Licurgo, el gran legislador y educador de Esparta, para demostrar la importancia de la educación, convocó a la gente y se presentó ante la asamblea con dos perros, una liebre y un recipiente de comida. Los perros eran hermanos, hijos de la misma perra, uno engordado en la finca, el otro acostumbrado a vagar libremente por los campos para procurarse la comida. Deseando mostrar a los espartanos que los hombres son y se comportan como los animales según las enseñanzas recibidas, colocó la escudilla del sustento a una prudente distancia de donde se encontraban y posteriormente soltó a los perros y la liebre. Uno de ellos se abalanzó directo hacia el contenedor de comida para alimentarse, mientras que el otro corrió detrás de la liebre, consiguió atraparla y se la comió. Todos vieron la diferente reacción de los canes y entonces, Licurgo, les preguntó: ¿Quién está más preparado para sobrevivir? Y los espartanos respondieron de inmediato: el perro instruido para la caza; pues el otro, presumiblemente, solo podrá subsistir unos días si no se le proporciona comida.
La imagen descrita creo que es ejemplar. Licurgo utilizó esta metáfora para hacer entender a sus conciudadanos reunidos en la asamblea, la importancia y necesidad de la educación. Es decir, como se puede apreciar, en la base de toda esta escenografía de Licurgo se encuentra, tácitamente, la idea de la utilidad y eficiencia del proceso educativo en las personas y su efecto posterior en el desarrollo de vida personal y profesional y de convivencia en la sociedad. Sobre todo, por la potencialidad que genera la educación, no solamente como transmisora del conocimiento, sino, fundamentalmente, en su función respecto a la formación del pensamiento y espíritu independiente y crítico de los alumnos. Y, además, en estos convulsos tiempos de pandemia, su utilidad para dar respuestas favorables para la convivencia democrática a la ciudadanía, de cara a resolver los problemas sociales que tenemos actualmente y los que surgirán a lo largo del siglo XXI. Y para ello, para conseguir el deseado éxito en estos ámbitos resulta imprescindible cimentar bien la base escolar de la que dependerá en gran medida, la futura sociedad. Una considerable mejora del sistema educativo que nos aleje de los malos resultados escolares que venimos obteniendo en el Programa PISA, un estudio llevado a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a nivel mundial, en el que participan 72 países y que mide el rendimiento académico de los alumnos de 15 años, fundamentalmente, en matemáticas, ciencia y lectura y cuyo trabajo de campo de la nueva edición se realizará en la primavera de 2022. En este sentido, es indicativo que España, según fuente de la propia OCDE, derivada de los resultados obtenidos en la última edición, se encuentre situada por debajo de la media, tanto en la prueba de ciencias como en la de matemáticas, y que países como Estonia, Eslovenia, Letonia, Polonia o Portugal, se encuentren por encima de nuestro país.
A este respecto, me resulta sorprendente que cuando se enjuician los citados resultados de PISA, así como el abultado fracaso escolar de los alumnos, las facultades de Ciencias de la Educación, habitualmente, permanezcan ajenas a esta cuestión y controversia, como si la formación que ofrecen a los futuros docentes no tuviera nada que ver con el desempeño profesional posterior de los mismos, con la transmisión de adecuadas competencias educativas a los alumnos y con los resultados de PISA anteriormente citados. En este contexto, habiendo alzado la voz algunos eminentes pedagogos sobre varias insuficiencias de nuestro sistema educativo y determinadas carencias del sistema formativo de los futuros docentes, tal vez convendría que, desde el ámbito político, se les hiciera algún caso y aprovechando que España recibirá 19.000 millones de los fondos covid de la UE en 2021, alguna parte sustancial de ellos se utilizaran en la mejora general de dicha formación y del sistema educativo.
