro…
Esos impúdicos dirigentes y representantes políticos de nuestros
parlamentos, son, además, unos cínicos, ya que cuando hablan o cuando ladran,
lo más habitual en ellos, mienten con tal desvergüenza que hacen del propio uso
de la palabra un acto deshonroso.
Así, por
ejemplo, nos viene acostumbrando el Presidente de Gobierno, a decirnos una y
otra vez en sus intervenciones, que la recuperación económica es un hecho. Y se
basa para ello en varios titulares de la prensa internacional: “España emerge de la recesión”, “España es la
nueva Alemania”, “España anima a Europa”… ¿De qué nos habla el señor
Presidente? Acaso se refiere a las bajadas de sueldo de los trabajadores
propiciadas por la reforma laboral, a los salarios de miseria de los nuevos
contratos laborales, al paro y al desempleo, al millón de jóvenes menores de 25
años que han abandonado España en los últimos 2 años en busca de un trabajo que
en nuestro país se les niega, a las cada día más crecientes desigualdades de
nuestra sociedad o quizá a ese innegable hecho de que uno de cada tres niños
españoles vive en riesgo de pobreza?…
¿Será todo esto
lo que Mariano Rajoy y el PP entienden por recuperación…?
¡Ojo!, ya nos lo advirtió el novelista inglés Chris Wooding: “Una
vez tomado el camino del cinismo no hay vuelta atrás”…
Dos.-Nos es verdad, no aprendemos
Es general la creencia de que uno de los métodos
por los que el ser humano aprende es a través de sus propios errores, siendo la
experiencia la mejor enciclopedia. Sin embargo, comprobando cada día lo que
ocurre en nuestro país, sinceramente, lo dudo. Es suficiente comprobar cómo la
economía urbana y rural ha pasado de valorar a las personas como consumidores a
tratar de expulsarlas del sistema porque sobran o sobramos, pues ya hasta los
jubilados empezamos a ser molestos para el sistema. Nos lo dijo claramente,
hace poco tiempo, la Directora del FMI Christine Lagarde, cuando pidió bajar las
pensiones por “el riesgo de que la gente
vivamos más de lo esperado”… Me sumo a ese exabrupto que le dijo, hablando
sobre este tema, el señor Monedero: “Danos
ejemplo y muérete tú”
Tres.- Vota,
pero piensa bien a qué partido
Quizá, para
nuestros políticos y poderosos, haya llegado el momento de reeditar algún no
muy lejano acontecimiento. Me refiero a ese sagrado fin que propició el que Japón se rindiera, enviando a criar malvas
a 200.000 personas en un segundo; eso sí, sin un alargado sadismo… Quizá,
también, estos hechos nos demuestran lo patéticos que somos cuando elegimos a
determinados políticos. ¡Cómo somos tan estúpidos y lelos que optamos y, a
veces, reelegimos a gobernantes tan miserables e ineptos! Así que pon cuidado y
elije bien la papeleta que has de introducir en las urnas; la vida, como la
fortuna, te puede ir en ello…
En este sentido, convendría no olvidar que, desde el momento en que surge
en la Inglaterra del siglo XVI el capitalismo como sistema económico en
sustitución del feudalismo, las crisis capitalistas, a lo largo de su historia, nunca han sido de penuria o
insuficiencia, sino de monopolio y acaparamiento especulativo. Es decir, de la
necesidad de ejecutar una justicia social, limitando el crecimiento de los más
poderosos y racionalizando el reparto con los más necesitados. Y estos
principios, a mi entender, se hallan tan vinculados a la propia dignidad humana
que no deberíamos permitir dejarlos en manos del mercado y de la mezquina
rapacidad de los capitanes financieros internacionales y empresas multinacionales,
que prefieren quemar la riqueza en inútiles guerras antes que repartirla a
través del trabajo social y humanamente bien organizado. Es por ello, que a la
hora de votar, pensemos, qué partido nos ofrece estructurar las relaciones
laborales como un pacto periódico y renovado entre el capital y el trabajo. Y
teniendo al Estado como árbitro político y último garante del convenio entre los
intereses económicos de unos y otros. Y…, Si no, no seremos.
