Hace unos días, nos decía Iñaki
Gabilondo en su espacio de opinión matutina de la cadena Ser, en referencia al
auto de la Audiencia de Navarra por el que se dictaba la libertad provisional
de los Miembros de La Manada, una vez que abonen los 6.000 Euros de fianza fijados
por la Sección Segunda de la citada Audiencia de Navarra, que nuestra sociedad
tiene un problema muy serio si los condenados no tienen conciencia de haber
hecho nada malo, ni se arrepienten de nada porque para ellos lo que pasó fue
normal. Y es que, para ellos; esa “normalidad” es aquella en la que el sexo es
una fiesta consentida en un ambiente de jolgorio y francachela y en la que al
finalizar la juerga se puede dejar tirada a una mujer en un banco como si fuera
el desperdicio de cualquier comida. Y si ya, de por sí, semejante
comportamiento y manera de pensar, puede resultar moral y éticamente repugnante
a cualquier ciudadano medianamente lúcido y cabal, resulta todavía más
inadmisible e inaudito que dicha conducta y actuación sea avalada por uno de
los señores magistrados de la Audiencia de Navarra.
El señor Magistrado Ricardo
González que tiene, entre otras atribuciones, juzgar el comportamiento social
de esos conciudadanos que han delinquido y cometido semejante tropelía, debería
reflexionar, al menos, si en su voto particular, ha primado el valor supremo de
querer hacer justicia. Ya que, la justicia es el conjunto de las normas que
perpetúan un tipo humano en una civilización y, sin ella, no se sostiene la
igualdad y la libertad de los ciudadanos, ni de los pueblos.
Señalar y decidir la admiración o
el desprecio, en un auto, es una forma de ejercer la justicia y siempre
depende, en grado sumo, por la propia condición humana, de la mano que mece la
balanza. Quizá, porque la ecuanimidad es esa noble e inestimable disposición y
estado de ánimo en la que no hay viento que te despeine las neuronas. Y…, no
siempre se consigue.
Nos lo dejó dicho, en los albores
de nuestra era, el filósofo grecolatino Epicteto de Frigia: “Cuando hayas de
sentenciar procura olvidar a los litigantes y acordarte sólo de la causa”.
Leído.
ResponderEliminarMuy difícil, a mi juicio, poner en tela de ídem la decisión de un tribunal. Ni nos gustó la sentencia -sobre todo el voto discrepante- ni el auto de libertad condicionada. Pero eso es una cosa y otra salir a la calle, sin haber leído la sentencia, a protestar contra el tribunal. Los jueces tienen muchos más datos que nosotros. Incluso hay una jueza. Y luego está el asunto de la prisión y provisional... En fin, que en esta ocasión ni apoyo ni rechazo tus planteamientos.
Sí considero que el No es No. Y que el alcohol y las drogas debieran ser siempre agravantes y no atenuantes como consideran tantas veces (aunque esto sea tangencial en este caso)
Estoy hecho un lío.
Un abrazo,
Pepe
¿Nadie se plantea la inmoralidad del acto de la manada incluso con el consentimiento de la individua? Porque lo que nos vende el lobby gay es que el problema está en que la chica no consintió. Y ese no es el verdadero problema. El verdadero problema es la inmoralidad de un acto que reduce el sexo a puro goce animal. Y el sexo debe ser otra cosa más seria.
ResponderEliminarHemos perdido el norte.
Un abrazo.
Antonio
Juan Antonio, realmente es preocupante ese tipo de resoluciones.Pero es todavía más preocupante que vayan surgiendo imitadores, como esos chicos que se hacen llamar" la nueva manada" de Tenerife.
ResponderEliminarEs escalofriante y siempre pienso en qué tipo de moral trasmite esta sociedad para que adolescentes se puedan conducir con tanta inmoralidad o amoralidad. Ya no sé qué es.
También he pensado, en el caso de la manada, en esa mujer de uno de ellos que estaba en estado.¿Qué debe pensar de ese mastuerzo que tiene por compañero?
Un abrazo
Merche
El artículo tan bueno como siempre. Y la conclusión, erudita, genial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jaime
Es muy difícil comentar ciertas noticias, cada dia veo menos Tv. Leo la prensa, pero me queda mal sabor de boca.
ResponderEliminarLos tiempos han cambiado mucho y parece quen no aprendemos mucho de la historia; personalmente, ante hechos semejantes, saco mis conclusiones sobre la sociedad y sigo hacia adelante.
Gracias por tus escritos y que la vida te regale muchos sueños pensados.
Sara.
Súper !!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMirta