Hay muchas cosas que sabemos que no sabemos de
la muerte.
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La Mañana 24.05.2024
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La muerte es esa sombra silenciosa que, inseparablemente, camina a
nuestro lado. La amante misteriosa que nos acecha con infinita paciencia y
espera sin decirnos dónde ni cuándo se presenta. Un accidente que se anuncia en
el sigilo de una noche cualquiera, cuando la luna argenta el paisaje, o en un
luminoso día, danzando su macabra melodía y, con un susurro tenue que eriza
nuestra piel, nos hiela el último aliento. Es el recordatorio de nuestra
efímera existencia. Un murmullo en el oído que nos señala y avisa del perecedero
y fugitivo tiempo de la vida, advirtiéndonos de que cada momento es precioso y,
por ello, nos enseña y anima a vivir con valentía, a amar con pasión y a dejar
una huella imborrable en las páginas del tiempo que vivimos. La muerte no nos
roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el
recuerdo. La vida sí que a veces nos los roba y, en ocasiones, definitivamente.
No hay llanto que detenga su paso, ni súplica que doble su voluntad. La muerte
emplaza a todos, a cada uno de los hombres y mujeres, sin dejar entre renglones
a uno solo. Es la gran igualadora, la que abraza a reyes y mendigos, a jóvenes
y ancianos. Ante ella, todos somos iguales, frágiles hojas mecidas por el
viento del destino.
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Segre 18.05.2024
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Sin embargo, esa parca inevitable, no debería
ser un enemigo a temer, sino un misterio a descifrar. Tal vez, sea únicamente la
fórmula que ha buscado la naturaleza para satisfacer a todo el mundo y
facilitar una transformación, un viaje a un plano ignoto donde el tiempo se
diluye y el alma, espíritu, esencia o energía se libera de las ataduras
terrenales y traspasa la puerta en dirección a un umbral desconocido que abre un
nuevo capítulo hacia la eterna existencia. Quizás no es un final, sino una
transición, un cambio de vestimenta para esa esencia que acompaña a nuestro
cuerpo. No es por tanto una derrota, sino una liberación. Acaso sea el último
acto de amor del universo, desatándonos de la materia que nos acompañó en vida
para permitirnos volar libres en el cosmos infinito. Es el eco de una canción
que ha terminado, pero cuya melodía perdura en el viento, como el último
suspiro de una tarde que se desvanece en la oscuridad, dando paso a la luz en su
camino hacía las estrellas.
Y es que la muerte es parte de la realidad de
la vida, aunque no lo queramos ver. Por eso, creo que es importante desarrollar
la capacidad de hablar de ella, ya que esa realidad es lo que queda de uno al
desaparecer el brillo exterior que nos adorna. De hecho, juzgo que no hay
aventura mayor ni más admirable que aprender a ser mortal; dado que, en el
momento de morir, nada es importante. En ese supremo acto final de nuestra vida
no está presente el trabajo, no está nuestro título académico, ni los méritos,
ni los posibles honores, ni la cuna, ni fortunas, y tampoco los amores, ni
pasiones, ni principios. Ni siquiera están las frustraciones, ni las
inseguridades y vergüenzas. En ese instante final, solo estaremos, cada uno de
nosotros, con la conciencia del fin que todavía nos ata al mundo antes de
emprender el camino sin retorno con un incierto destino más allá de las estrellas
o, tal vez, en dirección hacia la nada. Tal vez por ello, es aconsejable vivir
de tal manera, con tal ejemplaridad y con tal dignidad, que nuestra muerte sea
escandalosamente injusta. Y es que, como nos dijo Montaigne “Si alguien
enseñara a los hombres a morir, les enseñaría a vivir”.
En todo caso, cuando llegamos a concienciarnos
de la inexorable realidad de la muerte, termina uno aceptando su propia
soledad. Por todo ello, no temamos a la muerte. Ya que nosotros partimos, pero
la vida permanece. Aceptémosla, pues, como parte de nuestra extraordinaria
travesía. Porque al final, todos somos estrellas fugaces en el vasto cielo de
la existencia, destinados a brillar intensamente antes de desvanecernos en la
eternidad.
Muy bonito y toda la razón. Es un nuevo viaje a la vida pero en otra dimensión.
ResponderEliminarAntonio
Me ha gustado mucho. ¡Qué bien lo describes!.
ResponderEliminarPilar
Buenas noches, que bien hace leer tu artículo. Me gusta mucho como describes el pasar de la vida a la siguiente existencia y también creo que es muy importante hablar de la muerte. Gracias y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMarisa
Me parece muy bueno, quizás porque comparto lo dicho. No le temo en absoluto. Además tenemos un cura que es del Opus ,que en cada funeral nos dice lo mismo: que debemos estar contentos cuando nos llegue, que se habrán acabado nuestros problemas y estaremos en un estado perpetuo de felicidad. Así que dan ganas d probarlo...