Incongruencia
Primera
Cada vez lo entiendo menos. Durante un largo año, antes de que
comenzara la acción armada contra Irak, por tierra, mar y aire, el 20 de marzo
de 2003, el Presidente de los EE.UU., George W. Bush, con la trascendente ayuda
del primer ministro del R.U, Blair, el refuerzo político, en calidad de
florero, del Presidente español Aznar y el hospedaje en las Azores por parte
del de Portugal, Durao Barroso, bombardearon a la opinión púbica internacional
con las razones para la invasión: “desarmar
a Irak de armas de destrucción masiva”
Pues bien,
doce años después de aquella nefasta ofensiva, estamos donde estamos. Y…,
ahora, sorprendentemente, ante las atrocidades que cada día comete el llamado
Estado Islámico, EE.UU. y sus aliados no dicen nada, no se organiza ninguna
coalición internacional que pueda derrotar sobre el terreno a esa organización
terrorista y se limitan a bombardear sus posiciones, mientras el enemigo va
ganando adeptos en los países árabes. Es decir, en estos momentos, cuando sí
que existe un ejército radical y una verdadera amenaza terrorista para la zona
y a nivel internacional, ¿qué hacen los EE.UU. y sus antiguos aliados?, ¿qué
medidas toma la OTAN?, ¿ qué propuestas promociona la ONU…?
¿Por qué este
cambio de actitud? ¿Incongruencia?; es posible que la realidad sea bien simple.
En el año 2007, el expresidente de la Reserva Federal USA, Alan Greenspan,
atestiguó en su libro de memorias que la auténtica razón para atacar Irak no
eran las supuestas armas de destrucción masiva y la supuesta relación entre Sadam
Husein Al Qaeda; sino controlar sus gigantescas reservas de petróleo y evitar
que la Unión Europea o potencias emergentes como China e India se acercaran a ellas.
Incongruencia Segunda
He oído decir
hace unos días, con verdadero desparpajo, a la Secretaria General del PP, María
Dolores de Cospedal, que, tal y como asegura Hacienda “clarísimamente”, las
donaciones a los partidos políticos están “exentas” de tributar. O sea, que,
según parece, los donativos y aguinaldos a un partido político, en este caso al
PP, están excluidas de tributación….
Igualmente,
las entregas dinerarias a una ONG, del mismo modo, están exoneradas de
tributación.
Y…, sin embargo, las donaciones que cualquier ciudadano supuestamente
podamos hacer a nuestros hijos, curiosamente, sí que están sujetas a tributación.
Pues…eso, una perfecta incongruencia. Digo yo.
Nos dice Pessoa en el fragmento 71 del Libro del desasosiego: “Aquello que, creo, produce en mí el
sentimiento profundo, en que vivo, de incongruencia con los demás, es que la
mayoría piensa con la sensibilidad y yo siento con el pensamiento.”
Pues eso, viva la vida y el sentido común…
El Apéndice
Tras el resultado de las elecciones andaluzas, Mariano Rajoy, ha
dicho: “Seguimos trabajando pegados a la
calle y defendiendo nuestros valores”.
Pues nada que objetar, Sr. Presidente,
siga, siga usted y el PP trabajando así, tan pegados al sufrimiento ciudadano; me congratula… ¡Aaaahhhh! Y mi más cordial enhorabuena
por tan extraordinario resultado electoral.
Mariano Rajoy y Juan Moreno Bonilla, exultantes tras la victoria electoral en Andalucía |
Así que, “A ponerse las
pilas y seguir trabajando…” Rajoy dixit,
pero…, sin cambiar de estrategia.
No entiendo por que tenemos y vamos a votar. A quien con criterio político y honrado podría ayudar a España ahora mismo a quien ?
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