Una inversión, cambio y mejora que, a mi modo de ver, no solamente se debe canalizar hacia los futuros docentes, sino que abarque y sirva, también, para otras áreas formativas como la Formación Profesional (FP), el I+D+I, y otras Facultades de la Universidad. Así como, para movilizar a una parte importante de nuestros jóvenes actualmente en paro, escasamente formados una mayoría, y altamente cualificados otra minoría, y capacitarlos para competir en la economía de la productividad, la flexibilidad laboral y la formación continua. De manera que se aleje de su horizonte vital la escasa y humilde meta y proyecto de vida, de conseguir un puesto de trabajo fijo en la Administración pública o empresa privada que les permita emanciparse y poder alquilar una vivienda. Y para eso hay que potenciar e invertir más recursos en la enseñanza pública convirtiéndola en hegemónica a nivel de Estado en calidad educativa, como hacen los países más desarrollados de nuestro entorno.
En este sentido, convendría no olvidar que la primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle; pues para saber algo no basta con haberlo aprendido. Tal vez, recordando este axioma, la alegoría de Licurgo pueda ayudar a los políticos y a la sociedad a reflexionar sobre ello.
Este artículo tendría que llegar al Congreso, a los debates de televisión y a todos los medios de difusión de este país; pues es fustrante ver el lugar que ocupan nuestros estudiantes en el ránking europeo.
ResponderEliminarHarían bien los políticos del Gobierno y de toda la oposición en rectificar el rumbo de la educación y aumentar notablemente el presupuesto que, a todas luces, el país, los docentes y sus alumnos necesitan si no queremos seguir siempre a la cola de UE.
¡Enhorabuena!, por este artículo y que "tan debó" les llegue a quienes corresponda.
Pili
Juan Antonio, como siempre o, casi siempre, muy bueno el artículo. Lo he enviado a mis amigas, diciendo que eres un amigo mío y que lo lean despacio, que está muy bien.
ResponderEliminarTambién pienso estos días que deberías arrimarte a la Yolanda Díaz, esa si te dejaría trabajar bien. Tú mismo.
Carmen
Tu artículo, muy bueno; es una làstima que no lo lean los políticos responsables de nuestro deplorable sistema de educativo.¡Bravo!!
ResponderEliminarMarisa
El artículo magnífico. El tema tiene mucho debate.
ResponderEliminarJosé Antonio
He leído tu artículo " Licurgo". ¿Eres consciente de la densidad que tiene?
ResponderEliminarEste blog no es el lugar adecuado para hacer un comentario. Requiere una tertulia o varias.
Rosa Acebal
Muy bueno.
ResponderEliminarHelena
Totalmente de acuerdo. La educación continúa siendo la asignatura pendiente de todos los gobiernos.
ResponderEliminarMagda Sellares
Fantástico, tío.
ResponderEliminarEduardo
Acabo de leer tu último artículo y constato que el mismo es pura pedagogia, tanto en el fondo del análisis discursivo, como en la forma de traer a colación una anécdota escasamente conocida y atribuida a Licurgo, legislador de la polís de la Esparta clásica, todo un acierto.
ResponderEliminarSin duda, uno de los grandes males que adolece este país es el bajo nivel educativo medio, tal como indicas y como señalan los sucesivos informes PISA, quizás también porque a escala popular nunca ha tenido buena prensa la educación ni la cultura, ya que somos un país influenciado por la contrareforma que ha perseguido históricamente el espíritu crítico e innovador, que ha promulgado una enseñanza de tipo memorístico y disciplinar que ha hecho poco atractivo su aprendizaje. Esto, unido a los avatares políticos,ha impedido consesuar una ley de educación con una validez permanente, en lugar de irla modificando en función de la ideologia del gobierno de turno. Una Ley de Educación que profundice en las necesidades reales del alumnado potenciando sus habilidades y proporcionándole las herramientas que les faciliten su posterior desarrollo civico, crítico y humano que les permitirían su integración en la sociedad.
Un cordial saludo.
Jordi
Muy acertado tu artículo sobre la educación en nuestro país.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo en la necesidad de la reforma educativa a todos los niveles, pero para conseguir mejores resultados se necesita inversión y trabajo; unos medios que parece que, de momento, no estan disponibles para mejorar la calidad de la educación.
Un abrazo.
Anna
A es el puesto fijo y B es el instinto genético de su especie milenaria. Ambos tendrían que aprender algo sobre la productividad, la flexibilidad laboral y la formación continua. AQ ha ahogado su- instinto de caza; B no ha aprendido otras formas de subsistencia... Licurgo tendría que haber llevado también una zorra.
ResponderEliminarSigue pensando y creando. Y recreándonos. Agradecido.
Pepe
Muy bien, felicidades, me ha gustado mucho porque no solo te limitas a explicar la metáfora de Licurgo (no la conocía), sino que arremetes después, con toda la razón del mundo, contra la política educativa del país. La mejor inversión pública es la de la educación, eso ya lo dices, pero aquí seguimos sin saberlo o si lo sabemos no lo aplicamos. Además, solo hacemos caso de los informes que organismos internacionales realizan sobre varios países para determinados temas, cuando salimos bien parados; sin embargo, cuando salimos mal se esconde el informe en un cajón y aquí no ha pasado nada. A ver si en esta ocasión no se les duerme, a la gente de La Mañana, el artículo encima de alguna mesa y lo publican en un tiempo razonable.
ResponderEliminarRamon Morell
Acabo de leer tu artículo….Sí, me ha gustado. El tema es muy importante e interesante, la formación de los futuros docentes es vital para el desarrollo de nuestros profesionales……Espero que sepan emplear bien ese dinero de la UE.
ResponderEliminarPilar
Maravillosamente explicado que la Educación es importantísima.Lástima que a muchos no les interese que todos seamos cultos y formados y lamentable que países con menos importancia que el nuestro nos supere en formación…
ResponderEliminarNacho
La EDUCACION, con mayúsculas, es unos de los pilares de los pueblos para el futuro de las nuevas generaciones. Pienso que nuestro país cuida muy poco el nivel educativo como expones en tu artículo.
ResponderEliminarEncarna
Hola J.A.
ResponderEliminar"ESCUCHAR" : De todos los verbos que podamos aprender en la vida, éste quizás sea el más importante. Porque de él dependen los demás.
Escuchar es atender y entender lo que el otro te dice, cómo lo dice y porqué lo dice.
Hoy por hoy tenemos unos gobiernos, aquí, allá y en medio, que prometen lo que nadie les pide y obvian lo contrario; esto es, porque no escuchan la voz del pueblo y cuando están arriba...aún menos, pues ya han llegado donde querían.
Por lo tanto, la metáfora de Licurgo(que no conocía)que mencionas en tu extraordinario artículo, digno de publicarse en todos los medios, señala lo contrario de lo que se está haciendo en este País.
Tiene que existir un equipo docente suficientemente preparado, pues hoy en día aprender, no es memorizar; la educación, debería ser formación de criterio. Capacidad de discernir, preparar para los nuevos retos tecnológicos y a todo ello añadirle, una buena dósis de disciplina.
Lo que tu reclamas y reclamamos muchos, hoy por hoy, es casi, casi....una utopía.
Ojalá me equivoque y pronto.
Un abrazo
Magda D.
He tenido que releer la historia de Licurgo para darme cuenta que te referías al perro cazador. Yo creía que era autodidacta.
ResponderEliminarLa importancia de la educación es enorme, pero parece que a nuestros políticos no les interesa que los ciudadanos se preparen para desempeñar un trabajo y desarrollen un espíritu crítico y colaborar en el buen funcionamiento del país.
La ignorancia está abonada a creer lo que se le diga sin investigar la verdad.
Un abrazo.
Pilar
Pilar
Buenos días, Juan Antonio: He leído tu artículo; me parece una buena reflexión sobre la cuestión.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en la importancia de la educación para contribuir a la prosperidad de un país. De todas las formas, como muy bien tú sabes, no es lo mismo educación que formación. La educación transmite unos valores y la formación un saber, una habilidad para desarrollar una tarea.
Efectivamente, en los Presupuestos Generales del Estado se ha de dedicar una cantidad mayor de la dedicada actualmente a este apartado y no solamente este año que llegará un dinero extra. Estos días se está tratando en los medios esta cuestión de la distribución del dinero pero no recuerdo que hayan tratado con especial interés lo que en esos presupuestos se dedica a educación. Han hablado de infraestructuras, del mal reparto de ese presupuesto- eso va por barrios- etc.
Por otra parte, hay una nueva ley de educación, la Ley Celaá, de la que yo al menos no conozco nada. No sé qué novedades incluye, si es que incluye alguna y “a priori”, es un asunto que me debería interesar. Y, además, ha sido aprobada por una parte del congreso. Todavía estamos por aprobar una ley de educación por consenso y así nos va. Creo que cuando más cerca se estuvo de ello fue cuando Gabilondo fue ministro de educación y por un quítame allá esas pajas del PP el consenso se fue al garete.
Siguiendo el orden de tu artículo, lo que me plantea más dudadas es que haya que formar para competir en la economía de productividad. Esa es una carrera Malsana. Productividad no significa calidad, sólo más cantidad. Eso nos mete en una rueda infernal de consumo desmedido y prima la formación sobre la educación.
Lo de la flexibilidad laboral, no lo hubiera dicho mejor el señor Garamendi. Ahora te contrato, ahora te echo. Es lo que provoca que muchos jóvenes, metidos en esa inseguridad laboral, no puedan formar familias y tener hijos. La demografía también cuenta.
¿Qué tiene de malo la administración pública? Me sorprende mucho que lo digas precisamente tú. Quiero entender que te referirás a cuando ese trabajo no es el deseado sino el nicho en el que meter cabeza sin ningún interés en ello.
Mucho me temo que con el paisanaje político que tenemos y el que se entrevé no lleguemos nunca a que se haga una ley de educación sin meter dentro la ideología de turno y, sobre todo con el PP, dedicando el dinero público al enriquecimiento privado.
Un abrazo
Merche
Benvolgut Juanantonio,,
ResponderEliminarA mi m'ha agradat la teva reflexió i també el canvi de temàtica. Pensar i repensar l'educació és sempre una gran idea, i si a més ho fas per mitjà d'una paràbola bonica, millor. És un bon punt de partida per poder passar una estona pensant i reflexionant.
Tanmateix sí que et faré un parell de comentaris senzills que m'han sorgit anant llegint (me l'he llegit tres vegades). Potser m'imprimiré el teu escrit per anar subratllant
Jo no tinc massa clar si els paràmetres que mesura l'informe Pisa són aquells que ens ajudarien a la consecució d'una societat més transigent, justa, solidària..... I aquesta opinió enllaçaria amb la següent, volem que l'escola prepare per a una societat més competitiva? Ja veus dóna per una conversa al davant d'uns cafès pausats.
Crec que t'expliques amb molta precisió semàntica i amb un llenguatge sempre amable, el que a mi em resulta un entrebanc per seguir amb facilitat el teu discurs, és la quantitat de comes que segons el meu parer no deixen acabar amb facilitat les reflexions.
Gràcies per enviar-me els teus escrits encara que sovint no et faci cap comentari, em fan posar en marxa el cap, cosa que jo trobo a faltar en la meva quotidianitat, on sovint estem atrapats per la recurrent pandèmia....
Feliç diumenge
Mati
Perdona por el silencio. Se ve que no doy para más.
