lunes, 20 de marzo de 2023

20 de marzo. Día mundial de la felicidad

 

Seguramente, en más de una ocasión todos nos hemos preguntado si somos felices y el por qué de nuestra felicidad. Personalmente, he de manifestar que yo sí lo he hecho. Y aunque cada vez que me he formulado la cuestión he percibido y creído que sí era feliz, no sé tampoco muy bien porqué en ocasiones he dudado de la respuesta. En este contexto, una de las ideas esenciales de Aristóteles es que los seres humanos que quieren tener una buena vida y ser felices deben luchar por desarrollar su potencial personal; es decir, la capacidad que tienen de crear, innovar y cumplir con sus objetivos personales y vivir de acuerdo con ellos conforme a su actitud y entusiasmo. Es de suponer que el filósofo griego nos anima a buscarla porque nadie nace feliz o infeliz; pues, de hecho, no se conoce un gen de la felicidad y ésta no se hereda. Tal vez por ello cuando buscamos la felicidad de forma activa, casi nunca se encuentra. Y es que, para la mayoría de los seres humanos, la felicidad es un estado de ánimo algo complejo. A este respecto, todos somos lo suficientemente aptos y hábiles para dar con un sentido de la vida que nos permita ser felices; aunque algunas personas no lo consigan. Quizás, porque el significado y curso de la vida cambia de un año a otro, de un día a otro y de una persona a otra. Por lo tanto, el reto es encontrarle el sentido en los diferentes caminos que nos va presentando la propia existencia, pues la felicidad no es un destino, sino más bien una cualidad con la que se transita en la vida.

 

Definir la felicidad no es sencillo. La RAE la concreta como el estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno. Para mí es simplemente comprometerse con la textura de la vida, pues la felicidad es nuestra responsabilidad individual; pero en nuestra ultramoderna sociedad resulta tentador culpar a todos de todo lo malo o negativo que nos ocurre, menos a nosotros mismos y así, teniendo como base este planteamiento, considero que es difícil alcanzarla. Y, además, estimo que para ser feliz se ha de contar con las cartas que nos tocaron al nacer, sobre todo si están en contra de uno, ya que entonces creo que es más difícil llegar a ser feliz. Pues la felicidad no es un sentimiento vago e indescriptible, sino un estado físico del cerebro que puede inducirse de manera deliberada y que podemos alcanzar por nosotros mismos, ya que forma parte de lo que somos; pero que tiene poco que ver con lo que ocurre a nuestro alrededor. Un hecho que los científicos han demostrado no hace muchos años y que la práctica de la meditación budista conoce desde hace siglos.

 

La manera de proceder frente a la felicidad es una característica tradicionalmente cultural, y como tal varía. De hecho, iniciamos la búsqueda de la felicidad hace relativamente poco tiempo, ya que empezamos a interesarnos por ella a partir de siglo XVIII, con las consideraciones que proclamaba la Ilustración. Posteriormente, John Stuart Mill, teórico del utilitarismo, en su primer libro Sistema de lógica inductiva y deductiva, nos advertía que “Es mejor ser un humano insatisfecho que un cerdo satisfecho y es mejor ser un Sócrates insatisfecho que un tonto satisfecho”. O sea, que era preferible razonar por uno mismo y adoptar decisiones y actuar juiciosamente en relación con el mundo que carecer de esas cualidades, aunque uno estimase y valorase ser más feliz sin ellas. En cualquier caso, la cuestión creo que es cómo lograr que la búsqueda de felicidad se convierta en algo provechoso para el individuo y para la colectividad. Puesto que los cambios tecnológicos y de estilo de vida de los últimos tiempos han sido tan rápidos que no hemos tenido la capacidad suficiente para adaptarnos totalmente a ellos y seguir el ritmo marcado para ser felices globalmente. Y posiblemente por esta razón, imperan hoy día el individualismo y la desigualdad que acaso sean la causa de que tengamos una sociedad muy conflictiva, llena de incertidumbres y un tanto descontenta e infeliz. Por otra parte, el hecho de que se haya puesto de moda solamente la felicidad individual, casi excluyendo la colectiva, me parece que es desafortunado, porque se le está diciendo a cada uno que piense solamente en su felicidad personal psicológica, rompiendo así la relación social global de la felicidad con la justicia, con la ética y con las virtudes que ésta conlleva como felicidad pública colectiva. Y, además, porque acceder a la felicidad desde una coyuntura individual genera un descrédito de los valores que la sustentan desde la propia filosofía; ya que, si bien intentar ser feliz es una proposición simple que no se puede negar racionalmente, a duras penas se puede obtener siempre. Y esto ocasiona frustraciones y que renunciemos como sociedad a ser felices en la vida y con la vida.

 

Así pues, la felicidad es necesaria, tanto a nivel individual como colectivo. Su importancia la indica el hecho de que la Asamblea General de la ONU decretó en la resolución 66/281 de 2012 que tal día como hoy, 20 de marzo, se conmemorase el Día Internacional de la Felicidad con el objetivo de considerar la felicidad y el bienestar como anhelos universales de los seres humanos y la utilidad de su inserción en las políticas de gobierno. No obstante, para conseguirla, conviene no olvidar que la felicidad viaja siempre de incógnito, pues está en uno mismo. Y es que cada uno es como es y debe conocerse y el que lo consigue, probablemente es feliz.

 

 

18 comentarios:

  1. Muy buenos días:
    En ocasiones me he preguntado " si soy feliz". Pero la respuesta no ha sido clara: he sido feliz, indiferente y muy poco feliz. Lo cierto es que es una pregunta complicada de contestar y aún hoy no sé la respuesta. Te dejó con tu felicidad y un abrazo.

    Pilar

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  2. Buenos días tío. Gran articulo con tu punto de reflexión, como siempre haces….., al fin y al cabo la felicidad es un estado de ánimo de cada uno y en el que está claro que cada cual la busca a su manera ,da igual la que sea. En mi caso ya me conoces pocas veces estaré triste…jajaaaj, es una pérdida de tiempo, los problemas en mi caso intento que me duren bien poco, tengo la capacidad, que no se si es bueno o malo, de pasa un poco de todo …., incluso de una enfermedad que casi, como tu bien sabes, me cuesta la vida.

    EN CONCLUSIÓN QUE CADA UNO SEA COMO QUIERA SER PARA SER FELIZ CON LA ÚNICA CONDICIÓN DE RESPETAR A LOS DEMÁS……

    Un beso fuerte.

    Nacho

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  3. Hola Juan Antonio.
    Después de leer tu artículo, lamento decirte que, siempre que he acudido a la palabra "felicidad" buscando una fórmula, una receta o una solución, no la he encontrado. La felicidad, te la vas labrando día a día(como bien dices), con tu actitud, tu manera de proceder, tu empatía con los demás, etc...etc. Incluso, cuando el destino te golpea y altera tu estado de ánimo, has de luchar para asumirlo y seguir adelante para revertir, en lo posible esta alteración negativa. Lo que, si he aprendido con los años es que, facilidad y felicidad, solo difieren en una letra y es por algo; tampoco es casual, que una vaya antes que la otra.

    Un abrazo
    Magda D.

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  4. Magistral. Muy bien expresado. Nunca te acostarás sin saber una cosa más. No sabia que el 20 d marzo era el día internacional de la felicidad. Respecto al concepto de felicidad he pensado muchas veces en lo que me dijo en una ocasión un señor de edad. Decía que si le preguntan si es feliz o no él contestaba que lo de la felicidad es relativo porque él consideraba que tenia "momentos" de felicidad. Y creo que tenia razón....

    Era muy razonador....
    Magda Sellarés

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  5. Me gusta, muy de acuerdo. Y ¡Feliz primavera!

    Alba

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  6. Tu escribes que la felicidad depende de las cartas que te han tocado al nacer. Lo comparto plenamente. También uno mismo tiene que gestionar poder ser feliz dentro del habitat suyo y comparto, el poder hacer felices a otros seres te aumenta la autoestima.

    Encarna

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  7. Yo la verdad soy feliz y me la dan mis tres nietas solo tengo un pero que el jueves empiezo la diálisis y se que me va a cambiar el ritmo de mi vida pero en fin todo sea para bien.

    Antonio

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  8. Buenas noches, muy bueno el artículo, me acuerdo de lo que enseñaba a las alumnas, unas de color, otras blancas, otras entremezcladas. Yo le decía a las de color, tenéis lo mismo que las demás; la diferencia es que no habéis nacido en Suecia sino en África...

    Alberto

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  9. No sabía que el 20 de marzo hubiese sido declarado Día de la Felicidad, si sabía que hoy, 21, es el Día Internacional de la Poesía, pero no sabía el día de la felicidad. Muy bien tu artículo, este está mucho más a mi alcance que tu trilogía sobre la consciencia y la conciencia. Citas, y con razón, a Stuart Mill, ¿cuantos economistas actuales razonan como él?
    Ninguno, ahí está el gran cambio de análisis y razonamiento que ha hecho la economía desde la llegada del neoliberalismo. Te felicito y sigue sin parar.

    Un abrazo.
    Ramón

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  10. Me encanta tu artículo de hoy "20 de marzo.
    "Día mundial de la felicidad"
    Es bonito, muy bien razonado y expresado con un lenguaje cordial que contagia la felicidad al leerlo. Mi carácter creo que no es para nada complicado, ni pesimista y cuando he tenido algún que otro tropezón me repongo rápido, tampoco soy rencorosa y los enfados se me pasan en un pis-pas, en eso puede que yo también sea feliz, creo que no me complico la vida, aunque algunos lo hagan... en estos momentos tengo la vida que quiero, más adelante Dios dirá...
    Ser feliz a pesar de las dificultades que todos tenemos para serlo en el día a día, tendría que ser una obligación primordial, nuestra salud va en ella.
    Gracias por este magnífico artículo y enhorabuena por el buen ánimo que me ha proporcionado.

    Pili

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  11. Hola Juan Antonio,
    Suscribo casi por completo toda la disertación que haces acerca de la felicidad, aunque mi opinión es que la felicidad verdadera solamente existe en un estado de inocencia noble y pura, es decir aquél que experimentamos y que sentimos, parafraseando a Machado, durante aquéllos días azules y bajo aquél sol de nuestra infancia.

    Un abrazo,
    Miguel Ángel

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  12. Holaaa,
    M'ha agradat molt el teu article sobre la felicitat. Crec que és profund i posa en relleu la importància de la felicitat no només individual. La relaciona amb valors i amb conèixer i acceptar allò que esdevé.
    Molt, molt interessant
    Besitos
    Joana

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  13. Buenas noches Juan Antonio, sigues en tu linea de profundizar y desarrollar temas muy subjetivos y precisan del auxilio de la filosofía para desarrollarlos por ello me provocan una cierta desazón.
    Considero muy difícil teorizar e intentar dilucidar que es la felicidad como un concepto universal y objetivo. ya que como mucho creo que es una apreciación personal circunscrita que puede ser aceptado como un estado sincrónico dentro de un sistema de valores simultáneos o más bien diacrónico a través de cambios que evolucionan con el tiempo, tanto es así que para Kant la felicidad es parte integrante del sumo bien, síntesis de bienestar en la virtud, pero por ello la felicidad es irrealizable ya la naturaleza no ofrece un marco para que se desarrollen las tendencias, inclinaciones y voliciones del hombre -
    Entiendo que lo más que podemos percibir son estados de bienestar. satisfacción y plenitud temporal en los que no percibimos ansiedad ni temor, pero difícilmente la felicidad es un estado permanente y absoluto.
    Sigue con tus cavilaciones y divulgaciones ya que invitan a la reflexión e introspección muy conveniente en estos tiempos de ideas prefabricadas.
    Un cordial saludo
    Jordi

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  14. Es un artículo interesante y complejo, además de difícil. Pero como a ti nada te espanta... Hay también un enfoque más pragmático. Lo resume esta frase de Albert Schweizer: “La felicidad no es más que una mala memoria y una buena salud”.
    Un abrazo.
    Jaime

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  15. Es un tema muy complejo y entrelazado con el bienestar. Yo pienso que es algo íntimo, personal e intransferible. En todo caso, muy interesante el artículo.

    Rosa

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  16. Muy profundo, muy filosófico, muy largo.
    La felicidad es despertarse cada día con buena salud, para mí . Tan simple como esta corta frase, ¡ Feliz primavera!

    Mirta

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  17. Creo que alguno de esos conceptos, como el de la consciencia, que otros llaman autopercepción, está en la base de lo que escribes sobre la felicidad cuando dices que cada uno es como es y que si llega a conocerse a sí mismo es posible que llegue a ser feliz.
    Es posible que para llegar a esa felicidad colectiva de la que hablas sea necesario ser feliz individualmente y lo que puede parecer un acto de egoísmo sea algo necesario para poder comunicar a los demás un estado de ánimo que ellos también pueden llegar a alcanzar. Se dice que el finlandés, así en general, es el pueblo más feliz del planeta. Y no será porque entre ellos no los haya pesimistas o incapaces de esa búsqueda de felicidad .Dicen que lo son por el hecho de tener un alto nivel de vida y tener satisfechas sus necesidades básicas. Esto nada tiene que ver con esa búsqueda individual o porque sean más capaces que el resto del mundo para alcanzar la felicidad. Por otra parte, pienso que la felicidad, en abstracto , y ser feliz, en concreto y bajando a posiciones individuales, pueden ser cosas diversas Precisamente porque la felicidad la fija cada uno de acuerdo con unos parámetros que seguramente serán diferentes a los del vecino. Es, como dices, “una cualidad con la se transita en la vida” y como tal, individual y personal.
    Me resulta difícil entender lo que dices sobre la simplicidad de ser feliz y que no se puede negar racionalmente y la dificultad de serlo y que concluyas que la felicidad es necesaria tanto a nivel individual como colectivo. Eso me lleva a deducir que difícilmente encontraremos seres o sociedades felices Yo creo en la felicidad individual que contagia a mi entorno y que le induzca a buscar la suya.

    Merche

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Gracias por tus comentarios.