martes, 29 de marzo de 2016

Sobre los atentados de Bruselas




Son tristes. Indudablemente. Los todavía recientes atentados de Bruselas del pasado día 22 de marzo de 2016. Viví en Bélgica entre 1979 y 1985; concretamente en dos ciudades: Hasselt, capital de la provincia de Limburgo y en Amberes, capital de la provincia del mismo nombre. Enseñaba Lengua y Cultura españolas a los hijos de los emigrantes españoles. Y me da pena lo ocurrido, pues los recuerdos de ese país y de sus gentes que guardo en el arcón de mi memoria, son extremadamente agradables. Pero no solamente conservo un recuerdo apacible y placentero de los nativos belgas, sino también de los amigos marroquíes con los que bromeaba los sábados cuando iba a comprarles las frutas y verduras en el Graanmarkt o me tomaba, con alguno de ellos, un té moruno con hierbabuena en un cafetín de la Riemstraat.. Y uno especial de Fátima, una enfermera del hospital universitario de la ciudad, que me atendió y cuidó como si fuera mi madre, cuando estuve hospitalizado a causa de unas extrañas fiebres que cogí vaya usted a saber dónde. Ésta es la Amberes y la Bélgica que preservo de forma indeleble en mi memoria y en el corazón. Una amalgama de lenguas, de culturas, de religiones y de modos diversos de sentir la vida; pero en la que todos: belgas, holandeses, italianos, españoles, marroquíes, turcos etc. convivíamos armoniosamente en barrios muy diferenciados, pero a los que todos íbamos sin temor y sin odio.
 
Atentado terrorista en el aeropuerto de Zaventen
¿Y qué ha pasado desde entonces…? No lo sé muy bien. Supongo que algunas o muchas cosas, las hemos hecho mal, para que ahora, algunos fanáticos descendientes de aquellos magrebíes amables y tranquilos, se refugien y alisten en el ISIS y asesinen en nombre de Alá por medio de actos terroristas. Y en este sentido, sí creo que Occidente ha perdido definitivamente la batalla, aunque muchos interesados halcones piensen y pretendan que el tema de ISSIS se arregla a bombazos. Ellos, los terroristas que se inmolan en nombre del ISIS, no tienen nada que perder pues occidente invadió algunos de sus países para rapiñar sus riquezas, desmanteló Estados, suprimió ejércitos, mató, torturó a sus prisioneros y les humilló. ¿Qué pensaban nuestros "grandes líderes" occidentales: los Busch, Blair y Aznar, sobre todo, que se lo iban a perdonar? La guerra, insisto, creo que está perdida y lo mejor que puede hacer occidente, si pretende recuperar la tranquilidad, es marcharse de los países en los que está y dejarlos a su suerte que se las arreglen y se maten entre ellos si es eso lo que quieren... Al fin y al cabo es lo que históricamente ha ocurrido siempre.
 
Un hombre clama al cielo.
Decía Edward R. Murrow, reportero y comentarista americano que, “Nadie puede aterrorizar a toda una nación, a menos que todos nosotros seamos sus cómplices.” Pensemos en ello…


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