jueves, 18 de febrero de 2021

Yo, mí, me, conmigo

 

 

YO, soy uno de los muchos a los que la pandemia provocada por la Covid19 nos ha convertido en un estado de ánimo y cada día que pasa me aumenta la rareza de esta situación en que vivimos. Y es que la más sombría realidad nos hace ver y comprobar que, más de un año después de que brotara y a pesar del innegable avance que han supuesto las vacunas, no hay cura para ella. Soy persona de riesgo y tengo miedo. Tal vez por eso, he tenido una temporada en la que apenas he salido de casa para evitar contagiarme; pero, he dicho basta y he vuelto a planificar algunas salidas del hogar. Hace un par de semanas fui al auditorio Enric Granados a la audición de La Patética, última composición del genial compositor ruso Txaikovski, que fue tocada por la Orquestra Sinfónica del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, dirigida por Marc Minkowski, director de la Ópera Nacional de Burdeos. Estuvo sensacional y el público que abarrotábamos la sala, con las oportunas medidas de prevención, aplaudimos largamente la interpretación. El concierto actuó como un reencuentro conmigo mismo, a pesar de que fue una salida de ida y vuelta, pues a esas horas prácticamente no puede uno ni tomar un café, y de regreso a casa notaba que me encontraba mejor. Y es que soy consciente de que estas actividades culturales me generan bienestar.

 

MI carácter no es de tendencia pesimista pero, a medida que voy traspasando los días sin ver un final plausible, la situación que me provoca la pandemia, se me hace más cuesta arriba. Y esta situación que largamente padecemos me está llevando a no seguir, con el interés que se merecen, ciertas noticias políticas. De todas formas, estoy cansado de leer en la prensa, oír en las emisoras de radio y de ver en las  cadenas de televisión, lo mal que se están haciendo todos las cosas y lo bien que lo harían ellos .Claro, sobre el papel. Y, como dicen, el papel resiste todo. No quiero con ello decir que tengan que desaparecer los tertulianos, analistas y politólogos. Son fundamentales para, en ocasiones, abrir nuestras mentes y ver que hay más de un punto de vista sobre la misma cuestión. Pero…, no soporto a esos sembradores de furias y borrascas sin que en su discurso aparezca ni una sola propuesta o, peor aún, escucharles planes e ideas irrealizables porque la ronda no la pagan ellos, sino otros ciudadanos.

 

La Mañana 18.02.2021

ME duele lo mal que lo están pasando los del gremio de la restauración. Una colectividad que, en este país, aglutina a cientos de miles de pequeños auto empleadores; porque no les llamaría ni siquiera pequeña empresa. Reclaman ayudas directas, llamémoslo por su nombre: sueldo. Creo que eso es lo que piden y es posible que debieran percibirlas. No obstante, yo les preguntaría sobre su declaración de impuestos, como autónomos, en los pasados tiempos de bonanza: ¿han pagado ustedes lo que tenían que pagar o si han podido se han escaqueado? Ya sabemos que la trampa y picaresca es un deporte nacional y que si no entra, no sale, pero… Y lo mismo haría en otros muchos sectores; pues, además del fraude y tradicional truhanesca pillería, la queja es, también, otro deporte nacional en este país.

 

