Se define léxico como
el conjunto total de palabras que hay en un idioma. Actualmente, el diccionario
de la Real Academia Española de la lengua contiene unas 80.000 palabras, a las
que hay que añadir unos 70.000 términos presentes en el de americanismos. Es
decir, en total, el inventario de las unidades que conforman nuestra lengua
española vendría a ser de unas 150.000 palabras. No obstante, es bien sabido que ningún idioma es totalmente puro; todas las
lenguas han tomado prestado algo de otras lenguas. Estos préstamos, son los
denominados extranjerismos; es decir, palabras o expresiones de origen
extranjero que usamos habitualmente en nuestra lengua. Son los llamados
extranjerismos adaptados. Otros, por el contrario, son palabras más recientes,
que no han sido adaptadas, y que se conocen como extranjerismos crudos. Algunos
son necesarios porque no existe un término apropiado
en español que sirva para traducirlos. Y, en consecuencia, conservan su
pronunciación y escritura original, y deben ir destacados en cursiva para dejar
claro que no son términos de la lengua española. Sin embargo, hay otros que son
totalmente innecesarios; ya que tenemos
un término específico en español para referirnos a ellos.
En este contexto,
últimamente, parece haberse puesto de moda en nuestro idioma la utilización de
muchas palabras “exóticas”, antiguas y modernas de muy escaso uso. Así como el
empleo de los aludidos extranjerismos que provienen, fundamentalmente, del
inglés. Respecto a estos últimos, la cantidad de palabras prestadas del citado
idioma que invaden el español no deja de crecer. Y, en esta especie de cajetín
de la Lengua, las usamos, quizás, porque nos parece que suenan mejor, o porque
no conocemos su equivalente en español o simplemente porque, como digo, se han
puesto de moda. Creo que, ante el uso de tanta proliferación de términos,
inusuales unos y ajenos otros, lo único que se consigue es hacer el ridículo al
despreciar el riquísimo léxico del español. Y, como para muestra bien vale un
botón, lean, si les parece bien, el siguiente inventado relato:
La Mañana 24.02.2019 |
“Empecé a escribir en el instituto, siendo, gustosamente, ancilar de un
profesor de filosofía clásica que ejercía su función como si fuera un
dicasterio. En esta actividad escrita, tan querida para mí, a veces, me imagino
contar lo que cuento con determinados exordios personales. Son, al fin y al
cabo, castizas expresiones clásicas modernas, como postureo o viejuno. En otras
ocasiones, fraguo escribir lo que escribo usando tecnicismos recién fabricados
como desambiguar, reconfigurarse o con algún novísimo neologismo como
sensaciones propioceptivas. En este sentido, confieso que no me agrada abusar
de semejantes chirinolas; pero…, esporádicamente, me too, participo de ese movimiento iniciado de forma viral como hashtags en las redes sociales.
De igual forma, considero
que deberíamos estar muy atentos a la hora de leer la prensa escrita, escuchar
determinadas noticias en la radio, ver los informativos de la televisión o los
mensajes de la redes sociales; pues, de vez en cuando, algún Spoiler intenta evitar que uno pueda
llegar a sorprenderse ante categóricos y específicos Fake news informativos. Y un hecho semejante ocurre con los memes que están
invadiendo internet durante los últimos años o con los streamings,
que gracias al hecho de que aparecen unboxing
en Youtube te permiten sacar el producto de su packaging y comprobar
lo que contiene sin recibir totalmente la información.
No obstante lo advertido
anteriormente, he de confesar que, cuando escribo, procuro utilizar palabras
cortas, pues sufro de hipopotomonstrosesquipedaliofobia. Y este hecho me obliga
a realizar una narrativa midcult ,
utilizando para ello la técnica de un hablar hic et nunc; a pesar de que esta circunstancia me plantea un cierto
riesgo al tener que valerme del Feedback para
conseguir que el leitmotiv de mi
texto atrape al lector.
Siguiendo esta línea de
pensamiento, es importante mencionar que Freud estableció los dos principios opuestos que regían nuestro funcionamiento
mental: el principio de placer y el principio de realidad. El de placer sólo
busca la satisfacción inmediata de nuestros instintos y de nuestras
necesidades, mientras que el de realidad actúa como principio regulador y
somete la búsqueda de la satisfacción a las condiciones impuestas por el mundo
exterior. Pues bien, tal vez debido
la agitada vida que llevamos en este siglo XXI, para buscar el equilibrio
necesario, últimamente, se han
puesto de moda los TEDx. Las imparten
verdaderos cracks en su
profesión, personas como Bill Gates
o Sergey Brin, por citar dos ejemplos que forman parte del establishment intelectual tecnológico de nuestros días. Y las realizan mediante
las Ted Talks, con el propósito
de conseguir ser más adaptativos por medio del mindfullness myself y así poder ver las cosas de este ajetreado
mundo desde otra perspectiva.
