miércoles, 29 de noviembre de 2023

Entre el ruido y el silencio: reflexiones sobre la sociedad actual

 

Busco el silencio, porque vivimos en una sociedad con mucho ruido, en la que la clase política se ha apalancado en la bronca y la descalificación y la retórica de cada cual envuelve los hechos cotidianos que hablan por sí mismos. El griterío y la gresca lo son todo. La polarización va en aumento, tiene que ver con las emociones y esto hace que cerremos filas no solo en torno a nuestro partido o nuestro líder y valores, sino en relación con otros votantes o seguidores, generando un sentimiento de pertenencia hacia los nuestros y, a la vez, de rechazo y casi hasta odio hacia los oponentes. Es un tipo de divergencia y discrepancia que origina una confrontación del mundo entre ellos y nosotros. Se concibe y propaga una manera de entender la realidad en la que los míos son los buenos y los otros son los malos. La Ley de Amnistía, pactada entre el PSOE y los partidos independentistas catalanes, como parte de los acuerdos para asegurar la investidura de Pedro Sánchez, es un claro ejemplo del posicionamiento personal y colectivo de la sociedad de nuestro país. Y las protestas e impotencia ante la inhumana, cruel y despiadada guerra de Gaza y la ilegal, perversa y brutal guerra de Ucrania, son otros dos arquetipos y demostración de la crispación de otras sociedades europeas y mundiales sobre lo que anteriormente indico. Y es que tenemos una sociedad global llena de contradicciones que son una especie de grietas que nos meten a todos en unos cajones estrictos y demasiado estáticos. Una sociedad que es a la vez compleja y simple, plural e individualista, serena y líquida, y en la cual la incertidumbre que causa la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos, produciendo una peligrosa deshumanización y cierto miedo existencial. Y que además, se ha vuelto cosmética, haciendo cirugía plástica a cada instante para olvidar que, además de las guerras de Gaza y de Ucrania que afectan al confortable y glamuroso mundo occidental, hay actualmente otras 56 guerras activas en el planeta que conciernen a más de 1.100 millones de personas, el 14 % de la población mundial, que han provocado más de 108.000 víctimas solo en 2023 y de las que nadie se acuerda al estar alejadas de nosotros, ni los medios de comunicación se hacen eco de ellas.

 

La Mañana 29.11.2023

Esas guerras están ahí, pero nadie las hace caso. Como tampoco parecen importar mucho otros conflictos y desavenencias urgentes como el cambio climático. Y es que ningún Gobierno de los poderosos Estados del mundo, ni ese 1% de los acaudalados multimillonarios que, según datos de Oxfam, acumula el 82% de la riqueza global del planeta Tierra, juzgan necesario tener tiempo para ocuparse seriamente de las noticias diarias sobre las catástrofes que están produciendo los escalofriantes récords de temperaturas que se están dando a causa de la acción criminal y suicida de empresas y gobiernos que incrementan las inversiones en combustibles fósiles. Todo un cínico despropósito realizado por los Gobiernos de los más importantes e influyentes países mundiales, teóricamente comprometidos a poner un límite a la contaminación atmosférica. Y lo peor es que todo da a entender que no hay voluntad de cambio. Quizás porque las sociedades de hoy día, debido a la globalización y transculturación, se han vuelto miméticas, pues se replican las mismas mediocridades en todas, aunque en unas los sesgos estén más exacerbados que en otras. Y es que hemos llegado a tal mimetismo que somos casi iguales en casi todas partes y en cualquiera lugar y nos conformamos, y solamente protestamos ante hechos puntuales que directamente nos afectan. Y, en ocasiones, ni siquiera nos manifestamos cuando perdemos derechos, probablemente porque se ha normalizado también el marco mental de la subsistencia. Tal vez por eso, la calle calla y se siente afortunada por ciertas subidas salariales en el sector privado o las revalorizaciones en lo público y ha legalizado la precariedad en la que vive para no empobrecerse más todavía.

