La vida de cada uno no tiene un guion, ni una trama definida; ni se la inventan los biógrafos. Es, de alguna manera, un caos entre dos silencios. Tal vez por eso, la vida no nos sale al camino, sino que somos nosotros los que tenemos que ir a buscarla, acudir a su encuentro. Y el momento siempre llega; pero, a veces, lo que ambicionamos que suceda, no se presenta. Sigue allí, aprisionado en el híbrido tiempo de las esperas, sin eco, ni luz, ni fecha. Y es entonces cuando nos paramos a recapacitar buscando murmullos de respuestas en nuestro torrente de dudas sobre ella. Es en esos días y en esos momentos, cuando nos adentramos en la identidad de nuestro ser, cuando los cimientos de nuestro yo se elevan en busca de la luz y los sueños descienden persiguiendo pistas en donde tomar tierra.
Vivimos tiempos difíciles, no cabe duda. Y
hay días que no se viven, que parece que no pasan y solo pesan. Quizá porque
toda vida y nuestra vida, son en el fondo, polvo de estrellas y únicamente
quien ha conocido su luz detesta las tinieblas. Y es que la llegada de La Covid 19 a esta sociedad tan nuestra
y tan muerta, ha acentuado sus desequilibrios. Y los valores morales, los modos
de producción, las comunicaciones, las relaciones personales y las estructuras
sociales y de poder, han sufrido un profundo cambio con la pandemia. La propia
percepción de que las clases medias están en declive y la convicción
generalizada de los jóvenes de que sus vidas serán más difíciles que las de sus
padres, son el telón de fondo de una frustración extendida que los que se
manifiestan transportan y arrojan desde sus mochilas. Sin
embargo, no toda la culpa de esta desnortada vida que llevamos y vivimos, cabe
atribuírsele al coronavirus; pues ya estaba trastocada antes de su llegada. Y
demasiadas veces para un importante sector de nuestra sociedad era y es, como
una noche oscura. Y es que la pandemia ha infiltrado en cada casa un hálito de
inseguridad y desconfianza, de trastorno de las rutinas más triviales, de un
futuro con muchos túneles y pocas luces. Generando un profundo malestar en el
alma de los jóvenes y no tan jóvenes, pues cuando salen a la calle, ya no
tienen, ni hay, hacia dónde mirar. Tal vez, porque el SARS-CoV-2 ha añadido
dramatismo a las incertidumbres del futuro.
La Mañana 15.06.2021
Habitamos un mundo en el que la información es exhaustiva y se da la paradoja de que sabemos pocas cosas con alguna certeza. Posiblemente, estamos llegando al límite de muchas vicisitudes y la glorificación de la belleza física, la mercantilización del poder político, el colonialismo del trabajo, la necesidad del crecimiento económico continuo por parte de las empresas y la acumulación infinita de riqueza en manos de unos pocos, está poniendo en peligro el modelo de civilización que tenemos. Hay progreso, sí; pero no progresos. Hemos perdido la idea de civilización y cultura como camino hacia una vida razonablemente buena, atrapados en una concepción estrictamente técnica y económica del desarrollo humano. Y estamos existiendo y asistiendo a unos momentos trascendentes en nuestras vidas. Por eso, a lo que queremos que éstas sean nunca hay que huirle, porque si lo hacemos difícilmente serán. Ya que, en caso contrario, quienes las estarán decidiendo, con todas sus consecuencias, no seremos nosotros dentro de nosotros mismos, sino otros. Y si les dejamos, será la última claudicación humana de nuestra individual libertad ante el poder de unos pocos.
Todo viaje empieza en el interior de uno mismo. Nadie quiere la noche, aunque la vida también son sombras, como nos dice Platón en el Mito de la caverna, esa metáfora y alegoría filosófica con la que nos instruye y alecciona hasta qué punto vivimos en una sociedad donde lo que advertimos es simple ficción. Ante esta perspectiva, tal vez convendría tomar conciencia de uno mismo y esforzarse para no dejar que la vida, esa desconocida aventura humana, se convierta en un sueño de nuestra imaginación.
