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lunes, 4 de noviembre de 2024

El bombardeo del Liceo Escolar: 87 años de memoria

 

Era una de esas tardes grises, desapacibles, frescas y húmedas de mediados de otoño. El viento frío del Pirineo que soplaba levemente, no parecía presagiar la tragedia que acaecería en un breve espacio de tiempo. Aquel día, el Segre portaba un extraordinario caudal, tanto que estaba a punto de sobrepasar el muro de contención. La presión del agua era enorme y muchos viandantes se habían parado y hacían conjeturas sobre si podría o no soportar su empuje. Las dudas se disiparon rápidamente; con gran estruendo, la voluminosa potencia del agua lo derribó como si fuera un gigante abatido por las fuerzas de la naturaleza y una inmensa ola arrasó todo lo que encontraba a su paso. Aquel reventón del río fue solamente el preludio de lo que, un rato más tarde, sucedería. Y…, así llegó la tragedia. Eran las 15:40 horas del día 2 de noviembre de 1937, el Liceo Escolar, junto al mercado de Sant Lluís y los edificios circundantes, fueron destruidos. En aquel infame y perverso ataque fascista, en un instante, perdieron la vida medio centenar de alumnos y varios profesores del colegio. La población de Lleida que transitaba por las calles, aterrorizada y confusa, se refugiaba donde podía ante la masacre que se estaba produciendo. Y se quedó muda y perpleja, como los humanos nos quedamos a veces, mirando a los estudiantes y educadores que yacían en el suelo, esperando que se levantasen y volvieran a caminar en cualquier momento. Pero…, ellos, no volvieron.

“Tres cuarenta de la tarde. Se abrió el cielo y de pronto se hizo grande, arrojó fuego... Paseo, miro hacia donde estaba el Liceo. Rememoro la tragedia y, de nuevo, siento miedo. Recorro las calles de Blondel y alrededores esperando veros y no os encuentro. Os busco, compañeros, os llamo y desespero. Ya solo queda el recuerdo. Tres cuarenta de la tarde… Silencio”

Estos sucesos, mucho más largos y extensos, casi entre lágrimas, me los relató hace años, un día de otoño, mi suegro.

 

Segre 11.11.2024

Hasta hace pocos años, se creyó firmemente que la Legión Cóndor fue la responsable de una de las masacres más crueles que sufrió la capital del Segriá. Sin embargo, una investigación de los periodistas Jordi Guardiola y José Carlos Miranda reveló que el terror fascista no provenía de Alemania, sino de la Aviazione Legionaria Italiana. Y además, parece ser, que fueron las  condiciones meteorológicas las que decidieron el fatídico destino el 2 de noviembre de 1937. Entonces, casi como ahora con la Dana, fueron unas abundantes y pesadas nubes que había sobre la localidad de Flix, en Tarragona, las que determinaron el futuro de medio centenar de alumnos y varios profesores del Liceo Escolar de Lleida. Por lo que se conoce, inicialmente el objetivo de las fuerzas aéreas sublevadas era Flix, pero las citadas nubes llevaron a Lleida a ser el blanco de los bombardeos. No se sabe si fue una casualidad o un plan B premeditado. El hecho es que durante el ataque, parte del Liceo Escolar fue destruido, causando la muerte, como indico anteriormente, de cincuenta niños y algunos profesores. Y que el mismo bombardeo también impactó el Mercado de San Luis, donde muchas mujeres y niños perdieron la vida.

 

Ayer, 3 de noviembre, Lleida volvió a recordar estos hechos, una de las páginas más oscuras de su historia: el bombardeo del Liceo Escolar. La Paería, conmemoró el 87 aniversario del trágico suceso con un acto sencillo pero cargado de emotividad, en el que autoridades municipales y familiares de las víctimas se reunieron, una vez más, en la calle Blondel junto al monumento “Dignidad, Memoria y Vida” que homenajea a las víctimas y supervivientes del bombardeo, para recordar a los más de cincuenta alumnos y profesores que perdieron la vida aquel fatídico 2 de noviembre de 1937. El acto se abrió con una introducción histórica a cargo del historiador Oriol Bosch. Seguidamente, el regidor de Educación, Xavier Blanco, pronunció unas palabras en las que recordó el horror vivido aquel día, subrayando la importancia de mantener viva la memoria de este suceso para que tragedias como ésta no se repitan. A continuación la compañía de Teatre La Màxima, de la Fundación Privada Ilersis, bajo la dirección artística de Jaume Belló y Mireia Freixas, recreó los hechos sucedidos, acompañada por la alumna de viola del Conservatorio Municipal de Música de Lleida Laura Baraut, que interpretó El cant dels ocells. El Sr. Sampedro, uno de los escasos alumnos que continúa con vida, nos recordó a los asistentes el dolor y la injusticia de aquel día haciendo un emotivo llamamiento a la paz. Y cerró el acto el Sr. Alcalde, Félix Larrosa que, tras pronunciar unas emotivas palabras, realizó la ofrenda floral, conjuntamente con varios regidores y familiares en memoria de los alumnos y profesores fallecidos.