CONMIGO, de momento, los partidos políticos que no cuenten. Yo ya cumplí con mi obligación de ciudadano yendo a votar. Ahora que trabajen ellos. Que lo más pronto posible formen Gobierno y sean capaces de ofrecernos alguna esperanza de mejora en  educación, sanidad, dependencia, comunicación, servicios, cultura…, entre tantas vacías promesas de Gobierno.Quizá comienza, también, un nuevo tiempo para ejercer el pensamiento. La crisis y la Covid19 nos confrontan con nuestros propios miedos y ansiedades; pero, también, nos ofrecen grandes posibilidades de reflexión introspectiva. Esta pandemia podría obligarnos a abordar nuestros problemas internos de una forma que antes no hubiéramos considerado. Tal vez ha llegado el momento en el que muchos comiencen a hacerse preguntas fundamentales en las que no hubieran pensado sin la crisis y los confinamientos y, hacerlo, consista en reinventar el mapa mental que, sobre la vida, cada uno tenemos. Una vida consiste en muchas vidas y solamente la perfecta integración de todas ellas, nos permite conocernos mejor. Todo es frágil en la existencia que alegremente arrastramos y ahora todavía un poco más. Creo que, de alguna manera, el malestar actual nos ha hecho débiles y quebradizos, a todos. Vivimos una época complicada y dolorosa y hemos de habituarnos, también, a ser conscientes de lo vulnerables que somos. Recuerdo que mi madre me decía que nací con los ojos abiertos y desde entonces no he dejado de observar el mundo; un mundo que cada vez, me gusta menos. Y es que la vida de ahora está compuesta, más que nunca, por datos masivos de información que necesitan ser procesados y, por ende, entendidos, y con la globalización, resulta que la cosa es cada vez más complicada. Tal vez, el secreto de ella sea no tener nunca una emoción irracional e incomprensible; aunque, para mí, la vida real es aquella que no dirigimos, es la que me ha llevado y me lleva de una quimera a otra y de una batalla a otra, aunque casi siempre las haya perdido.

 

33 comentarios:

  1. Querido Juan Antonio:
    Aunque, por falta de tiempo no te conteste habitualmente, me leo todos tus artículos y coincido en casi todo (algún matiz político hay que no, pero bueno, queda dentro del sano pluralismo). En éste, coincidencia total. Aunque, dentro de mis límites y limitaciones, hago lo que puedo, cada vez estoy más convencido de que está tan mal la cosa, que lo mejor que podemos hacer es rezar.
    Un fuerte abrazo.
    Antonio

    ResponderEliminar
  2. Tu reflexión me ha recordado lo que me sucede a mí en estos tiempos de pandemia. La tristeza y el temor se apoderan de mí y cada vez tengo menos ganas de salir y divertirme.
    Comprendo que hemos de cumplir las normas establecidas, pero el principal problema es que no vemos el fin de la pandemia y estamos desanimados.

    Un cariñoso saludo.

    Pilar

    ResponderEliminar
  3. Juan Antonio, muy bueno el artículo, es fácil identificarse con lo que expresas en él, unos más, otros menos, pero creo que a todos( salvo a unos pocos) la pandemia, por ser global, nos atraviesa a todos, y la verdad tendremos que empezar a acomodarnos lo mejor que podamos a esta nueva situación, buscar alimentar el alma para proteger nuestra salud y bienestar. No es fácil, pero nosotros elegimos.

    Elba
    Elba

    ResponderEliminar
  4. Plasma al 100% mi pensamiento. Creo que tienes mucha razón en lo que dices. Me alegro de no ser un bicho raro, porque veo que no soy la única que piensa así.

    Magda

    ResponderEliminar
  5. Entiendo tu reflexión y estoy de acuerdo con ella.

    Un abrazo
    Eduardo

    ResponderEliminar
  6. Me ha gustado mucho tu articulo de hoy. ¡Enhorabiuena!

    Manolo

    ResponderEliminar
  7. Termino de leer tu último artículo. Pienso lo mismo de la política o mejor, de los políticos; pues al escucharles me cansan por el poco o ningún contenido de sus propuestas. Solo veo el telediario una vez al día para estar informada de lo que ocurre, ya que no puedo, ni debo, poner la cabeza bajo el ala.
    La pandemia tú las has sufrido en grado superlativo con tu macro operación que afortunadamente superaste espléndidamente, seguida del horrible cálculo que sufriste en el riñón y, además, como todos, el confinamiento. Dices que ahora hay que esperar que formen pronto Gobierno. Lo dudo. Todos quieren ser investidos. Como bien dices, yo también hice mi trabajo votando y no puedo hacer nada más. Bueno, sí, dar GRACIAS de que nadie de mi familia, por ahora, se haya contagiado, de que tengo un techo donde vivir, que puedo valerme sin necesidad de ayuda y que espero no me falte mi pensión. El resto de mi vida transcurre asistiendo a conferencias en las aulas de la universidad, yendo a las clases de Tai Xi y de yoga, saliendo a pasear por las mañanas y, por las tardes, estando en contacto con amistades y yendo lo que mis ojos me permiten....casi te diría que el día se me hace corto. Total, procuro ser positiva. Perdona, Juan Antonio que me haya extendido demasiado hablando más de mí que de tu artículo.

