Aunque me había despedido hasta septiembre, las especiales características del acontecimiento: "Declaración ante la Audiencia Nacional del ciudadano Rajoy en el caso Gürtel", me obligan a realizar un inciso veraniego y vuelvo a escribir estas notas para dar mi opinión sobre el citado suceso.
Define la RAE la palabra cinismo
como la actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de
forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación.
El origen etimológico de la
palabra cínico proviene del griego clásico kyon
que significa “perro” y comparte raíz con la palabra can. Así pues,
literalmente, los miembros de la escuela griega de pensamiento “cínico”,
fundada en la Antigua Grecia durante la segunda mitad del siglo IV a. C. por el
griego Antístenes que defendía la vida sencilla como camino para alcanzar la
felicidad, serían “los perrunos”.
Sus seguidores, reinterpretaron
la doctrina socrática especulando que la civilización y su modo de vida era un
mal y que la felicidad venía dada practicando una vida sencilla y afín con la
naturaleza. El ser humano transportaba ya, en sí mismo, los fundamentos
necesarios para ser feliz. Y adquirir su autonomía era, de hecho, el verdadero
bien. De ahí el rechazo a las riquezas y a cualquier manera de preocupación
material. El ser humano con menos exigencias era el más libre y el más feliz.
Diario "El Segre" 29 de julio de 2017 |
Vivimos en una sociedad que
tiende a excitarnos las pasiones más que el raciocinio. Y quizá por ello, en
este caso, escuchando las respuestas dadas en el juicio, el ciudadano Rajoy nos
impulsa a intentar descubrir la quinta y oscura esquina de una habitación
cuadrada. Posiblemente, porque como nos dice Arundhati Roy en su otra Espectros
del capitalismo, “los seres humanos somos una especie psicótica, y es posible
que nuestra inteligencia haya superado a nuestro instinto de supervivencia”. En
ello estamos.
Y, mientras tanto, ¡los cínicos
nos gobiernan…!
Está muy bien, pero... ¿no quedamos en que desconectabas?
ResponderEliminarLo que no me explico es cómo no te han asignado ya una columna semanal en el periódico. Garantizarían buen criterio, un muy buen modelo de escritura, erudición... Pues casi lo que menos suele abundar.
Descansa...
Un abrazo.
Jaime