ResponderEliminarMagda Sellarés
M'ha agradat mol el 1er paràgraf, línia 9, on diu "la muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo".
ResponderEliminarAnna Sabaté
Buenas noches tío. ¡Qué bonito relato!, ufff yo la vi de cerca a la muerte y salvé por los pelos y sí que es verdad que es silenciosa y que cuando menos uno se lo espera te vas…Esperemos que a todos nos llegue tarde.
ResponderEliminarUn abrazo
Nacho
Leído. Me parece el mejor artículo dentro de los muy buenos que siempre has escrito. Pensamientos profundos con imágenes muy expresivas.
ResponderEliminarLa pena es que haya sido motivado por la muerte de la hermana de Rosa
Un abrazo.
Pepe
Gracias por compartir.
ResponderEliminarTon
Enhorabuena por tu artículo. Unas reflexiones muy racionales, muy cerebrales y yo diría también como esperanzadoras, porque le das la vuelta a la tortilla y hablas de la muerte como de una transición. Lo haces, además, de una manera fácil e inteligible, quizás la reciente muerte de la hermana de Rosa te haya inducido a escribir este muy buen artículo. Haces bien en recuperar tu vieja extensión, aunque te haya salido un poco más corto, lo que te dije, tu a la tuya.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ramón
Muchas gracias por estas reflexiones Juan Antonio, están llenas de luz y de esperanza y las guardaré como un tesoro. Me han recordado a las Meditaciones de Marco Aurelio en el sentido de que invitan a reconciliarnos con nuestro propio final así como a vivir nuestra vida con plenitud.
ResponderEliminarUn abrazo,
Miguel Ángel Cerviño
Juan Antonio, si has llegado a esa conclusión que expresas en tu texto te doy la enhorabuena. Parece ser que has perdido parte de ese miedo que la tenías y la ves como algo casi bello No me extraña ese deseo de vagar por el espacio sideral pues muestra tu afán de trascender.
ResponderEliminarYo no quiero dejar huella nada más que en los que me quieren y quiero y eso se consigue un día detrás de otro con lo que hacemos o dejamos de hacer. Yo soy más terrenal y creo en lo que oímos desde pequeños: polvo eres y en polvo te convertirás. Un polvo que se bañará en las aguas de mi río
Un abrazo
Merche
Me ha gustado mucho el último artículo, es de una gran sensibilidad y a la vez profundidad filosófica sobre la muerte. ¡Bravo!
ResponderEliminarManel
Felicidades por tu artículo. Tus pensamientos son profundamente lógicos y reflexivos y transmiten un mensaje de esperanza. Me gusta cómo reinterpretas el concepto de la muerte, presentándola no como un final, sino como un paso a otra etapa. Lo has explicado de forma que resulta comprensible y accesible. Es un trabajo excepcionalmente bien escrito.
ResponderEliminarPili
Mi enhorabuena por tu artículo, has compartido reflexiones que son a la vez intelectuales y alentadoras. Abordas el tema de la muerte con una perspectiva renovadora y positiva, viéndola como una evolución natural. Tu habilidad para hacerlo de manera clara y sencilla es admirable. Has creado un artículo de gran calidad.
ResponderEliminarUn abrazo,
Paqui
Hola Juan Antonio.
ResponderEliminarEn esta ocasión tu artículo sobre la muerte no deja indiferente, ya que en algún momento de nuestra vida hemos vivido de cerca su presencia. Lo curioso es, que aún sabiendo que a todos, más pronto o más tarde, nos tiene que llegar el momento, evitamos hablar y pensar sobre el tema no se si por miedo o por respeto.
Un abrazo
Anna
Te felicito por tu publicación, en la que ofreces reflexiones profundas y estimulantes. Tu enfoque de la muerte como una transformación es realmente inspirador. Además, lo presentas de una manera que es fácil de entender para todos. Definitivamente, es un artículo muy bien elaborado.
ResponderEliminarRafael
Bravo por tu contribución escrita, tus reflexiones son inteligentes y llenas de esperanza. Encuentro fascinante cómo conviertes un tema tan sombrío como la muerte en una transición llena de luz. Y lo haces con una explicación tan clara que cualquiera podría entender. Seguro que a mi padre le habrá gustado cuando lo haya visto desde el cielo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Susana
Susana
Es una preciosidad. No ya es que tengas un punto de vista muy certero, es también lo bien que lo expresas.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Jaime
Mis felicitaciones por tu escrito. Las reflexiones que presentas son sagaces y optimistas. Es refrescante ver cómo tratas la muerte como un cambio de fase, y lo haces de una manera tan directa y entendible.
