La
configuración física actual del ser humano, nos nos permite volar. Si queremos
volar, tenemos que usar artilugios que nos levanten del suelo y nos remonten y
encaramen al cielo. De momento, lo más lejos que ha volado el ser humano ha
sido hasta la cercana, poética y casi misteriosa Luna y eso suponiendo que
aquel desembarco fuese realidad y no ficción, como una minoría obstinada e
incrédulamente sostiene. No obstante, lo que nadie nos puede impedir es que
soñemos despiertos; yo suelo hacerlo con frecuencia y aquí sigo y aguanto,
viendo la inmensa estupidez humana cuando despierto. Por eso, porque los sueños
son lo más hermoso de mis pensamientos, os animo a que hagáis como yo y os
dejéis arrastrar por ellos.
Dejad que vuestros pensamientos vuelen muy lejos y
os trasladen allí, hasta donde vuestra imaginación y las fantasías os lleven,
como si de una vivencia real se tratara. Con ellos, con esos sueños, podéis
saltar de un país a otro o de un continente a otro, y hasta si usáis bien
vuestras fantasías y/o conocimientos, podréis salir a las estratosfera, continuar
viajando por el espacio y daros un paseo por los diversos planetas que componen
nuestro sistema solar. Y…, todavía más, podréis visitar desconocidos astros de
la vía láctea y de otras galaxias del universo; todo depende hasta dónde os
lleven los pensamientos; es decir, vuestros sueños... Ya sabéis, al margen de
la ciencia e independientemente, los sueños de vuestra mente pueden recrearse
visitando o inventando mundos internos….
Despacho de abogados Mossack&Fonseca |
Y es que, la
libertad, la de pagar impuestos, como decía Schiller, existe tan sólo en la
tierra de los sueños.
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