    Buenas noches
    Encarna

    ResponderEliminar
  8. Muy buen articulo.Todos estamos ya cansados de la situación y todavia no se ve el final.

    Marisa

    ResponderEliminar
  9. Esperanza y esperanza, no nos queda otra por difícil que nos sea tenerla en todos los aspectos de nuestra vida actual. Nuestros padres y otros seres queridos, en el pasado, lo pasaron bastante peor que nosotros con una guerra de por medio, y una dictadura de más de cuarenta años; ellos, entonces, supieron sobreponerse al hambre y la miseria y lo hicieron con orgullo y mucho trabajo. Supieron levantar el ánimo y con mucha esperanza crearon una familia y nos dieron la vida a nuestra generación, se desvivieron para que tuviéramos una formación y no nos faltara de nada. Y es que ellos sabían lo que era luchar por sus sueños y anhelos.
    Sigamos sus pasos, nuestros días son oscuros, pero menos que los suyos, creo.

    Un abrazo y enhorabuena.

    ResponderEliminar
  10. Buenas noches, un artículo muy bueno. Al final los platos rotos los pagamos siempre los mismos, no hay más que ver la que se ha montado con Pablo Hasél. Hoy, el único miembro del partido socialista que ha criticado el vandelismo que ha surgido, a raíz de que este señor haya entrado en la cárcel, ha sido Ángel Gabilondo. Y es que como ha dicho, acaso no han perdido ya suficiente los comercios con la pandemia que encima, ahora, los están destrozando...

    Albert

    ResponderEliminar
  11. Todos estamos como tú, J. Antonio,tienes razón en lo que dices. A ver si pasa esta epidemia de una vez y los políticos hacen su trabajo,que ¡ya está bien...!!

    Angeles

    ResponderEliminar
  12. Estupendo tu artículo. ¡Enhorabuena!

    Eva

    ResponderEliminar
  13. Hola,
    Anque me cuesta bastante leer en el móvil, no me he podido esperar; quizás, porque la empatía, muchas veces, es coincidir en las reflexiones. Y esta vez las comparto casi todas.
    Y, sobre todo, que la crisis Covid y el confinamiento nos han dado la oortunidad de hacer una introspección para enfrentarnos con nuestro yo.
    A ver si pronto podemos hacer juntos una buena tertulia.

    Mati

    ResponderEliminar
  14. ¡Hola!,
    Comparto el sentir de que debemos retomar la vida a pesar de la pandemia. Creo que la mayoría estamos cansados de tanta m... Me calientan la cabeza los políticos que lo único que les importa son ellos mismos. Mi mayor ilusión es que llegue Semana Santa para poder salir aunque sea a caminar por el monte o ir a la playa y tomar un poco de aire fresco conmigo misma

    Klenia

    ResponderEliminar
  15. Juan Antonio, un buen articulo. Felicidades.

    Un abrazo.

    José Mª

    ResponderEliminar
  16. Buenos días.
    Muy bien Juan A. Me ha gustado el fondo y la forma. Es curioso, el sábado tuve una pequeña discusión con un autónomo, dueño de un bar, porque decía que había perdido no sé cuantos millones. Le contesté: creía que no ganabas tanto, que no te daba ni para pagar al personal, que el gobierno te estaba asfixiando a impuestos.... No obstante, no te preocupes, trasládalo a la declaración de la renta y Hacienda te pagarán devolverá conforme a lo que ganabas. Se puso como un toro. Y, claro, me he acordado de la discusión al leer tu articulo.

    Ya no pongo ni la radio, solo faltaba lo del Rapero. Señor.....

