Hablemos hoy, 8 de marzo, de cosas importantes. Hablemos del
Día Internacional de la Mujer, esa fecha establecida por la ONU en 1975 en
honor de aquellas 122 mártires que, luchando por la igualdad, fueron quemadas
dentro de la propia fábrica donde trabajaban. Corría el año 1911. Pero,
retrocedamos más atrás. Volvamos al pasado más remoto. Hasta ese lugar de
África en el que, los
bosquimanos del sur, un
pueblo hablante de lenguaje clic, ese chasquido consonántico cuyos sonidos suenan como besos y estallidos de cansancio, resultan ser nuestros más antiguos
ancestros. Toda la humanidad actual de nuestra especie homo sapiens
somos, en línea directa, sus herederos directos. Pues bien, admitidos estos
hechos, me pregunto: ¿Cómo sería hoy la vida en el mundo, en Europa, en
España, sin esas mujeres de la etnia San, que habitaron hace miles de años las
tierras del África austral, crearon sociedades y escribieron la historia? Sin
duda, ellas fueron las que consiguieron, con una inimaginable fortaleza e
inteligencia, que nuestra especie y nuestras sociedades hayamos ido
evolucionando hasta llegar a este siglo XXI. Y, sin embargo, nuestra historia evolutiva
y social ha estado monopolizada por un considerable androcentrismo. Es decir,
identificado lo masculino con lo humano, en general, e ignorando el papel clave
que ha jugado la mujer en el citado avance como especie y en el progreso social
de cada comunidad. De hecho, no fue hasta el año 1791, fecha en la que la escritora
francesa Olympe de Gouges redactó la Declaración
de los “Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”, cuando se reconocieron
los derechos de las mujeres. Ya que, la “Declaración de Derechos del Hombre
y del Ciudadano”, proclamados por la Revolución Francesa, no amparaba a la
mitad de la humanidad; esto es, a las mujeres.Y es que la
desigualdad entre hombres y mujeres no es nada nuevo. Como tampoco lo es la
lucha contra esta desigualdad.
La Mañana 8 de marzo de 2019 |
La historia humana del hombre, comúnmente, ha sido y ha ido
caminando hacia la elaboración del concepto de la libertad. Mientras que la
historia de la mujer ha transitado en un continuo proceso de su reivindicación
libertaria del yugo del hombre. Por eso, la libertad, la justicia y la igualdad no son, en sí mismos,
derechos de las mujeres, sino conquistas universales que se han logrado sobre
los poderes dominantes. Y es que, lo que no se conquista, nunca será un
derecho, sino un deseo.
Desde entonces hasta hoy, las mujeres, han ido, con infinita
paciencia, escribiendo su historia y conquistando sus legítimos derechos. Unos
derechos humanos que se les había negado, a veces, con violencia y en otras,
llegando incluso al asesinato. Una lacra social que les hace víctimas de la
violencia machista: “el terrorismo de género”. Un delito que aún no está
tipificado, ni recogido en el Código Penal. Tal vez, debido a que, la violencia
de género, se percibe todavía en nuestra sociedad como un “asunto de mujeres”.
Y, éste, es un gran problema porque, aceptada esta situación, deberíamos ser sensatos y cautos para sujetar
los desaforados entusiasmos de quienes piensan que cualquier escenario y
difícil realidad se soluciona a base de decretos y leyes. Sobre todo
porque si olvidamos la prudencia nos podemos encontrar, en lugar de la
aceptación y la asunción buscada, en un rechazo hacia las disposiciones y, por
extensión, en una verdadera hostilidad hacia quien la norma pretende defender.
Por todo ello, hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la
mujer, por un instante, cambiemos algo del pasado. Dejemos que el pensamiento nos acaricie,
fascine y absorba en lo preciso y renunciemos a lo establecido sin inquietud ni
recelo, para que la igualdad entre hombres y mujeres se fije en el armazón de
nuestro ser y nuestra mente. Pues, todo lo que rodea, involucra o cubre a un
suceso, casualidad o momento vital, es lo que diferencia, especialmente, a cada
uno de nuestros principios y razonamientos.
La igualdad debe ser un componente central en nuestra actual
sociedad. De modo que hoy, más que nunca, mujeres, alzad la bandera de la
igualdad y batallad por vuestros derechos, contáis con mi leal y humilde
colaboración. “No hay
barrera, cerradura ni cerrojo que puedan imponer a la libertad de mi mente”.
Nos dejó escrito Virginia Woolf, feminista y escritora
nacida en 1882. ¡Háganle caso!
Sí señor, alto y claro... Sólo conque el 30%de nuestra sociedad pensara de esta forma, otro gallo nos Cantaría!!! Gracias por unirte a la lucha feminista.