 

Ofrenda floral 4.11.2024

Un lienzo gris, manchado por la tragedia, se desplegó sobre Lleida aquel aciago otoño. El viento, como un susurro de fatalidad, anunciaba la tormenta que se cernía sobre la ciudad. El río, embravecido, rugía como un león enjaulado, presagiando el caos que se avecinaba. Y así, entre el cielo plomizo y la tierra anegada, la muerte sembró su terror, transformando un día cualquiera en un eterno lamento. Las bombas, como látigos de odio, azotaron la ciudad, dejando una estela de dolor y desolación. La inocencia de los niños, la sabiduría de los maestros, se apagaron en un instante, víctimas de una guerra cruel y despiadada. Lleida, marcada por la cicatriz de aquel día, ha decidido no olvidar. Con cada aniversario, la ciudad reafirma su compromiso con la paz y la justicia. El recuerdo de las víctimas nos obliga a construir un futuro donde la violencia no tenga cabida. Que la memoria de aquellos niños y profesores sea un faro que ilumine nuestro camino hacia una sociedad más justa y equitativa.

 

17 comentarios:

  1. Muy buen trabajo. Muy bien expresado y ambientado. Muy buenas imágenes. Y muy bien recordar.

    Pepe Pascual

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  2. Importante que se recuerde y no caiga en el olvido.

    Magda Sellarés

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  3. Muy emotivo el acto, ya me lo comentó Rosa.
    Un beso para los dos.

    Mª Jesús González

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  4. Es una historia que no conocía . Buena narrativa . Felicidades .

    Carmen Rengel

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  5. Buenas noches. He visto la foto y el reportaje en Segre. Hay que mantener este aniversario y darle difusión. Lo merece. No olvidar.

    Anna Azanuy Tantull

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  6. Ese día, mi jefe el Sr.Villalonga y su hermana se libraron por llegar tarde al colegio. Eso nos lo contó varias veces y conozco algún cliente más.
    Buenas noches.

    Antonio Puig

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  7. Moltes gràcies pel teu emotiu escrit. I gràcies a tots els que manteniu viu aquest tràgic record i la lluita perquè mai més no es torni a repetir.

    Mati Hernández

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  8. Muy bonito y emotivo, poder recordar la triste tragedia con algún sobreviviente entre ellos, tiene que ser de una gran tristeza.... ,sobre todo, para Rosa que en los últimos homenajes todavía tenía a su padre.

    Un abrazo para los dos.
    Anna Extremera

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  9. Un bonito homenaje y recuerdo a los inocentes que perdieron la vida por la crueldad de personas sin escrúpulos . Lo más indignante es que los humanos no aprenden del pasado y se siguen cometiendo atrocidades con personas inocentes .
    Un abrazo. Buenas noches
    Anna García

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  10. Muchas gracias. Qué bien escribes y qué emotivas tus palabras. No hay que olvidar..

    Elena Novo.

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  11. Ojalá que así sea y se cumpla el final de este artículo.

    Magda Díez

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  12. Em va agradat molt l'article de Tots Sants. Un text per reflexionar sobre la mort . Molt bonic.
    Bon dia. Que guapa Rosa!!

    Joana Companys

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  13. El artículo es interesante lo que cuentas de que un imprevisto atmosférico, haga cambiar el destino de muchas vidas. También la aclaración que no fue la aviación alemana, y si fue, la italiana. Las tragedias donde las víctimas son niños son doblemente dolorosas.
    Os he reconocido en la foto, Rosa con la ofrenda de flores y tu en segunda fila.

    Encarna Bosch

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  14. Muy bien, Juan Antonio, además con información de primera mano mediante tu suegro que debía ser uno de los pocos que salvo la vida. Encuentro también muy acertada la referencia a los diferentes actos que tuvieron lugar con motivo del 87 aniversario de la masacre. Yo, como leridano, te doy las gracias por este muy buen artículo recordando el hecho más atroz que vivió esta ciudad durante la guerra civil.
    Un abrazo.
    Ramón Morell

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  15. Hola Juan Antonio, gracias por el artículo.
    Me ha llegado en un momento en que soy sensible a las palabras finales de tu artículo: "Que la memoria de aquellos niños y profesores sea un faro que ilumine nuestro camino hacia una sociedad más justa y equitativa".
    Hoy mismo he podido ver la película basada en la novela "El maestro que prometió el mar" que a su vez nos acerca a la memoria de la vida del maestro republicano catalán Antoni Benaiges, natural de Mont-roig del Camp.
    Su historia, contada con cariño, me ha conmovido y te la recomiendo especialmente en cualquiera de sus versiones, literaria o cinematográfica.
    Un abrazo,
    Miguel Ángel

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  16. Este artículo cae dentro de la categoría "Impresionante". Ya había tenido noticias del bombardeo por otro artículo tuyo anterior, pero, fíjate, hasta que no lo leí no había tenido la menor noticia de ello. Me imagino que en el acto os sentiríais realmente sobrecogidos. Afirmo esto porque yo, sin estar allí, así me he sentido leyéndolo.
    Un abrazo.
    Jaime Martínez

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Gracias por tus comentarios.