jueves, 31 de marzo de 2022

Guerra de Ucrania, una mirada diferente

 

 

La OTAN, en su enunciación, es una alianza de defensa norteamericana y europea no agresiva, creada para promover la paz y la estabilidad y salvaguardar la seguridad de sus miembros. En su artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte se establece que si un país que forma parte de la OTAN es atacado, el resto de países miembros saldrán en su defensa, ya que es como si agredieran a todos. Dicho esto, me pregunto, ¿ha atacado Rusia a algún país miembro de la citada organización, creo que no. ¿Están los Estados Unidos y la UE en guerra contra Rusia?, aunque las apariencias digan lo contrario entiendo que sí y por ello, están aportando armamento a Ucrania y combaten a Rusia en el terreno económico y financiero. ¿Y qué pretenden los EEUU y la UE con semejantes acciones? Evidentemente, cada día es más explícito que el propósito de dicha coalición occidental es acabar con Putin y su régimen; aunque, mientras lo consiguen, tengan que soportar la destrucción de las ciudades ucranianas y las consecuentes pérdidas de vidas humanas. Y para conseguir dicho objetivo, se considera necesario arrasar la economía rusa y dañar financieramente a los oligarcas rusos amigos del jerarca del Kremlin, con el anhelo y finalidad de generar una rebelión palaciega que derroque y aparte del poder a Vladímir Putin. ¿Es la estrategia más adecuada de los países miembros de la OTAN para promover la paz, como reza en la Declaración de Principios de dicha organización? A mi juicio, considero que no.

 

La Mañana 31.03.2022

Me temo que un militarismo extremo, acompañado de una histeria rusófoba propagada por la inmensa mayoría de los medios de comunicación occidentales, ha anulado casi por completo la visión correcta del sangriento conflicto que azota al corazón de Europa. Es cierto que un país soberano, como es Ucrania, ha sido atacado por Rusia haciendo trizas el derecho Internacional y que dicho comportamiento no tiene fundamento alguno. Pero… ¿justifica este hecho la toma de decisión y las extraordinarias e impresionantes medidas económico-militares que están adoptando los EEUU y la UE contra Rusia? Sin ser ningún experto, dicha empresa me parece un tremendo error geopolítico, ya que, argumentar que si cae Putin, caen los suyos y sus fortunas es, a mi modo de ver, una previsión cercana a la ciencia ficción. Pues… ¿Por qué y para qué van a conspirar los oligarcas contra su protector? La historia nos ha enseñado, aunque en estas circunstancias no se quiera reconocer, que las presiones exteriores refuerzan la unidad rusa y, además, en estos momentos, el autócrata del Kremlin parece dispuesto a someter a sangre y fuego cualquier movimiento de protesta popular en su propio país. Y, por otra parte, el Presidente Zelenski, que nos lo hacen aparecer como un héroe, al modo de un nuevo David que se enfrenta a Goliat, tampoco es la personificación del perfecto demócrata. Ya que a Ucrania no se la puede considerar como una pacífica y estable democracia, pues de hecho el gobierno de Zelenski mantiene en la ilegalidad al Partido Comunista Ucraniano, no permitiéndole como fuerza política presentarse a las últimas elecciones y, además, hace escasas fechas, ha decidido suspender la actividad de hasta 10 partidos políticos, entre ellos “Plataforma de Oposición por la Vida”, principal partido de la oposición que es una formación liberaldemócrata y que cuenta con hasta 44 diputados en La Rada Suprema, nombre del Parlamento de Ucrania. Y si a estos hechos le añadimos que batallones paramilitares de extrema derecha, como el Azov, acusado por los EEUU en 2015 de ideología neonazi, se encuentran bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior de Ucrania y que dicha milicia conjuntamente con el ejército ucraniano han venido atacando y bombardeando la región del Donbas desde el 2014, ocasionando unas 14.000 víctimas, tendremos una visión más cercana a la realidad de la actitud del Gobierno del Presidente Zelenski y alejada de algunos tópicos.

 

La geopolítica e intereses económicos de los EEUU, cuyo directorio anglosajón dominan la OTAN, ha arrastrado a la UE y está, por consiguiente, detrás de la actual tragedia. Un ejemplo de ello es la actitud alemana que va a sustituir los 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales proveniente de Rusia a través del gaseoducto Nord Stream 2, recientemente acabado, por el gas licuado procedente de los EEUU y Qatar que es mucho más caro. Y, además, incrementará su gasto militar comprándole armamento a la industria militar estadounidense por valor de 100.000 millones de dólares, lo que ha propiciado que dicha industria se haya revalorizado en bolsa de manera notable en estos días.