ResponderEliminarAnna
Me gusta mucho, Juan Antonio, quizá por ese recorrido histórico en el que presentas la evolución de la humanidad con un enfoque reparador.
ResponderEliminarMaite
Como siempre, magnífico. ¿Dónde buscas tantas citas, fechas, datos? Bueno, lo que sería sin esas mujeres africanas... pasando a nuestros días, lo tienen claro VOX -Llevaríamos burka"- y los dirigentes polacos -"Los hombres a hacer trabajos de hombres y las mujeres trabajos de mujeres", más o menos.
ResponderEliminarTodavía nos queda mucho camino por recorrer. Hay mucha incomprensión.
Un abrazo.
Como siempre muy bien documentado y expresado. Lástima que todavía haya mucha gente que no comparta la misma opinión. Gracias por tu apoyo al colectivo femenino.
ResponderEliminarUn abrazo
Opinar sobre tus textos, me causa cierta sensación de inseguridad, pués, tienes un léxico tan rico, tanto conocimiento histórico y tanta sensibilidad en cuanto expones, que no sé si mi opinión, estará a la altura de cuanto tú quieres expresar y expresas. No obstante...allá voy
ResponderEliminarNo sé si la mujer será el futuro, lo que sí sé es que, las que estamos hoy aquí, lucharemos, para que las del futuro tengan libertad, oportunidades y respeto merezcan. No más que nadie, sino igual, pues es de la manera que se equilibrar la balanza. No ha de ser más que el hombre, simplemente ser nosotras intentando aportar nuestro granito de arena al curso de la historia, a la sociedad y a los valores humanos.
Como bien dices "Lo que no se conquista, nunca será un derecho, sino un deseo". Digo esto, porque hablas también del terrorismo de género y entiendo que es una vergüenza que aún no esté recogido en el código penal.
Gracias, por tu leal y humilde colaboración.
Gracias...Gracias...Gracias
Un abrazo
Magda
Reenviar tu artículo a más de 80 personas ayer mismo, ya te tiene que decir mucho de lo que pienso sobre el mismo. Me ha parecido muy bien escrito y documentado.
ResponderEliminarUn cordial Saludo.
Miguel Soto.
Como de costumbre: ¡Bravo!, por tu artículo. Deberían leerlo algunos gili..........
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael.
GRACIAS . En primer lugar por tu apoyo a todas las mujeres luchadoras y por la lección de historia.
ResponderEliminarEs muy importante educar en la igualdad y el respeto de todas las personas sin discriminación de sexo y que todos tengan las mismas oportunidades para desarrollarse como personas.
Seguro que en poco tiempo, entre todos, conseguiremos que desaparezcan las desigualdades y que las nuevas generaciones de mujeres puedan disfrutar de una sociedad mas justa.
Un abrazo.
Muy bien, nada que oponer a tu texto, siempre tan imaginativo y, sobre todo, tan humano y literariamente correcto.
ResponderEliminarRamon Morell
Muy bueno!!
ResponderEliminarHelena
¡Hola!,bona nit.
ResponderEliminar¿Será porque eres hombre ? No es de lo mejor que te he leído. De todas formas, gracias por tu granito de arena a la libertad de las mujeres; aunque yo, cada vez pienso más que perdemos.
Carmen
Muy bien. estupendo. Ya sabes que las mujeres son la mitad del cielo.
ResponderEliminarEn mi caso, sin ellas no existiría el ABN. Así de claro.
Un abrazo.
Jaime
Queda mucho por hacer todavía. Tendremos que seguir luchando juntos, hombres y mujeres, contra la desigualdad, contra todas las desigualdades.
ResponderEliminarUn abrazo,
Elena
Eres un gran comunicador y una gran persona.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Mari.
Este artículo publicado en el diario de Lleida "La Mañana", además de didáctico, ( tu profesión te corre por las venas al divulgar econocimientos y enseñanzas a tus semejantes), és preciosa de verdad. Te agradezco tu apoyo a nuestra causa. He disfrutado mucho con su lectura.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y quedo a la espera de la próxima.
Muy bien tú reivindicación de la mujer como eje de la humanidad; si bien, quizás es demasiado arriesgado afirmar que nuestro último ancestro como homo sapiens sapiens, es asimilale al 100%, con la etnia San de los bosquimanos, porque problamente ésta aunque muy poco modificada ya sea una evolución de los primeros sapiens.
ResponderEliminarUn saludo.
Jordi
¿Bravooo!. Molt delicat, reivindicatiu i poètic.
ResponderEliminarJoana
El enfoque de tu artículo me parece muy acertado y original...¡Ojalá! haya removido o tambaleado las ideas preconcebidas de algunos y algunas.Gracias por tenerlo claro.
ResponderEliminarMercedes
Me encantó!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMirta