Ayer fue un
mal día. Salió el sol, pero hacía frío. Un frío que me caló hasta los huesos
con la primera noticia que me llegó por teléfono: Ferran, un hombre recto y
bueno, entrañable amigo y leal compañero desde los tiempos de la ALCE de
Zürich, la noche anterior, había muerto. Una simple gripe, transformada en
Neumonía, y algunas supuestas negligencias del servicio médico, acabaron de
golpe con todo su tiempo. Esto es la vida: un absurdo, un sinsentido como
pasatiempo. Pasé un día muy triste, preñado de muchos recuerdos. La muerte es
para mí un trago muy amargo, siempre me da miedo y no puedo evitarlo, ante
ella, me estremezco.
Hoy, hemos ido
a la Selva del Camp, a su entierro, a decirle un postrero adiós con el mayor
sentimiento, a un buen amigo, a un hombre bueno. ¡Qué difícil me ha resultado
despedir al amigo con el que discutía; pero, al que, al mismo tiempo, quería y
seguiré queriendo! ¡Cómo paliar, de alguna manera, el dolor que sienten sus
seres queridos, entre los que sé que me encuentro! No hay palabras de consuelo.
Las palabras son parcas para expresar e interpretar sentimientos; pero, es todo
cuanto tenemos...
Me duele el
alma, lo siento. Qué solo se queda el silencio....
Me despido de
él con unos versos que escribí hace tiempo y una música que deseo oír cuando,
algún día, llegue mi turno y cubra la tierra todo mi cuerpo.
“Y yo me iré /
y se quedarán los
pájaros cantando/
para quedarme yo
callado, en el silencio/
y luego, en un instante, contraer el
gesto/
y levantar eternamente la mirada hacia el
cielo.”
Hola Antonio
ResponderEliminarAunque no conocíamos este señor, era sin duda un buen hombre al leer tu mensage...Asi que te mandamos un cariñoso saludo.
La vida es bella pero, a veces, es una compañera poco agradable...
Un abrazo
Flora et Dominique ( disculpa por mi castellano, podría escribir en Francés pero necesito mejorarme un poco para la jubilacion
Leo con entre lágrimas tu adiós..
ResponderEliminarDesde que Ferran no està conmigo le he perdido el miedo a morir. Y si hubiese algo, un reencuentro?. Y si no lo hay tampoco tengo miedo porque sin él nada tiene sentido.
Ni lo que hacíamos juntos ni lo que hacia sola, porque él sempre me esperaba y me decía que había tardado demasido.
Gracias por quererlo tal y como era
Mati
Os acompañamos en el dolor tan exquisitamente reflejado en la despedida de este amigo tan querido por vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Joana