 

Llegados a este punto, imaginemos ahora que Ucrania logra resistir la invasión rusa con la ayuda occidental y recupera la integridad territorial y su soberanía plena, que Vladímir Putin cae defenestrado abriéndose una situación impredecible y que la economía rusa queda en ruinas. El resultado es factible y sería una victoria rotunda para los estrategas de Occidente. Se habrían alcanzado los objetivos fijados y, en consecuencia, la siguiente pregunta que cabría hacerse es, ¿Todo bien? Quizá olvidamos algo y es qué hacer el “día después”. Este es un hecho tan sencillo que los EEUU suele siempre olvidar. Recordemos que fue lo que a USA le ocurrió en Vietnam, en Irak, en Libia, en Afganistán, en Siria, países en los que aparentemente la gran potencia con sus aliados encadenó victorias; pero que acabó retirándose de forma vergonzante. Y es que solamente una ocupación militar larga y costosa, es la que permite controlar el día después. Y… eso, no parece tampoco que sea factible hacerlo con Rusia. Es decir, si soy capaz de reflexionar un poco, los EEUU y la UE intentan convertir al país más grande del planeta, dotado de un inmenso arsenal nuclear y de una comprobada capacidad de sufrimiento de su pueblo, en eso que se conoce con el nombre de un “Estado fallido”. Verdaderamente un planazo. Hay que ver, hay que ver lo bien que calculan los analistas del Pentágono y la OTAN sus objetivos. Verdaderamente, yo no soy capaz de proponer alternativas, pero sí creo que este magnífico programa de intenciones occidental lo único que conseguirá es servir en bandeja de plata Rusia al gigante amarillo del Pacífico. China debe de estar frotándose las manos.

 

miércoles, 30 de marzo de 2022

La Filosofía en la LOMLOE

 

La Filosofía ha protagonizado el debate más polémico en torno a las asignaturas que se estudiarán en los institutos a partir del curso que viene, cuando empiece a implantarse el nuevo currículo educativo. La aprobación definitiva del decreto de currículo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) este pasado martes, 29 de marzo, en el Consejo de Ministros ha reavivado las críticas de los docentes de la materia y de un sector de la sociedad hacia la nueva regulación, cuyo eco ha llegado al pleno del Congreso. No obstante las protestas, la realidad es que el nuevo currículo convierte la Filosofía en asignatura obligatoria en segundo de bachillerato, además de mantenerla en primero.

Segre 10.04.2022

La materia será así estudiada por todo el alumnado en los dos cursos de esta etapa; si bien en segundo, con el nombre de Historia de la filosofía. Es decir, lo que ha regulado el Gobierno con el Real Decreto que desarrolla la ley educativa (la LOMLOE), ha sido no incluir la materia como optativa de oferta obligatoria en cuarto de la ESO. Sin embargo, serán las autonomías las que decidirán si la incluyen, y la gran mayoría ya ha dicho que sí. Al mismo tiempo, la asignatura de Filosofía se convierte en obligatoria en los dos cursos de bachillerato De todas formas estos cambios en una asignatura que considero tan vital para promover y, a veces, dotar al alumno de pensamiento crítico, no favorecen el desarrollo intelectual de los estudiantes de ESO ni Bachillerato. Y no me extraña nada que se realicen en los tiempos y sociedad en la que vivimos, ya que, como nos dijo Descartes, “La filosofía es la que nos distingue de los salvajes y bárbaros; las naciones son tanto más civilizadas y cultas cuanto mejor filosofan sus hombres”. Este pensamiento del maestro del racionalismo se nota claramente en estos días en los que los dirigentes de Rusia, Ucrania, EEUU, la UE y todos los países implicados filosofan en la guerra. Y es que pensar es difícil, por eso la mayoría de la gente prefiere no hacerlo y se limita a juzgar. ¿Para qué perder el tiempo en observar, leer, estudiar, investigar y analizar diferentes fenómenos del entorno que generan conocimiento...? Parece ser que no sirve de nada. Nuestra sociedad ha superado tanto a los clásicos griegos que nos enseñaron a pensar que hemos decidido prescindir de ellos y sus enseñanzas y ya no es necesario filosofar ni reflexionar más. Caminamos firmemente decididos a hacer real la advertencia de Einstein: “No sé con qué armas se peleará en la tercera guerra mundial, pero en la cuarta será con palos y piedras”