M'ha semblat un article delicat, poètic i, en el fons esperançador. La vida que no vivim i que imaginem... per evadir-se, per fugir, per no mirar? ...
ResponderEliminarJoana
En tu artículo filosófico pones el listón muy alto: LA VIDA..., hay una para cada individuo. Sería maravilloso que todos fuéramos conscientes de administrarla debidamente, procurando no hacer daño a la sociedad ni al universo. Hoy en dia esto es difícil de conseguir, en donde el valor del bienestar y "Don Dinero" están en primer término.
ResponderEliminarEncarna
¡Enhorabuena!
ResponderEliminarEva
Muy bien. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMª Paz
Me parece un buen artículo literario con muchos pensamientos y bien expresados. Los cimientos que se elevan y los sueños que caen...
ResponderEliminarNo sé si los errores, las desmesuras, los desenfrenos humanos lo son más ahora o es cosa de siempre.
En fin, que sigas escribiendo.
Pepe
¡Bravo!. Magnífico artículo, como siempre.
ResponderEliminarAntonio
Muy bien, tío. Eres un crack.
ResponderEliminarNacho
Totalmente de acuerdo con tus reflexiones...pero está claro que todos somos responsables de los modelos de sociedad que tenemos...los jóvenes también...
ResponderEliminarSaludos.
José Mª
SIiiiiiiii me ha gustado y mucho . Muy bueno !!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen
¡Felicidades! Cada vez profundizas más. Continúa.
ResponderEliminarAnna
Me alegro volver a leer tus artículos, los encontraba a faltar. Gracias, saludos.
ResponderEliminarTe lo he dicho muchas veces, a mi me gustas mucho más cuando escribes desde la perspectiva de la reflexión, del pensamiento, de la filosofía, que cuando describes algo en concreto. Es evidente que lo que tu dominas es la ciencia del pensamiento y ahí te luces de verdad: Este artículo, a pesar de las referencias concretas a la pandemia, es una artículo intelectual, faceta que tu dominas.
ResponderEliminarRamón
Bon dia Juan Antonio, q me sale de "dentro" pués, decir quiero más y más...Per què? doncs, perquè he llegit rellegit la teva proposta-reflexió de l'aventura de la vida i ben segur q la tornaré a llegir, per mi és pura poesia !!! I com dius, jo he entès q ja podem espavilar-nos per ser conscients del poder de los "otros" i obrir bé la pestanya per no acabar destruïts i invisibles com a persones. "Carpe diem" deberia ser nuestro mantra diario.
ResponderEliminarMolt agraïda per convidar-me a llegir els teus escrits. Sempre he cregut en l'art d'escriure o el poder de les paraules"
Consol
Muy acertado.
ResponderEliminarMarisa
Buen artículo. Me ha gustado muchísimo y para mí el final es lo mejor, sobre todo lo último, cuando dice Platón y hasta el final.
ResponderEliminarAlberto
Buen artículo para reflexionar, sobre todo los jóvenes. Nosotros tenemos nuestro umbral de frustración más alto y estamos mejor preparados para hacer frente a esta aventura que por otra parte, ya poco tiene de aventura para nosotros.
ResponderEliminarMagda
Felicidades por tu publicación.
ResponderEliminarPilar
Extraigo y subrayo un párrafo de tu artículo publicado en el dia de hoy que hacen, junto al del final, que este artículo de en la diana de los muchos problemas que padece nuestra sociedad, ahora mismo y desde hace tiempo... " Hay progreso, si, pero no progresos. Hemos perdido la idea de civilización y cultura como camino hacia una vida razonablemente buena, atrapados en una concepción estrictamente técnica y económica del desarrollo humano "
ResponderEliminarConvendría esforzarse para no dejar que la vida se convierta en un sueño de nuestra imaginación "
Me ha encantado leerlo y releerlo, de tan acertado y bonito que me parece.