 

Vivimos además en unas sociedades en las que los hechos y las cosas son y no son al mismo tiempo. Y quizá por ello, siendo más libres que nunca, es cada vez es más difícil tener libertad. Dándose la paradoja de que, por un lado, hay gradualmente más grupos sociales que pelean por las libertades, por más pluralismo y más respeto al individuo y sus proyectos de vida; pero sorprendentemente, por otro lado, aumenta progresivamente cada día más el conservadurismo y los seguidores y electores votantes de partidos políticos de extrema derecha. En este contexto, a mi modo de ver, el mayor problema actual del mundo es que vivimos en unas sociedades que poseen algunos pequeños sectores de población muy dinámicos; pero, al mismo tiempo, hay otros, que son mayoritarios, cada vez más apáticos y que creen que las cosas se acomodarán solas. Y así, acabaremos con una multiplicidad de catástrofes: ruptura ecológica, ascenso del autoritarismo, caos y desintegración social. Y es que asumimos tener unas sociedades que, si bien engañosa y ciertamente no se adviertan, están hiperestratificadas y diversas, cuya realidad y circunstancias ha bautizado el filósofo italiano de origen armenio Giorgio Agamben, como “el coraje de la desesperanza”; es decir, la comprobación de que el optimismo pasivo es una fórmula para la autoindulgencia y, por consiguiente, una dificultad contra un pensamiento y una acción significativos que nos permitan avanzar en las circunstancias actuales de la historia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

17 comentarios:

  1. Me parece un trabajo sensacional, magnífico, por el fondo y por la forma, esencialmente por ésta.
    Te felicito.

    Pepe

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  2. Buenas noches. Muy bueno, pero ya te dije que yo soy apolítico. No me gusta la política ni los políticos. Yo soy libre con mis ideas de la naturaleza y es con lo que me siento libre y feliz.

    Antonio Puig

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  3. Buenos días Tío. Acabo de leer el articulo ,como siempre desgranando todo magníficamente y con reflexión de lo que pasa en nuestra sociedad y entorno, es por esto que estoy totalmente de acuerdo contigo en que cada vez nos odiamos más y nos respetamos menos entre nosotros a nivel nacional y mundial y como siempre los ricos son los ricos.

    Beso fuerte para los dos.

    Nacho

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  4. Hola, Juan Antonio. Tienes la gran capacidad de expresar la actualidad, tal cual es. Precisamente, a mí, esta actualidad, es la que me tiene desorientada. No obstante, mis ideales y comportamiento, no cambiarán y menos, ante la "Jauría política" que se ha organizado, exclusivamente por una poltrona, porque el ciudadano de a pie, poco importa.
    Tampoco cambiará mi relación con la gente que quiero porque tenga ideas diferentes a las mías. A veces pienso, como en cierta ocasión oí decir a una persona que aprecio muchísimo, "tal como está la situación, a mí que me paguen la pensión y aire"; triste...sí, pero...

    Gracias y un abrazo.

    Magda D.

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  5. Gràcies per l'article Juan Antonio,
    Com casi sempre, els teus escrits, després de llegir-los un parell de vegades, t'obliguen a reflexionar .
    Participo plenament de la indignació que comporta els desproposits del politcs, la prepotencia dels països rics i la amoralitat dels multimilionaris. He trobat interessant els conceptes de legalitzar la precarietat i el mimetisme actual de les societats, però em quedo amb les reflexions de Giorgio Agamben, per lo que suposa plantejar-se el pensament i l'acció per no caure en la autoindulgencia. reflexió per pensar-hi seriosament.

    Amb tot, i encara que els temps actuals ho fan difícil, t'animo ha escriure un article que posi de relleu algun aspecte positiu dels humans. Ep! si es que creus que en tenim algun.

    Una abraçada
    Ton

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  6. En esta ocasión veo que te has decidido por hablar de dos problemas, más que problemas auténticas barbaridades, que hacen referencia a las guerras extendidas a lo largo y ancho del planeta y a la lucha (mejor no lucha) contra el cambio climático. Con tus dotes de filósofo reflexivo y no instaurado en ninguna torre de marfil explicas estupendamente las lacras de la actual sociedad. Yo creo que afecta también el individualismo que hoy impera hasta en la docencia, tanta emprendeduría y tanta educación financiera, margina la solidaridad, la cooperación, lo común, y prima el yo, la individualidad y yo me lo guiso y me lo como. En fin, el abandono, políticamente voluntario, de las humanidades está hundiendo el mundo. Felicidades, una vez más, por la calidad del artículo.

