miércoles, 3 de junio de 2020

Educación y enseñanza o viceversa.



El triste y penoso choque entre Cayetana Álvarez de Toledo y Pablo Iglesias en el Pleno del pasado día 27 en el Congreso y el posterior, protagonizado por el propio Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno, y el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, en la Comisión de Reconstrucción en el Congreso de los Diputados, del día 28, ha originado un aluvión de reacciones. Y es que el hecho de que tres políticos brillantes intelectualmente, como son los citados, empleen sus energías para insultarse en el santuario de la democracia, creo que demuestra que la sociedad de este país y los políticos, que son sus genuinos representantes, tiene, entre otros, un grave problema que se llama “Educación”.

Está claro que la educación es el resultado de un proceso que comienza en la cuna, en la familia, se continúa en los centros educativos y termina en la escuela de la vida. En este sentido y desde mi punto de vista, el principal problema en la actualidad es que en todos y cada uno de los eslabones de este encadenamiento, se introducen en la mente de los niños, de los adolescentes y los adultos, una serie de grumos pringosos ideológicos que les privan de la facilidad de pensar a través de la fluidez de las neuronas, aniquilando y corrompiendo el entendimiento y contaminando desvergonzadamente la parte cognitiva del ser humano, cuya consecuencia es la pérdida de la libertad de pensar y del sentido crítico. Esta contaminación del pensamiento, constituye, a mi modo de ver, el principal escollo que tiene la educación.


Para poderlo aprender y comprender, se me hace necesario emplear de nuevo la genealogía, es decir, buscar ¿de dónde viene, qué es lo que lo produce? El tema es de difícil disquisición, pues desde su origen, la educación esta atenazada entre dos antítesis: el pasado y el futuro o a la inversa.
La Mañana 03.06.2020
Me explico, la educación no está al servicio de los niños, como se dice casi siempre, sino al servicio del tipo de adultos que quieran y deban devenir en la previsión del futuro. Es por ello, que creo que nos equivocamos si consideramos que la educación debe inventar el futuro, ¿con qué derecho los padres y pedagogos, que están a cargo de la educación, pueden escoger el futuro de los niños en lugar de ellos mismos?

Estoy convencido de que la verdadera función de la escuela no es inventar el futuro, sino transmitir el pasado para aprender de él. Esto ya lo había visto Hannah Arendt en su artículo La crisis en la cultura: El conservadurismo, tomado en el sentido de transmisión, es la esencia de la educación... Es precisamente para preservar lo que es nuevo y revolucionario en cada niño, que la educación debe ser conservadora “. También lo había visto así el filósofo Alain Renaut en Propósitos sobre la educación: “La enseñanza solo debe ser absolutamente retardataria. No retrógrada, todo lo contrario. Es para caminar en la buena dirección, que se da un paso atrás; porque, si no te colocas en el momento pasado, ¿cómo sobrepasarlo? “. El progreso supone la transmisión. Y es que del pasado, no se debe hacer tabula rasa.

Sin embargo, en materia de educación, se ha hecho diametralmente lo opuesto. Ya que sobre el efecto de una presión cada vez más fuerte, provocada por la mundialización y globalización liberal conservadora, durante el siglo XX, se han destrozado la gran mayoría de las transmisiones generacionales, como las herencias culturales y patrimonios de valores. Obviamente, este es un fenómeno tan sorprendente como inquietante, que conlleva infinitas consecuencias, especialmente en el nivel pedagógico. Así como se han demolido las reglas tradicionales del arte; o sea del cine, música, literatura, etc., el siglo XX ha sido el siglo de la deconstrucción de los valores tradicionales, incluso en el sistema escolar. Y, en su lugar, se ha implantado en las mentes, una especie de esquizofrenia colectiva. Por un lado, se ha instaurado una emancipación de los individuos que arrancan los grilletes tradicionales y son más libres y, por otro, sus resultados son catastróficos; pues lo malo es que esa libertad, a menudo, va acompañada de una falta de preocupación, de respeto del y por el otro y de un sin número de incivilidades, mandando al vacío todo proyecto colectivo.

Para no extender al infinito este tema, dejaré de lado otros males, como son el analfabetismo social, la masificación, el habitual bajo nivel intelectual y formativo de los profesores, salvo excepciones, los nefastos métodos educativos, la autodestrucción del saber, sus desilusiones, la deplorable TV y sus incidencias, etc.… Me limitaré pues, a dos interrogantes significativos de la contradicción cultural en el universo de la globalización tecnológica, política, social y cultural que han impuesto los poderosos oligarcas del capitalismo liberal conservador internacional a escala mundial: ¿queremos un mundo de niños bien educados inteligentes y cultos? o ¿queremos fabricar una población de niños que se limiten a consumir, para que las empresas vendan lo que tienen a la venta? Esta es la disyuntiva que ya se planteaba Rousseau en su Emile o la Educación  ¿qué es mejor hacer?: “quant, au lieu d’élever un homme pour lui-même, ¿on veut l’élever pour les autres?

En este contexto, considero que hay que hacer distingos entre enseñanza y educación. Ya que, para una gran mayoría de familias, hoy en día, por desidia, por falta de tiempo, por desuso o porque lo consideran insignificante, descargan sus deberes de educación, sobre los profesores.
La “enseñanza”, en su esencialidad, está constituida por profesores, alumnos, un lugar público y un establecimiento escolar. Y la “educación “, con todo lo que conlleva, es o debería ser, más bien un asunto de los padres, que debe estar dirigido no hacia los estudiantes, sino hacia los hijos, en un marco privado, que constituye la familia. Ello, no impide, evidentemente, que los padres puedan enseñar y los profesores educar, pero estas tareas no se confunden, y por lo general de los profesores depende la enseñanza y de los padres la educación.

Aunque este hecho, es evidente y, por supuesto, es sabido. Hago este comentario y encima insisto, porque me parece imperativo hacer hincapié en él. Pues, muy a menudo, las familias confunden ambos términos y depositan sus responsabilidades de educación sobre los docentes. Y esto tiene consecuencias catastróficas en la enseñanza, pues la cruda verdad demuestra que, si los alumnos no están relativamente educados, si no tienen adquiridos principios de civismo mínimos, cuando entran en la escuela, la instrucción resulta prácticamente imposible. Y es que, en consecuencia, tenemos una tenaza con sus dos mordazas, una que impide la transmisión de los valores y sus herencias de la enseñanza por un lado y, por el otro, la mordaza generacional que se despreocupa de una educación en valores desde el marco de la familia. Creo que son las causas principales del desastre social que en muchos sentidos tenemos actualmente y que desembocan en un sin número de anomalías que, así mismo, son susceptibles de dar respuesta a toda la serie de interrogantes que algunos nos hacemos cuando vemos determinadas imágenes por televisión o leemos y vemos determinados hechos que ocurren al lado mismo de nuestra propia casa e incluso en el propio Parlamento de la nación.



17 comentarios:

  1. Como respuesta te diré que das en el clavo. Como ejemplo te pongo a la que fué la escuela de mi hijo:La Salle de Cambrils. Los alumnos han podido salir mejor o peor preparados, pero en las reuniones de padres siempre se hacía hincapié en que no bastaba con enseñar sino que había que educar y formarles como personas. Y esto se ha perdido como muy bien dices, salvo excepciones claro está.

    Un abrazo

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  2. ¡Hola!,

    Un análisis que sirve para todas las épocas de la civilización y no solamente para la actual.
    A los padres les resulta más cómodo delegar sus responsabilidades en los maestros. Si el niño sale maleducado ya tienen a quien culpar.

    Un abrazo

    Pilar

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  3. Como siempre, vaya mi admiración por tu capacidad de pensar e ilustrar tus pensamientos con citas de intelectuales de todo tiempo.
    Es triste que nosotros, educadores toda la vida, aunque también enseñantes, tengamos que afirmar que las cosas en el mundo de la educación no van nada bien con el paso de los tiempos y, se supone, con la mejora de preparación de los docentes y de dotación de recursos de los centros. Yo vivo despreocupado de esa realidad pero no concibo que mis sobrinos -Enrique y Rocío- sean malos profesores y tengan malos alumnos. Que de cultura general no nos ganan a nosotros, creo, es un hecho. Pero seguro que tienen otros conocimientos que nosotros no valoramos. Y que nosotros hemos adquirido mucha de esa cultura con el paso del tiempo.
    Me conformaría con que los alumnos salieran de los centros de secundaria y de la universidad con capacidad de pensar por sí mismos y con mirada crítica. Y, ahora, tras la pandemia, que fueran conscientes de la necesidad que todos tenemos de todos.
    Poca capacidad de pensar -ni de leer- tengo yo en estos días y semanas. Vendrán tiempos mejores.
    Un abrazo

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  4. De acuerdo en esta visión dicotómica Educación / Enseñanza (Formación, instrucción, etc) y de la responsabilidad de cuna, padres, familia.
    Un valor esencial a preservar: respeto.
    Tema es necesario y fundamental para abordar con sólidas bases.

    Otro tema que está dando mucho que hablar: la tecnología aplicada a la evaluación. En este sentido la perspectiva de Merce Gisbert, especialista en Tecnologías aplicadas a la educación, es relevante.
    "El problema no es la tecnología, es la Educación. El éxito del modelo educativo finlandés no es tanto por su metodología sino porque existe un pacto de Estado por el que la Educación es lo más importante y el maestro, el profesional mejor valorado y de los mejor retribuidos. Aquí en cambio nos hemos orientado a crear diferentes burbujas: tecnológica, inmobiliaria, incluso universitaria, pero la Educación sigue sin ser una prioridad asumida y reconocida".

    Un abrazo

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  5. Siempre pensé, como tu bien dices en tu artículo publicado hoy, que nuestros representantes políticos deberían tener un discurso a la altura de sus retribuciones económicas, ¿o no ? Al Congreso de los Diputados solo tendrían que tener acceso los polítcos de profesión, altamente preparados para ocupar el escaño con que nos representan. En estos días estamos contemplando unos comportamientos de algunos diputados de la derecha, que sonrojan a qualquiera con dos dedos de frente. Es bochornoso y vomitivo el espectaculo a que nos someten a los ciudadanos, no sé como tienen estómago de llamarse "Señorias"...
    Siempre se dijo que a la escuela se va ya educado. Yo creo que al Congreso también.
    Enhorabuena por este artículo que me complace plenamente.
    Un abrazo querido amigo. J.Antonio.

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  6. Es verdad, yo también pienso que la educación empieza en casa y tiene de ir acompañada con la enseñanza del colegio. Siempre unidas. Los padres y profesores tienen que saber uno de los otros, nunca descalificándose unos a otros, empezando padres y profesores dando ejemplo. Pero esto actualmente es complejo, con familias que los adolescentes han vivido crisis matrimoniales de los padres o la familias desestructuradas económicamente o por otros motivos. Ya sabemos que "donde no hay harina todo es mohina". Pero los Políticos no tienen perdón. Siento vergüenza ajena.

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  7. Buenas tardes Juan Antonio. Acabo de leer tu último artículo y estoy totalmente de acuerdo, la instrucción para el profesorado y la educación para los padres. Otro gallo cantaría en nuestra sociedad si así fuera.
    Leo todo lo que que mandas y me gustan mucho tus exposiciones y argumentos en los distintos temas que tocas. Un saludo.

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  8. Un buen artículo y unas buenas reflexiones.

    Jaume

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  9. Pues sí que ha sido de mi agrado. Me parece muy redondo y que toca un problema bastante capital.
    Un abrazo.
    Jaime

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  10. Excelente artículo. Un grave problema el de la educación y lo que entendemos como mala educación que se ha ido extendiendo a todos los ámbitos de nuestra vida social.

    Elena

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  11. Buenas noches, el artículo buenísimo. No sé si has leído algo de Norberto Bobbio, el profesor Galinsoga nos habló de él, es una pena qué estemos dónde estamos. Y es que en EE.UU. el que tiene una pistola se cree superior a los demás.
    La conciencia la perdimos a mitad del siglo XX.

    Alberto

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  12. Muy interesante. ¡Enhorabuena!

    Mª Jesús

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  13. Hola J.A.
    Es verdad que se ha de educar en casa y se ha de enseñar en la escuela, acompañando esta enseñanza de valores educativos.
    Recuerdo que, cuando era pequeña, escuchaba decir a las personas mayores: "Uno es, lo que mama en casa"; ahora que soy mayor creo que no es del todo cierto, porqué, por suerte, aún existe juventud con sentido crítico adquirido, en el devenir de su vida y a veces contrario al de sus padres. La lástima es que, otra parte de esa juventud, tenía que haber estado educada hace 35 o 40 años.

    El tema, no tiene fácil solución, pues el sistema de vida que nos hemos dado, ha traído, como consecuencia, la falta de tiempo para estar y dedicárselo a los hijos. Además e de que a muchos padres ya les vaya bien, "aparcar"a los niños en el colegio.
    No obstante, yo que tengo un hijo docente, no me cansaré de elogiar a este colectivo, que tiene ganado el cielo y hacen "mans i manigas", para formarse, estar a la altura en las nuevas tecnologías y suplir, muchas veces, a los padres, en su tarea de educar.
    El asunto Juan Antonio es, para estar hablando de él unas cuantas horas más y no solamente comentarlo en cuatro líneas.
    Gracias.

    Un abrazo
    Magda D.

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  14. Muy bien, solo que creo que en esta ocasión te ha salido un poco demasiado largo teniendo en cuenta que es un artículo para la prensa, no para una revista, la excesiva extensión limita el número de posibles lectores.

    Buenos días.

    Ramon Morell

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  15. Como ya te dije varias veces, todos los políticos son impresentables sin excepción.
    Vos sois un experto en educación, así que no puedo opinar;pero, como siempre, impecable redacción. Me alegro que te puedas explayar en lo que tanto te gusta que es escribir.
    Buen finde.

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  16. Lo que pasa a diario en el Congreso de los diputados es aberrante.Se diría que son irresponsables ,incultos sin educación.Tienes mucha razón.Bravo.

    Rafael

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Gracias por tus comentarios.