    Besos

    Carmen

    ResponderEliminar
  17. A ver ese "mí" si lo acentúas ortográficamente.
    Coincidimos en eso del estado de ánimo. Yo salgo todos los días a casa de unos familiares a las siete de la tarde o así, pero ellos están en situación más delicada que yo y el estado de ánimo suyo me deprime más todavía. Al centro Soriano voy un par de veces por semana y tomo un vino con uno de los compañeros de la Junta Directiva o con un amigo. Pero.., la realidad es que vive uno como si transcurriera por una vía muerta, un ir a ninguna parte o a un final. No hay destinos, todos cierran temprano, no puedes salir de la ciudad o, como mucho de la provincia; no hemos podido acercarnos al Pirineo, al Moncayo, a Soria... Y aunque las ganas de salir no sean grandes sí se necesita recuperar los horizontes habituales. En fin, todavía nos queda un largo trecho y eso, suponiendo que el virus no se nos acerque demasiado. Lo que sí hacemos, como sabes, es la comunicación por audio en los Encuentros del Taller de Lectura pero hay que mejorarlos con la participación crítica, aunque breve, de los participantes.
    Coincidimos en la reflexión sobre la gente que pierde la actividad, "el sueldo", como hostelería, turismo, esquí, etc. Y pensamos si bastantes de los participantes en las manifestaciones de quejas habrá, cumplido con el fisco en tiempos de bonanza...
    Yo sí escucho bastante atentamente a los invitados y tertulianos de la SER, noche Hora 25, con Pepa Bueno. De casi todos puedo afirmar que conocen muy bien de lo que hablan y me orientan aunque no ayuden notablemente a mejorar la realidad, creo.
    Te dejo con tus pensamientos, reflexiones, lecturas, creaciones...
    Un abrazo.
    Pepe

    ResponderEliminar
  18. Buen artículo, pero no sigas con la segunda y tercera personas, que gustará a todos menos al público.

    Andreu

    ResponderEliminar
  19. Buenas tardes J.A.

    Suscribo totalmente, todo lo que explicas y deseas en tú artículo.
    La música, siempre hace que vuelvas a tu interior.
    La política....me encantaría (también como parte implicada en algún apartado), que se formara un gobierno con cara y ojos, que dejaran de luchar por la poltrona y dedicasen sus esfuerzos, como tú bien dices, a ofrecernos reformas y mejoras en educación, sanidad, dependencia, e implicarse más y reconocer el bien mental, e incluso físico, que la cultura proporciona; para todo esto, pueden contar con mi apoyo.
    Todo y nuestra vulnerabilidad, continuo pensando que, con buena voluntad , entre todos y después de lo que estamos experimentando, convertiremos el mundo en un lugar más agradable para vivir; llamamé inocente si quieres, pero es algo tan primordial....y tan deseado; si no, que dejaremos a los que vienen; es responsabilidad de todos los que estamos aquí y ahora.

    Grácias J.A.

    Un abrazo.

    Magda D

    ResponderEliminar
  20. Está muy bien, tanto en la forma como en el fondo. El yo, mi, me, conmigo es un recurso de buen escritor.
    Un abrazo.
    Jaime

    ResponderEliminar
  21. Tú, no estás solo. Son muchas las amistades que tienen hoy sentimientos muy similares a los que describes. Me alegro de que hayas decidido planificar salidas del hogar porque te mueve un “appetito di bellezza”, el alimento espiritual te lo proporcionan las actividades culturales. Enhorabuena.
    Tu carácter provoca que apartes el interés de ciertas noticias políticas. Apagar o mitigar los efectos de los sembradores de furias y borrascas no es esconder la cabeza bajo el ala sino una necesidad para mantener la salud mental.
    Te duele ver el sufrimiento ajeno en estos tiempos de vacas flacas y te duele saber que los hubo mejores que los pillos no supieron aprovechar.
    Contigo no contarán los partidos políticos, pero sí tantos amigos que han respondido en el blog. He leído todos, hasta 25 comentarios comprometidos y sinceros que hacen a pesar de tanta incertidumbre. Hay quien elogia la música y manifiesta esperanza en un mundo mejor, a menudo se comparten reflexiones personales, posiciones irónicas, desafecciones, hay quien ve un camino hacia la introspección o quien ha disfrutado mucho de la lectura...en general es un microcosmos muy reconfortante. Enhorabuena.
    Y como bien dices en la reflexión final, “Quizá comienza, también, un nuevo tiempo para ejercer el pensamiento”.
    La reflexión que haces en voz alta: “la vida real es aquella que no dirigimos, es la que me ha llevado y me lleva de una quimera a otra y de una batalla a otra, aunque casi siempre las haya perdido”. Me lleva a compartir unas palabras, pertenecen al extracto del prólogo del comentario inacabado que escribió Lorenzo de Médici sobre sus sonetos.
    "Y sobre todo [el amor es] la causa que lleva a los hombres a esfuerzos dignos y excelentes, y los lleva a practicar y hacer realidad aquellas virtudes que están potencialmente en
    nuestra alma. Por eso, quien busca con diligencia la verdadera definición del amor, encuentra que no es más que un apetito de belleza".
    Tal vez las únicas batallas que no se pierdan del todo, si las sabemos cuidar, sean la del amor y la del apetito de belleza.
    Un abrazo y salud,
    Miguel Ángel