    Una abrazo.

    Ramón

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  7. Como siempre, muy bien. Vivimos en un mundo lleno de de noticias nefastas. Te has olvidado de enumerar una que también eriza los pelos, es los emigrantes que vienen en pateras.

    Encarna

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  8. Muy bien expresado, como de costumbre. Cada vez, políticos a parte, vamos a un sálvese quién pueda y pasamos de largo por los problemas ajenos.

    Magda Sellarés

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  9. Hola Juan Antonio, gracias por el artículo.
    Y además de la polarización y deshumanización del oponente, inanidad e indiferencia ante los conflictos y las catástrofes humanitarias que se reparten por todo el mundo. Muchas ni se les presta atención ni interesan desde el punto de vista del mundo occidental, como ocurre por poner un solo ejemplo, con Sudán.

    Un abrazo,
    Miguel Ángel

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  10. Totalmente de acuerdo. Documentado, serio y poco complaciente. Un diagnóstico muy certero. Está muy bien.
    Gracias y un abrazo.
    Jaime

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  11. Hola, Juan Antonio,
    Te agradezco que compartas con nosotros lo que escribes y te publican. Me ha gustado mucho tu artículo que refleja las inquietudes y preocupaciones de muchos de nosotros por el actual estado de cosas. Ayer se celebraba el 13 aniversario Ara del que soy lectora y Esther Vera, su directora entrevistó a Iñaki Gabilondo, a quien sigo desde hace años. Algunos de los temas que desgranaron coinciden con los que tú apuntabas en tu artículo, que me ha encantado. Te enviaré el enlace para que puedas disfrutarlo y compartirlo.

    Un abrazo
    Elena

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  12. Bon dia JuanAntonio
    Gràcies per les teves reflexions sobre la societat actual,.m'han fet pensar en un article de Salvador Cardús que t'he enviat al teu correu.

    Mati

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  13. No son descendientes de una monarquía Son producto del capitalismo en el que vivimos.

    Anna Tantull

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  14. Buenos días,
    Sobre tu artículo decirte que es la descripción perfecta del caos en que estamos. Muy acertado.

    Marisa

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  15. Excelente el artículo. Cierto que nuestra sociedad está instalada en esta especie de farándula mediática que lo único que le preocupa es devorar información sin que tengan más repercusión. La opinión pública falsamente se rasga las vestiduras pero es incapaz de hacer nada, o impotente de hacer nada. Quizás en Gaza no podemos intervenir, pero si que podríamos intentar paliar alguna de las injusticias de nuestro entorno y tampoco lo hacemos.
    Bonanit.

    Manel

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  16. Buenas noches :
    El título de tu artículo es muy bueno. Aunque discrepe en algo, tienes razón de que hay mucho ruido pero poco silencio. Yo creo que Pedro Sánchez ha hecho todo lo contrario de lo que decía cuando quería ser presidente de este país. Hoy mismo, han dicho que han negociado en Suiza, un país como España no se puede doblar ante el capricho de un señor que huyó en el maletero de coche, mientras compañero suyos en estado en la cárcel.
    Hoy han dicho que Estados Unidos retira la ayuda a Ucrania para dársela a Israel, el Zelenski, el mismo que dice que va a invitar a Trump para que visite el país.
    En tu artículo menciones que hay otra 56 guerras actives en el planeta que concierne a 1.100 millones de personas el 14 % de la población mundial. Con más de 108 000 víctimas. Cómo tú bien dices están lejos de nosotros y hacemos oídos sordos, y, o, no nos interesa.
    Es cierto, que cada día somos más los que protestamos"en silencio" pero hay más ricos y muchos más pobres.
    Acabas tu artículo mencionando a Giorgio Aganben, todo un acierto.
    Me ha encantado tu artículo, cada día me enseñas cosas nuevas, maestro.

    Albert

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  17. Estoy de acuerdo con el ruido, pero no solamente es ruido, sino realidades insoportables de tragar. Acá menos 7 .Aprovecho desde ya para desearles muchas felicidades y sobre todo buena salud. Cariños a los dos.

    Mirta

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Gracias por tus comentarios.