martes, 27 de abril de 2021

Residencias Geriátricas: La tragedia de nuestros mayores por la Covid19

 

Un año después de aparecer en nuestras vidas el coronavirus SARS-CoV-2, la llegada de las vacunas ha supuesto un inmenso alivio para una población azotada por la pandemia. No obstante, conviene no olvidar que la Covid19 ha hecho estragos, principalmente, con nuestros mayores. Buena parte de esas personas fallecidas vivían en residencias dedicadas a la llamada “Tercera Edad”. A este respecto, conviene preguntarse para qué se construyen y, sobre todo, quiénes son sus propietarios, cómo las gestionan y con qué fines. En este sentido, podríamos pensar que el concepto “para qué” sigue principios sociales, humanitarios y/o piadosos de aportar un servicio a dicho colectivo por parte de las respectivas Comunidades Autónomas o empresas particulares, que son sus propietarios, para que estén bien atendidos, acompañados y protegidos en su salud y en sus derechos en el último tramo de sus vidas. Sin embargo, la realidad es muy distinta; ya que “Las Residencias Geriátricas”, son o suelen ser un lucrativo negocio que realizan, entre otros, los llamados Fondos distressed o holdouts, más conocidos como “Fondos buitre”, a costa de los residentes y sus familias. Una beneficiosa actividad empresarial que sirve para aumentar las ganancias de accionistas poco escrupulosos o de inversores escasamente informados del uso de sus dineros. Y para ello, para obtener mayores ganancias y dividendos, los citados “Fondos buitre”, no dudan en poner al frente de las residencias a economistas y/o gerentes expertos en obtener beneficios y no a profesionales formados en atender las necesidades especificas de las personas mayores.

 

La Mañana 12.05.2021

Y es que esta realidad choca frontalmente con el ideal para el que comenzaron su funcionamiento las citadas residencias geriátricas. Una tarea que fue concebida para que cualquier persona, en sus últimos años de vida, se viera rodeada de una tranquilidad y seguridad adecuada y de unos servicios que atendieran sus necesidades sanitarias, sociales, culturales y de ocio, que facilitaran a los residentes una buena y armoniosa vida. Y, en último caso, les proporcionaran, cuando llegase el momento de despedirse de este mundo, unos cuidados paliativos que le acompañasen hasta el fin sin sufrimiento. Sin embargo, este objetivo, por desgracia, en algunas residencias de nuestro entorno inmediato y/o de otras comunidades autónomas, no ha sido así. Y, como es bien sabido, desde que se inicio la pandemia el pasado mes de marzo 2020, muchos hombres y mujeres que estaban en estos centros, han fallecido sin poder ser atendidos como debían, ni rodeados de sus familiares. Unos por imperativo legal, otros por miedo al contagio, y un gran número por el trato inhumano y vejatorio al que fueron sometidos, negándoseles la posibilidad de ser trasladados al hospital más cercano para su oportuno tratamiento médico. En este último sentido, la justicia, tendría que abrir una amplia y rigurosa investigación, para depurar las situaciones de auténtica injusticia que se han descubierto a lo largo de todo el año 2020 y que, como indicaba al comienzo, a causa de la Covid19, ha hecho estragos entre nuestros mayores. Y es que los datos recopilados por los ministerios de Derechos Sociales, Sanidad y Ciencia e Innovación son estremecedores, un total de 29.544 personas que vivían en residencias de mayores en España han fallecido a causa del coronavirus desde que estalló la pandemia. De ellos, 5.439 corresponden a los muertos en Cataluña; esto es, residentes fallecidos a causa del COVID-19 confirmado y/o con síntomas compatibles con el coronavirus SARS-CoV-2 y que vivían en estos centros.

 

En este contexto, algunos testimonios son elocuentes. El periódico El País, en un reportaje de los periodistas Íñigo Domínguez y María Sosa Troya, del pasado diciembre 2020, titulado La crisis del coronavirus, transcribían el estremecedor testimonio y alegato de un hijo:”Sus últimas palabras fueron: Sácame de aquí, hay muchos muertos. Le pregunté con qué le estaban medicando. Me dijo que con nada. No me dijeron si tenían o no médico en la residencia. Me siento culpable de su muerte”. Un relato que apunta a la falta de organización y responsabilidad de quienes estaban a cargo de la residencia. Ante este hecho y otros semejantes, algunos familiares reclaman justicia. Mucho se está hablando en el sentido de que tras la pandemia el mundo va a cambiar. Pues bien, entre esos cambios debería, según mi punto de vista, tener prioridad la atención a los mayores en las residencias. Y, con este mismo fin, no estaría tampoco de más que, de alguna manera, se incentivara a las personas para que sigan viviendo en sus hogares, en sus ambientes de toda la vida y que fueran atendidos por organizaciones que, sin ánimo de lucro o con algún aditamento económico razonable, les atendieran en sus necesidades, cuando sus familiares directos no pudiesen hacerlo. Sería una de las formas de que los llamados “Fondos buitres” y algunos empresarios sin escrúpulos que invierten en residencias de la Tercera Edad, solamente para obtener beneficios económicos, se alejaran de meter sus manos en ellas.

 

24 comentarios:

  1. Magníficos enfoque y argumentado contenido.Las residencias son un buen negocio para sus propietarios. Si educación, sanidad, atención a los mayores, etc. se privatizan ¿para qué el Estado? Quedarse en su casa y recibir atención como tú dices sería una solución.
    No dejes de pensar y escribir.
    Pepe

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  2. Tu artículo pone el dedo en la llaga, ¿qué pasa con la ley de dependencia que venía a ser la sustitución a las residencias geriátricas públicas?. Pues lo que pasa es que está ahí, funcionando no a medio gas, yo creo que casi sin funcionar. Lo que ha hecho el coronavirus es confirmar y ratificar que la brecha entre ricos y pobres crece, crece, sin parar.

    Buenos días.

    Ramon Morell

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  3. Tu artículo me gusta mucho.Tal vez sea por el tema que tocas, del que no me siento tan ajeno como me ocurría hace algunos años. Llevas mucha razón con lo de los fondos buitres. La vejez no debe ser oportunidad de hacer negocios. Pero no te preocupes, que no pasará nada.

    Jaime

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  4. En tu artículo sobre las residencias geriátricas, incides en la denuncia de la pésima gestión que se hizo en las mismas durante los meses iniciales de pandemia por SARS covid-19, y que provocaron un número escandaloso de fallecimientos entre los residentes. Sin duda las mismas no estaban preparadas ni a nivel organizativo, ni sanitario, para poderse enfrentar con la situación sobrevenida. Sin embargo, ignoro qué proporción de residencias están en manos de fondos buitre, como indicas, ya que siempre había asumido que la mayoría eran obras sociales y muchas dependientes de las administraciones públicas. Sí, es cierto que en este momento se está construyendo una macro residencia en la calle Jaume II de Lleida, que pertenece a una sociedad del inefable Florentino Pérez, no sé mucho más. Supongo que las dolorosas consecuencias de la pandemia deberían ayudar a replantear muchos problemas estructurales y en una sociedad cada vez más envejecida, la atención a los mayores debería ser un objetivo prioritario.


    Un cordial saludo
    Jordi

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  5. Muy bueno tu artículo sobre los geriátricos exponiendo una triste realidad que nadie parece ver. Hace poco más de un año,al principio del confinamiento,las imagines que nos llegaban de las residencias geriátricas eran escalofriantes,hubo denuncias por parte de familiares y colectivos y parecía que todo iba a cambiar. Pero, tristemente,a día de hoy,poco ha cambiado la situación,a pesar de las muchas denuncias que se han hecho antes y después de la pandemia. Ningún organismo, ni público ni privado, han intentado poner solución al grave problema de la gestión de los centros, la única prioridad son los beneficios económicos que generan.

    Anna

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  6. Hola,
    De acuerdo con todo lo que expones en tu artículo sobre lo acontecido en las residencias y centros geriátricos públicos,de lo que tambien se han resentido los privados;ya que, ni estos, con lo elitistas que son, han podido escapar de esta maldita pandemia y también han tenido sus bajas, si bien es cierto que con bastante diferencia.
    La mayoría de estos centros y digo la mayoría, que no todos, son puro negocio(conozco alguno. El concepto de "humanidad" ha quedado en segundo plano ante la situación del COVID19 y con los pocos conocimientos que se tenían y la precariedad del sistema sanitario, quien ha caerído primero han sido nuestros mayores.
    No sé si habremos aprendido algo a nivel individual, pero sería muy deseable que a nivel estatal y/o autonómico, todo esto que ha sucedido, se tuviera muy en cuenta para futuras posibles pandemias, que, aunque esperemos sean más mitigadas, seguro que vendrán.
    No obstante, es un tema tan complejo, que daría para horas de diálogo.
    Grácias por tu estupendo artículo.

    Magda D.

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  7. El teu article descriu una realitat trista, que tanca a la gent gran i la deshumanitza. Se'n parla molt poc i això per mi és un indicador nefast del que ens espera en aquesta Europa envellida.
    Totalment d'acord amb tu en què la gent gran ha de continuar vivint en el seu entorn ajudada!! Aquest fora per mi el canvi cap a un món millor!! Visca la revolució!!
    Petons i gràcies per l'article!!
    Joana

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  8. Sinceramente, pones el dedo en la llaga (nunca mejor dicho) en tu artículo.
    Como sociedad, para demostrar que no está enferma y que aún queda en ella algún valor para seguir adelante y luchando por ella es necesario encontrar respuestas a estas preguntas: "conviene preguntarse para qué se construyen y, sobre todo,quiénes son sus propietarios, cómo las gestionan y con qué fines"...,pero además de forma urgente y sin dilación. Y no se está haciendo. ¿Tenemos jueces? Creo que el Defensor del Pueblo ya ha hablado. Hay periodistas que nos ofrecen la verdad desnuda con datos. Si hay algo hoy en día fácil de obtener son los datos. ¿Qué ha pasado, pasa y seguirá pasando en las residencias si no se remedia cuanto antes?
    Solamente de pensar que nadie parece esclarecer la verdad de lo que está pasando en este asunto te dan ganas de dar la espalda al sentimiento de conciencia colectiva por este país.
    Siento vergüenza, siento pena y siento una decepción enorme por nosotros como sociedad. Ya no es tiempo de indignación, hay cosas que han pasado del castaño oscuro...demasiadas.

    Miguel Ángel Cerviño

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  9. Buen artículo y muy acertado el tema en cuestión, sobre las residencias geriatricas y el horror que muchos de los abuelos residentes han sufrido con la pandemia del covid.
    Desolada y descompuesta me he quedado tras leer tu relato sobre algunos casos que han ocurrido y la fata de excrupulos de los que solo buscan beneficio económico y no el bienestar de los mayores solos, para lo que fueron creadas en su dia.
    Tu artículo da para mucha reflexión y también para remover conciencias... (Si todavia quedan)
    Enhorabuena Sr. Valero.

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  10. Muy bien. Me ha gustado por el realismo de la situación que describes.

    Rosa Font

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  11. Estoy de acuerdo contigo. Es una pena y una verguenza lo que ha pasado con nuestro padres y abuelos, pues han sido los más damnificados con esta pandemia.

    Anna Extremera

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  12. Muy acertada, como siempre, tu descripción de la situacion actual en las llamadas residencias geriátricas. Como ocurre en muchas otras circunstancias en la sociedad en la que vivimos, el objetivo o destino para el que se crean las cosas, siendo loable y necesario, como es el caso, se acaba pervertiendo buscando solo el beneficio economico, y no el de servicio necesario para el bienestar de nuestros mayores, y quien sabe si de nosotros mismos en un futuro no tan lejano. Lo mas jodido es que no hablamos de abaratar y rentabilizar la fabricación de escobas, sino de la supervivencia, de la vida de personas con necesidades muy concretas y que quieren vivir y morir con la mayor dignidad y comodidad posible. Ojalá, como dices, de esta desgracia, la sociedad haya aprendido algo para ajustar y marcar reglamentariamente el buenhacer de estas guarderias de mayores. Dios lo quiera.

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  13. Totalment d'acord amb el raonament. Xapó.

    Enric

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  14. Tu artículo estupendo. Todo por la pasta... Valle Inclán ya lo decia hace un siglo.

    Albert

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  15. Tu artículo , es una muy buena crítica de la sociedad actual.

    Marisa

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  16. Comparto totalmente tu articulo felicidades.

    Ramón Isanta

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  17. Es buenísimo, ojalá muchas personas escriban sobre ello, ya que nos espera un futuro no tan lejano, para nosotros, de color gris oscuro, tirando al color de las nubes durante la tormenta.

    Alberto

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  18. ¡Cuanto aprendo leyéndote!. Había oído hablar de los Fondos Buitres. Por su nombre imaginé algo poco fiable. Al leer el nombre propio que tienen he preguntado a Google. He quedado alucinada,y ahora va mi pregunta: ¿les interesa a estos inversores apostar por negocios tan pequeños? Con tu escrito estoy de acuerdo con el comportamiento durante la Covid de Sanidad, como también de la gestión de la dirección de las residencias que ha sido NEFASTO. Se me pone la piel de gallina al saber noticias al respecto, como las que tú critícas.

    Encarna

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  19. Me gusta mucho tu articulo publicado el día 5. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en él. El sistema, y los políticos, que son su brazo ejecutor, solo piensan en como apartar y aparcar a la población que ya no es productiva y encima son tan perversos que hacen negocio y especulan con las necesidades y cuidados de las personas y con sus vidas para continuar sacando dinero.¡Que triste!

    Manel

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  20. Si, fue una tragedia. Ahora están más seguros y esto ha servido para que estén más vigiladas ...

    Pilar

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Gracias por tus comentarios.