jueves, 27 de abril de 2017

To be, or not to be, that is the question





En estos últimos tiempos en los que los casos de corrupción en el seno del PP, son la noticia más relevante de los debates políticos, tertulias periodísticas o espacios informativos de cualquier medio de comunicación social, ver el futuro a través del programa televisivo Cuando ya no esté que presenta Iñaki Gabilondo es, metafóricamente hablando, toda una bocanada de aire fresco lleno de esperanza

En uno de los iniciales programas, Gabilondo, entrevistaba al físico cuántico y Premio Príncipe de Asturias, Juan Ignacio Cirac. En dicha entrevista, el periodista le preguntaba al científico en qué consistía la cuántica. Y éste, como si fuera algo muy sencillo de entender, le contestó que básicamente, la física cuántica, consiste en la capacidad que tienen los electrones para poder estar en dos lugares distintos a la vez.
27 de abril de 2017 - Diario El Segre
Pues bien, si somos materia química. Es decir, si el cuerpo humano es la contextura física constituida por un organismo pluricelular; esto es, que está formado por varios millones de células organizadas. Si las células son la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. Y, las mismas, son un producto de la Tierra y, por tanto, están constituidas por idénticos elementos químicos del mundo mineral. O sea, por unos minerales que están, a su vez, formados por átomos. Y dichos átomos son, en síntesis, la unión de protones, neutrones y electrones, es fácil colegir que ese extraño fenómeno cuántico de poder estar en dos sitios a la vez, también podrá afectar a las personas. Pues, a fin de cuentas, no somos más que una coctelera de electrones dentro de la cual se agita el alma; esa sustancia inodora, incolora e insípida, blanca, amarilla o negra, no detectable por medios mecánicos, que está, a la vez, en todas y en ninguna parte del cuerpo humano.

Y dicho esto, y en consecuencia, la famosa duda existencial de Hamlet: “To be, or not to be, that is the question” o “Ser o no ser, ésa es la cuestión”, que decimos en español, no tiene sentido; porque, siguiendo el razonamiento cuántico, al igual que los electrones pueden estar aquí y allá, a la vez, se puede ser y no ser al mismo tiempo…Y esta es la disyuntiva que, en estos nebulosos días, agita las aguas del PP: ser y/o no ser, al mismo tiempo, un partido corrupto.

Como nos ha dejado dicho el filósofo Zygmunt Bauman en su obra póstuma, Retrotopía, la esperanza está en las “retrotopías, que son mundos ideales ubicados en un pasado perdido, robado, abandonado que, aun así, se resiste a morir, y no en ese futuro todavía por nacer y, por lo tanto, inexistente, al que estaba ligada la utopía”…