ResponderEliminarAcabo de leer la carta que me has enviado. Me parece muy buena y práctica, tiene gran valor pedagógico. Bajo mi punto de vista, si bien es verdad que es necesario dedicar fondos económicos, entiendo que el problema de fondo en España, son las leyes que desde la Ley General de Educación de Villar Palasí, se han promulgado cerca de una decena de leyes y que según decía un experto en estos temas, tenemos unas leyes que son auténticas trituradoras de talentos. Añadía: “si mi compañero aprueba sin dar ni golpe, para que me voy a esforzar”
Un abrazo y sigue escribiendo.
Laureano Yubero
No conocía la historia de Licurgo, pero me ha encantado tu artículo y la comparación que has hecho sobre un hecho que ocurrió hace muchos años con el legislador y educador de Esparta. Tendríamos, todos y digo bien todos, que aprender esa historia y aplicarnosla. Y el qué no la sepa poder enseñarle que hace tanto tiempo la gente se respetaban unos a otros.
ResponderEliminarAlbert
Es indiscutible que invertir en la enseñanza es primordial para un futuro más libre.Tu artículo muy interesante.
ResponderEliminarMª Jesús
Nada puedo añadir al magnifico articulo sobre el problema de la educación en este país, mas propenso al adoctrinamiento que a la educación en la excelencia, utilizándola como arma política y haciendo experimentos con algo que debería ser intocable. Ojalá lo expuesto pudiera servir para esa reflexión que pides, aunque viendo la calidad de nuestros cerriles gobernantes dudo que así sea, desgraciadamente.
ResponderEliminarUn fuete abrazo,
Muy cierto y ojalá cambie algo.
ResponderEliminarAlba
La educación, esa cenicienta de la que los poderes políticos sólo se acuerdan cuando hay elecciones; perdón, también se acuerdan de la educación al igual que de la sanidad cuando hay que hacer recortes. Claro, tanto la una como la otra, ellos se las procuran por medios privados que ni están al alcance del populacho.
ResponderEliminarY yo me pregunto: ¿a qué aspira un país cuando no procura mejorar su educación? ¿A qué puede aspirar un país en el cual su tramado productivo no se preocupa de mejorar la formación de sus futuros técnicos i trabajadores?
Si no hay una educa ión sólida, ¿podremos formar una sociedad crítica, responsable, creativa, innovadora y en definitiva democrática? ¿Estamos a la altura de, como dicen nuestros dirigentes, los países de nuestro entorno? No lo entiendo, quizás es que no estoy situado en el entorno correcto.
Manel
L'article em sembla profund pel que fa tant a l'anàlisi com a les propostes de sol.lució. Fa molts anys que l'educació està en crisi de formació, de metodologia, de recursos i, sobretot, del perquè eduquem i arribo sovint a la conclusió que ens volen sense judici crític, amb un pensament obedient i depenent del poder establert i , lluny de fer-nos lliures, ens lliga de peus i mans al sistema i tot el que s'allunya d'aquestes premisses, és apartat i sancionat.
ResponderEliminarI, finalment, si no hi posem diners, recursos, escoltem les necessitats dels qui treballen dins les aules, continuarem, així, com estem:alienats, empobrits i en un bucle permanent de queixes els uns contra els altres. La Universitat culpant a l'educació secundària i primària. Els mestres contra els pares, els pares contra els mestres i els de dalt mirant a baix i menyspreant-los perquè no ho fan prou bé. Com va dir Freud, justícia i educació, impossibles de solventar...
Abraçades
Joana
Muy muy interesante, pero conseguirlo esta muy lejos de la realidad que vivimos en la actualidad.
ResponderEliminarElena Morán Arias
Me ha gustado el artículo. ¿Puedo compartirlo?
ResponderEliminarJaume
Totalmente de acuerdo con que la educación es la base fundamental para defenderse en la vida, formarse, cultivarse y enriquecerse. Y lo de siempre muy largo e intelectual y, también lo de siempre, muy bien escrito pero no para todos un tanto entreverado.
ResponderEliminarMirta