Enhorabuena !!
Pili
¡Enhorabuena!. Fantástico.
ResponderEliminarAntonio
Estoy de acuerdo. "Todo viaje empieza en el interior de uno mismo". Me gustó tu artículo, seguramente influye el cariño que te tengo pues todos me parecen muy interesantes.
ResponderEliminarMª Jesús
Muy bueno, como siempre, tu visión de la vida.
ResponderEliminarEduardo
Buena reflexión sobre la vida y sus circunstancias.
ResponderEliminarTal como dices, los individuos tenemos escaso control sobre lo que está aconteciendo y ello nos deja desarmados pero hay que sobreponerse y no dejar de trabajar para impedir que la injusticia y las desigualdades sigan "ordenando" este mundo que hace tiempo que perdió el rumbo.
Un abrazo y hasta la próxima.
Elena
Muy interesante y filosófico tu artículo y te felicito por su publicación.
ResponderEliminarHaces una reflexión muy profunda, que da mucho que pensar sobre la aventura que tenemos cada individuo de vivir la vida siendo conscientes de las influencias de poderes externos que pueden condicionar nuestra libertad individual. No dejemos que la aventura de vida, como tú bien dices se convierta en un sueño de nuestra imaginación.
Un abrazo.
Anna
Me parece uno de tus mejores artículos, por ideas y por expresión, ricas imágenes, magnífico vocabulario con buenos juegos de palabras.
ResponderEliminarPepe
Tus reflexiones filosóficas son tan profundas y adecuadas que el único comentario que puedo expresar es, estar de acuerdo con cuanto describes en el artículo que te han publicado y esperar que te publiquen muchos más; pues eso querrá decir que continuas escribiendo para tus amigos y para todo aquel que tenga la suerte de leerlos.
ResponderEliminarLa vida, para mí, es el tiempo que pasa entre cuando llegamos, sin nada, y cuando nos vamos, dejándolo todo. Pienso que hay que dejan raíces de bondad, amor, respeto, generosidad, conocimientos y por el contrario, y por desgracia, hay personas que dejan emociones corrosivas como envidia, odio, celos, indignidad. En nosotros está qué raíces regamos para que crezca la planta que soñamos entregar como herencia.
Muchas gracias Juan Antonio.
Magda D
Me ha gustado mucho tu último artículo.
ResponderEliminarDominique
Excelente trabajo, como siempre; aunque me digo: "llevo tantos leyendo sus escritos, que va a ser difícil que me sorprenda" Muchos años leyéndolos y, muchas veces, firmándolos como míos en calidad de Presidente del CRE de Ginebra, al tener la inmensa suerte de tenerte como amigo y “como negro”; vaya desfachatez la mía.
ResponderEliminarDespués de leer y releer este último, de reflexionar sobre el título y, sobre todo, de ver la frase editada en el centro, sacada del artículo , he supuesto que lo habrá hecho el Director del periódico:."Convendría esforzarse para no dejar que la vida se convierta en un sueño de nuestra imaginación”, nada más acertado. A mí me ha encantado la idea, imagina…
Santiago
Veo que realizas profundas reflexiones y me encanta el final del Mito de la caverna de Platón. Dices verdades como puños; pero le volveré a leer para darle un par de vueltas más a tu artículo y sacar más conclusiones.
ResponderEliminarXavier
Pues sí, el ayer ya pasó; pero, hay que recordarlo. Y el mañana hay que plantearlo, aunque quizás no llegué y el hoy tenemos que vivirlo, porque no llegará dos veces. Nunca compartí la idea de que la pandemia nos haría más solidarios ni más fuertes, más bien estoy convencida de que los valores y la ética (esas cosas tan relativas...) están bastante deterioradas.
ResponderEliminarPaqui
Bueno, Juan Antonio, hoy va de filosofía de vida aunque realmente la filosofía rija el mundo camuflada bajo todos esos disfraces que le ponemos los humanos cuando no queremos saber qué somos.
ResponderEliminarTú lo dices, hablar de vida es hablar de imaginación y razón; van indisolublemente unidas si lo que queremos tener es una vida que merezca ese nombre. Uno de los dibujos de los Caprichos de Goya lleva por título "El sueño de la razón produce monstruos".La explicación de esta estampa que da el manuscrito del Museo del Prado es que «La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas».
Dices que todo viaje empieza en uno mismo.¿dónde si no? Lo que sucede, y creo que para poder sobrevivir,es que a veces nos autoengañamos para justificar nuestras decisiones o nuestra situación en un momento dado. Yo suelo decir que nuestra vida está hecha a base de síes y noes. Son las respuestas que nos damos a las preguntas que se nos plantean a lo largo de la vida. Y ya podemos aclarar que fue por esto o por lo otro que dijimos sí en lugar de no. La partida de ajedrez que es nuestra vida se resuelve en cada nueva situación que se plantea en el tablero. Y lo tomas o lo dejas. Si lo aceptas, estarás en paz contigo mismo; si no,...
Buen fin de semana
Un abrazo
Merche
Tu artículo es pura filosofía y admiro tu capacidad de enfrentarte a temas tan esquivos.
ResponderEliminarJaime
Muy bueno, como todos tus artículos que publicas. No obstante, yo soy pesimista en cuanto a que vayamos a mejorar, si creí que este aviso haría reflexionar a la humanidad, pero no lo veo, al contrario, la distancia impuesta nos ha distanciado.
ResponderEliminarUn abrazo
Irene
Hola buenas tardes, veo que nuevamente has expresado, con tu habilidad discursiva, otro análisis introspectivo sobre los miedos, los temores y las incertidumbres de un presente oscuro que asociamos con un porvenir, si cabe, más incierto; pero no por ello inevitable, ya que nos hallamos inmersos en una realidad social maltrecha y con escasas perspectivas de solución a corto plazo. Tal como dices la vida puede ser un proyecto, pero aún cuando centremos todos nuestros esfuerzos en alcanzarlo, los sueños se acaban perdiendo por vericuetos imprevistos.
ResponderEliminarAún ahora, me sorprende como algunos acontecimientos aleatorios acaban trastocando la vida, llevándola por caminos inesperados. Y no hablo solamente del inmenso poder destructor y alterador que está ejerciendo la crisis pandémica en muchas personas y grupos sociales y en círculos juveniles que comentas; sino de otros pequeños aconteceres, quizás más sutiles, que afectan a nuestras vidas y que nos impulsan a efectuar unos virajes en nuestro camino vital que pueden acabar por desarraigarnos de nuestro entorno personal y social. Y es que así, el libre albedrio que debe regir nuestras vidas, se acaba transformando en un siniestro juego de azar. Quizás haya luz más allá del túnel, así lo afirman algunas religiones y experiencias místicas, quién pueda que crea, el raciocinio no me permite vislumbrar estas veredas.
Un saludo cordial
Jordi
Muy interesante.
ResponderEliminarPepa
Me a gustado mucho. Así es, totalmente de acuerdo.Cada uno sacamos nuestra fuerza en esta vida día a día. La ilusión nunca se pierde.
ResponderEliminarGracias te doy un 10.
Clarisa
Muy bueno e inteligente todo lo que razonas y escribes.
ResponderEliminarUn abrazo.
José Mª
Este escrito, en concreto, me parece que expresa muy bien los tiempos actuales
ResponderEliminar¡Enhorabuena!!!
Joan
Tristemente realista.La idea de la mercantilización del poder es en definitiva el sustrato común de los conflictos, tanto del pesimismo de la juventud como del de Palestina.
