jueves, 23 de mayo de 2013

Jordania


Mi breve estancia en Jordania ha sido enriquecedora. Asentada de Oeste a Este sobre las mesetas calcáreas de Samaria y Judea, la depresión de Al-Gawr, una región montañosa y la extensa área desértica de Wadi Rum, es un país lleno de contrastes. Así, por ejemplo, el clima varía desde el Mediterráneo, en la zona occidental, al desértico en oriente. La vegetación predominante es la estepa y el matorral. Su población proviene principalmente de las tribus yemeníes y qaysï. Y, aún siendo la religión islámica la practicada mayoritariamente por más de 80% de su población, la cristiana ortodoxa griega y católica también está presente y se ejercitan con absoluta libertad.

    Imagen: Ciudad romana de Jarash

En sus tierras y antiguos monumentos he redescubierto una parte importante de la historia; pero no solamente de la Bíblica, sino también de la historia humana. Desde los albores de la civilización, en esta tierra que debe su nombre al Jordán, encontramos notables reliquias de antiguas culturas y amplios testimonios del importante papel desempeñado en el comercio entre Oriente y Occidente, debido a su ubicación geográfica: un punto estratégico entre Asia, África y Europa.

He regresado con los ojos grabados en los libros de historia; vivos pasajes en cada rincón que se recorre de este país. Desde la asombrosa y enigmática Petra, la joya de la corona, hasta el milagro del mar Muerto, desde el fértil valle del Jordán, hasta el colorista y desolado desierto de Wadi Rum, Jordania cautiva.

Ammán, su capital, con más de tres millones de habitantes, me ha resultado una ciudad fascinante llena de contrastes, una mezcla única de lo antiguo con lo moderno. Situada estratégicamente en un área de colinas, me ha asombrado por el organizado caos de su circulación y por su rica y variada cocina, cuyos sabores me he traído enquistados en el paladar.

Paseando por las calles de sus ciudades ha llegado a mi memoria el recuerdo de esa gran historia cultural común; aunque los hechos hayan pasado hace muchos siglos. Una historia en la que existía una gran interacción entre musulmanes, judíos y cristianos y de la que eran especiales protagonistas los comerciantes de las tres culturas que influyeron sobre la sociedad de la época con los productos que transportaban y vendían; pero también con las ideas religiosas. Unas ideas religiosas y de armónica convivencia que se expresaba, sobre todo, en el movimiento de la gente, desde esclavos a reyes, en uno de los momentos más enriquecedores y conmovedores de la larga y movida historia del Mediterráneo occidental.

Un pero. Me ha sorprendido que en todas partes y en cualquier esquina se encuentre la foto del Rey Abdullah II. Su imagen se hace omnipresente y, aunque esté equivocado en mi apreciación, me ha dado la sensación de que está ahí, en todas partes, como señal y reiteración, para recordar al pueblo quién manda en Jordania.

Pero si hay algún hecho aún más relevante a destacar del viaje y estancia, ha sido conocer a Wasef, un paciente jordano que ha sido nuestra voz ante su pueblo. En él, he visto nuevamente aflorar la cordialidad humana y la hospitalidad musulmana, la gentileza y educación y, sobre todo, la bondad.

Jordania, es una bella tierra impregnada hasta sus raíces por los testimonios del Antiguo Testamento que se nos presenta, con vocación de compromiso, como amigable componedora del complejo mundo de las creencias en Dios-Yahvé -Alá.

4 comentarios:

  1. Gracias de compartir este viaje magnifico con nosotros

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  2. Jose Antonio. En tu relato he imaginado y comprendido tu viaje y tratare de ir pronto para compartir las emociones de los sentidos.Un abrazo Sara

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  3. Jose Antonio. En compartido en la imaginación tu relato del viaje y quisiera ir pronto para compartir contigo las emociones de los sentimientos de este lugar tan especial. un abrazo. Sara

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  4. Así que en Jordania eh?

    Qué precioso es Oriente Medio y qué encantadoras sus gentes y qué pena más grande lo que está pasando por allí !
    En Siria también está su presidente por todas partes y no sólo él sino también su padre!!

    Un abrazo
    isabel

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