En estos últimos tiempos en los
que los casos de corrupción en el seno del PP, son la noticia más relevante de
los debates políticos, tertulias periodísticas o espacios informativos de
cualquier medio de comunicación social, ver el futuro a través del programa
televisivo Cuando ya no esté que
presenta Iñaki Gabilondo es, metafóricamente hablando, toda una bocanada de
aire fresco lleno de esperanza
En uno de los iniciales
programas, Gabilondo, entrevistaba al físico cuántico y Premio Príncipe de
Asturias, Juan Ignacio Cirac. En dicha entrevista, el periodista le preguntaba
al científico en qué consistía la cuántica. Y éste, como si fuera algo muy
sencillo de entender, le contestó que básicamente, la física cuántica, consiste
en la capacidad que tienen los electrones para poder estar en dos lugares
distintos a la vez.
27 de abril de 2017 - Diario El Segre |
Pues bien, si somos materia
química. Es decir, si el cuerpo humano es la contextura física constituida por
un organismo pluricelular; esto es, que está formado por varios millones de
células organizadas. Si las células son la unidad morfológica y funcional de
todo ser vivo. Y, las mismas, son un producto de la Tierra y, por tanto, están
constituidas por idénticos elementos químicos del mundo mineral. O sea, por
unos minerales que están, a su vez, formados por átomos. Y dichos átomos son,
en síntesis, la unión de protones, neutrones y electrones, es fácil colegir que
ese extraño fenómeno cuántico de poder estar en dos sitios a la vez, también
podrá afectar a las personas. Pues, a fin de cuentas, no somos más que una
coctelera de electrones dentro de la cual se agita el alma; esa sustancia
inodora, incolora e insípida, blanca, amarilla o negra, no detectable por
medios mecánicos, que está, a la vez, en todas y en ninguna parte del cuerpo
humano.
Y dicho esto, y en consecuencia,
la famosa duda existencial de Hamlet: “To be, or not to be, that is the
question” o “Ser o no ser, ésa es la cuestión”, que decimos en español, no
tiene sentido; porque, siguiendo el razonamiento cuántico, al igual que los electrones
pueden estar aquí y allá, a la vez, se puede ser y no ser al mismo tiempo…Y esta
es la disyuntiva que, en estos nebulosos días, agita las aguas del PP: ser y/o
no ser, al mismo tiempo, un partido corrupto.
Como nos ha dejado dicho el
filósofo Zygmunt Bauman en su obra póstuma, Retrotopía, la esperanza está en
las “retrotopías, que son mundos ideales ubicados en un pasado perdido, robado,
abandonado que, aun así, se resiste a morir, y no en ese futuro todavía por
nacer y, por lo tanto, inexistente, al que estaba ligada la utopía”…