Y, de acuerdo con esto,
es lo que procuro hacer cuando escribo; pues escribir, básicamente, consiste en
exponer ideas corriendo riesgos: Y, generalmente, intento plasmar mis pensamientos sin cometerlos. Sin embargo, no siempre lo consigo y, entonces, como si fuera
un prestigioso topoi, me refugio, sin
causa definida, en un profundo spleen y me
dedico a frecuentar determinados lugares de moda,
viviendo en esa distopía que recrean las revistas del corazón, como si fuera un
outsider.
En fin, espero que les
haya quedado bien claro los spins de
todo cuanto digo; pues mi intención ha sido, a través del catch-all., conseguir un show
de stand up. Eso sí, evitando el peligro de caer en un self-deprecating humour.”
Y ya no digo, ni escribo
más. En todo caso, espero, amigo lector, que la lectura de esta paremia, le
incite a efectuar alguna reflexión. Gracias por su atención.
Vaya palabreja la de, hipopotomonstrosesquipedaliofobia. Como mi inglés es mínimo, he tenido que buscar casi todos los extranjerismos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, en que, teniendo un léxico tan rico, tengamos que utilizar tantos extranjerismos; sobre todo, los crudos, que hemos introducido también como consecuencia de las nuevas tecnologías, no debieran ser usados con tanta frecuencia y hasta me atrevería a decir, de manera un poco "pija".
Espero que muchas personas lean dicho artículo y tengan en cuenta tu paremia(como lo haré yo).
Un abrazo
Magda
Magnifique article, je suis restée bouche bée, tellement grande est ta maîtrise de la langue. Bravo et felicitations. ( j'avoue que plus de la moitié des mots anglais que tu as utilisés me sont pratiquement inconnus, ou, tout au moins absents de mon lexique.
ResponderEliminarTeresa Castelló
¡Hola!, veo que hoy has cambiado de registro y te has introducido en la linguistica de la lengua castellana, con una crítica con sentido del humor. La lengua evoluciona en un sentido diacrónico, pero no podemos obviar su realidad del momento y en esta sincronia se construye la actual realidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Jordi
Bueno, bueno, bueno. Me hago una pregunta con mucha curiosidad... ¿Si tú, cuándo escribes, te afloran las ideas sobre el texto qué
ResponderEliminarestás escribiendo o por el contrario, primero piensas, meditas y luego escribes?
Creo que eres todo un crack pensando... Me encanta tu artículo, aunque la mitad de los bocablos no sé qué significan!
Un saludo
Anna Extremera
¡Hola!,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en el uso innecesario de palabras extranjeras que arrinconan las propias del idioma español, empobreciéndolo . Además hay que tener en cuenta que muchos lectores no comprenden el siginificado de estos extranjerismos.
¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Pilar
Bueno, tu texto no tiene nada de "paremia". Es bien extenso y complicado. Ya hace muchos años, 1993, cuando yo estaba en activo, recuerdo haber trabajado sobre un texto de Julio Llamazares lo que tú tratas en tu escrito: el abuso en el uso de términos extranjeros, innecesarios en castellano por existir el correlativo vocablo en nuestro idioma. Se titulaba "Modernos y elegantes". Los de ahora se refieren, sobre todo, a la tecnología. Los del texto de Llamazares, a términos de uso corriente y habitual desde "interwiews" hasta "basket" o "hand-ball".
ResponderEliminarGood night, sleep well and have nice dreams
Kisses
Merche
Aunque hay palabras castellanas que desconocía y alguno de los extranjerismos no los había oído nunca -sensaciones propioceptivas- debo felicitarte por tu escrito, por la riqueza y propiedad de tu léxico y por las instrucciones que te permiten darle el sentido que pretendes. Es penoso que devaluemos nuestro idioma tan estúpidamente, frecuentemente por ignorancia y por esnobismo.
ResponderEliminarGracias, Juan Antonio.
Muy bien expresado. El gran problema con la utilización correcta de un idioma es que la gente ya hace unos cuantos años que lee cada vez menos, especialmente la juventud. De ahí la infrautilización del lenguaje y las inmensas faltas de ortografía.
ResponderEliminarMagda
Me ha gustado mucho. He pasado un agradable rato con la lectura.
ResponderEliminarSaludos
Antonio
Me parece directamente genial, y de lo mejorcito que has escrito en cuanto a riqueza de lenguaje.
ResponderEliminar¿Cuándo te hacen fijo en el periódico? No sé que más quieren.
Un abrazo.
Jaime
Gracias por mantenerme en tu listin de direcciones. Me he enterado de poco y me he mareado con tantas palabras foráneas. Me las explicas cuando nos veamos.
ResponderEliminarSaludos. Marta
Tus artículos son siempre excelentes aunque un poco largos.
ResponderEliminarNo conozco las palabras, ancilar, dicasterio, exordios, chirinolas y paremia. Para que te voy a contar mi ignorancia total del vocabulario de la informática o redes. No sé ni siquiera que es un instagram, apenas un Facebook que no uso ni me interesa.
Creo que llegué tarde pero como dicen que no hay que morirse tonta, puedo mandar mensajes o whatshap .
Un cordial saludo.
Mirta
Buenos días. Gran articulo, como siempre haces, esperemos que nuestra lengua no se pierda.
ResponderEliminarUn abrazo
Nacho