ResponderEliminarMª Eugenia
Bona tarda,
ResponderEliminarJa sé que vaig atrassada de lectura, però vull dir-te que acabo de llegir el teu article i m'ha agradat molt.
Estic d'acord en que n'hauríem de parlar més per tal de ser-ne més conscients i estimar més el dia a dia i despedir-nos com si cada dia fos l'últim de la nostra existència.
Gràcies per compartir!!
Abraçades
Joana
¡Enhorabuena!. El artículo es muy bueno.
ResponderEliminarMirta
A mi edad leer estos temas me hace pensar en su proximidad. No obstante, me ha gustado mucho Juan Antonio.
ResponderEliminarEncarna
Buenas noches, muy bueno. Me ha encantado.
ResponderEliminarAlbert
Está muy bien, tiene una sensación positiva a pesar de la dificultad del tema. Un artículo muy conseguido.
ResponderEliminarJordi
Se nota la edad que tienes por la temática, no muy lejana de la mía. Felicidades.
ResponderEliminarAnna Azanuy
Me he permitido leer tres veces el artículo y me ha parecido un cambio sustancial de tú visión de la muerte; al menos, sobre la idea que yo tenía de lo que tú pensabas sobre la muerte. He visto que. como siempre, está muy bien escrito; aunque esta vez, leo entre líneas vivencias muy personales tuyas y que tan bien has plasmado en el escrito.
ResponderEliminarGracias por tan lindo texto.
Santiago Fernández
Me ha encantado.
ResponderEliminarCarmen
En el artículo presentas una reflexión profunda y poética sobre la muerte, abordándola desde una perspectiva filosófica y existencialista. La prosa que utilizas es lírica y evocadora, usando metáforas y personificaciones para hacer que la muerte se sienta tanto inevitable como íntimamente conectada con la vida. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarCecilia F.
Describes la muerte no como un fin temible, sino como una transición, una transformación necesaria que forma parte del ciclo de la vida. Esta perspectiva es reconfortante, ya que sugiere que la muerte podría ser una liberación y no una derrota.
ResponderEliminarFelicitaciones,
Joan
El uso que haces de un lenguaje poético y emotivo enriquece el artículo, creando una atmósfera contemplativa. Las metáforas, como "la sombra silenciosa", "la amante misteriosa" y "la gran igualadora", son poderosas y efectivas para transmitir la inevitabilidad y la universalidad de la muerte.
ResponderEliminarEstá muy bien.
Juan S. T.
Tu artículo conlleva una Filosofía Subyacente: La idea de que la muerte nos enseña a valorar cada momento y a vivir con valentía y pasión. Es un mensaje inspirador. La cita de Montaigne, "Si alguien enseñara a los hombres a morir, les enseñaría a vivir", encapsula bien esta filosofía. Al aceptar la muerte, podemos aprender a vivir de manera más plena y auténtica. Felicidades.
ResponderEliminarJuan Pérez Garrido
El artículo invita a la introspección, alentando a los lectores a considerar cómo la conciencia de la muerte puede influir en sus vidas cotidianas y decisiones. Esta es una reflexión valiosa, ya que muchas veces se evita hablar de la muerte, aunque es una realidad inevitable.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Paco Hernández
A pesar del tema sombrío, el artículo mantiene un tono equilibrado, evitando caer en el pesimismo. Lo enfocas muy bien en la aceptación y la paz que puede venir con la comprensión de la muerte como parte natural de la existencia. Buena sugerencia.
ResponderEliminarJosep Mª
El artículo es una pieza muy bien escrita y reflexiva que ofrece una visión consoladora de la muerte. Nos invitas a los lectores a enfrentar este aspecto inevitable de la vida con dignidad y a vivir nuestras vidas de manera significativa y apasionada. La combinación de una narrativa poética con una filosofía profunda ha hecho que su lectura me haya supuesto ser enriquecedora y alentadora.
ResponderEliminarMuy bueno.
Miguel Ángel Vela
Me ha gustado mucho tu artículo y la serenidad con la que planteas el paso a esa etapa nueva y tan desconocida...
ResponderEliminarElena
"Más allá de las estrellas".
ResponderEliminarMe alegro de poder leer al fin tú artículo sobre la muerte, y poder decirte que es precioso. Te felicito también por la mención (que desconocía) de Montaigne : "Si alguien enseñara a los hombres a morir, les enseñaría a vivir". Me parece una verdad inmensa y a la vez preciosa.
Te doy mi enhorabuena porque me ha encantado.
Agradecida te deseo muy Buenas noches.
Pili