    ResponderEliminar
  22. Hola Juan Antonio.

    Excelente artículo. Te felicito por su publicación.

    Estoy de acuerdo contigo con el análisis que haces en tu artículo, está pandemia nos está cambiando a todos y sobre todo a nuestra forma de vivir, el miedo a los contagios y las prohibiciones, hace que lo veamos todo de manera negativa.

    Seamos optimista y esperemos que en un futuro no muy lejano podamos volver a la normalidad habiendo aprendido a ser una sociedad más humanizada.

    Un abrazo.

    Anna

    ResponderEliminar
  23. Muy bien. Viendo el título, me ha traído a la memoria la novela del alemán David Safier que tiene casi idéntico título. No sé si has leído,es muy buena.

    ResponderEliminar
  24. ¡Hola! Juan Antonio,
    Hasta ahora no había leído tu artículo. Aún cuando el mismo pueda interpretarse como un visión egocéntrica del mundo, no es menos cierto que cualquier mirada lo es. En ella incluimos nuestros miedos, nuestros anhelos con nuestro bagaje humano y las historias que a cada uno nos acompañan. Realmente la consecuencia insoslayable que han supuesto las restricciones de la pandemia ha sido llevarnos a una vida de un letargo interminable, sin vida social ni cultural, te felicito por haber acudido a un evento dada la escasa oferta actual.
    Cuando hablas de las elecciones y la realidad política vemos que, como siempre, todo se mueve en el mundo de las palabras, pero sin ninguna propuesta ni realidad tangible que represente una sustancial mejora a la dramática situación en la que nos encontramos , ya que los problemas políticos, sociales y económicos, se van degradando en lugar de evolucionar positivamente. Por lo que coincido contigo en la sensación de pesimismo y desazón que todo ello genera.
    También es cierto que la queja es un deporte nacional, independientemente de que sean los sectores ahora afectados por las restricciones, como la restauración, el comercio y otros. En este sentido, cualquier programa informativo no deja de ser más que un recital de quejas y de agravios, y no solo de estos sectores, sino cualquier interlocutor al que se le ofrezca un micrófono, ya sean agricultores, vecinos etc. Parece que todo se reduce al lamento estéril.
    Al estar solos con nosotros mismos la introspección realmente nos revela lo vulnerables que somos, pero ¿cuando hemos dejado de serlo?, somos mortales y como cualquier ser vivo solo somos un momento en la inmensidad del universo. Pero aún podemos soñar con un mundo mejor, aunque solo sea esto un sueño.

    Un saludo cordial.

    Jordi

    ResponderEliminar
  25. Me ha encantado tu artículo, Juan Antonio.
    Sobre todo el apartado "conmigo" en que con toda lucidez destacas que el habernos visto obligados a parar nos ha permitido reflexionar sobre el sentido de nuestras vidas y encarar lo que pueda venir con mejores herramientas y con la serenidad que corresponde al bagaje acumulado durante los años vividos.

    Gracias y un abrazo,

    Elena

    ResponderEliminar
  26. No,No has perdido ninguna , están todas por terminar , y un luchador como tu , no perderá muchas . Pero no cojas lastre . Ojo !!!

    Carmen

    ResponderEliminar
  27. Muy bonita reflexión don Juan Antonio. Un fuerte abrazo y me alegro que esté bien. Qué decirle a una persona como usted que ha vivido y visto tanto mundo. No hay que perder la esperanza y esperemos que todo esto llegue a su fin.

    Francisco Hernández

    ResponderEliminar

Gracias por tus comentarios.