ResponderEliminarY por supuesto me gusta mucho el análisis que haces.
Rosa
Siento no hacerte un comentario cómo yo quisiera, pero la verdad es que el ritmo de vida te arrastra inexorablemente y te deja tan poco tiempo para poder dedicarte a aquellas actividades con las que realmente disfruto. Vamos que llego K.O y me dejo llevar en los brazos de Morfeo.
ResponderEliminarMe ha gustado, como todos tus artículos. Este es, sin duda, muy tú, puro pensamiento filosófico. Yo creo que el COVID ha supuesto el final y el inicio de un nuevo ciclo vital muy distinto a la concepción que teníamos hasta ahora. Han quedado a la vista muchos errores y defectos de nuestra organización social y vital, y parece ser que las grietas han ido apareciendo en todos nosotros. Ahora se debe afrontar este nuevo ciclo de forma tan distinta que no sé si puede que queden también por el camino otros tantas víctimas. Víctimas psicológicas. Debemos levantarnos y seguir con lo que tenemos y, como tú bien dices, “todo viaje empieza en el interior de uno mismo”.
Esperemos que haya servido para conocernos mejor y para querer seguir adelante. Hay que ser protagonista de tu propia vida.
Gracias por dejarme leerte.
Francesca
El artículo muy bueno, aunque quizás te veo un poco pesimista. No obstante, si atiendes a las noticias que oyes por todas partes …. Te deprimes…, aunque personalmente no nos podemos quejar … y te incluyo….
ResponderEliminarPilar
Acabo de leer tu reflexión sobre la vida de cada persona. Como siempre, muy atinada y profunda.
ResponderEliminarA pesar de que comprendo todo tu razonamiento, no sé de donde sacar las fuerzas para vivir con ilusión y trazar mi vida de manera positiva y alegre. Será que me falta optimismo.
Un abrazo.
Pilar
La vida, esa desconocida...Tu artículo me resulta muy bien analizado, lógicamente, desde tu punto de vista, no exento de cierto pesimismo pero más suavizado que en otros escritos tuyos. Marcas nuestro transito por esta vida como un camino lleno de altos y bajos; cierto, pero con pocos o ningún regocijos, que también los hay.
ResponderEliminarDices verdades como puños, la implicación económica y el lucro de unos pocos; los políticos, que tampoco ayudan nada a mejorar nuestro bien social y, por supuesto, nuestra poca implicación en que estas cosas mejoren.
Me ha gustado tu artículo, muy personal, por supuesto, así como las reflexiones que en él haces.
Un abrazo
Aure
Acabo de leer tu escrito. No me había enterado,pues lo tenía en silencio y de nada me enteraba hasta que Maite me ha llamado por el fijo y me lo ha dicho, en fin... Tu escrito me parece muy bueno,pero te diré que la vida se ve de distinta forma cuando pasas por el estado en el que yo estuve. Entonces, te das cuenta de que de nada sirve todo lo que tienes.
ResponderEliminarEn cuanto al dinero, siempre es lo mismo, manda el que lo tiene y al final te doblega si no tienes la fuerza necesaria para evitarlo.
Un abrazo.
Pronto nos veremos por Cambrils.
Alfredo
Tu artículo me recuerda un poco a Jorge Luis Borges, mi cultivado y valorado compatriota, que decía cual es verdadera la real o la que soñamos.
ResponderEliminarEn cuanto a los jóvenes, que tanto están en crisis y tantos psicólogos y psiquiatras necesitan, yo me pregunto que hicieron los que vivieron la guerra, como seguramente fue la juventud de tus padres y aunque esto también es casi una guerra bacteriológica, ni comparación porque nos quedamos en casa con todos los lujos.
Y como te lo digo siempre, demasiado intelectual y filosófico para un diario, sería para el “País “, más bién
Creo que el viernes España hace picadillo a los suizos.
Feliz verano.
Mirta