jueves, 8 de julio de 2021

Los tiempos del tiempo, una quimera de nuestra memoria.

 

El tiempo forma parte de nuestra cotidianidad. Es suficiente con abrir una agenda, mirar cada día las horas de un reloj o ver sus efectos sobre nosotros mismos o los demás, para percibir el proceso de envejecimiento y constatar el paso del tiempo. Un tiempo que transcurre sin poderlo precisar como concepto; pero que, efectivamente existe. No obstante, cuando se trata de determinar o concretar el tiempo, la ciencia encuentra un límite; pues es un concepto, siempre y cuando lo sea, muy complejo y difícil de fijar. Y, quizá por eso, nos encontramos con infinitas dificultades para definirlo. Ya lo señalaba San Agustín cuando decía “Si nadie me pregunta qué es el tiempo, lo sé, pero si me lo preguntan y quiero explicarlo, ya no lo sé”. Y es que el tiempo es una percepción que no se deja coger ni empuñar y, al mismo tiempo, es la más fundamental y más inmediata certeza cotidiana. ¿Qué hacer? ¿Cuál es la verdadera esencia del tiempo? Según nos expresa Kant en su obra Crítica de la razón pura, el tiempo es condición necesaria para todo lo que conocemos, un a priori sin el que nada sería posible. Ser es ser en el tiempo.

La Mañana 08.07.2021

En todo caso y en mi opinión, todo lo que vivimos, en principio, lo pasamos en el presente. No obstante, el problema es que todo aquello que acontece, en cuanto sucede, ya hace y forma parte del pasado. En consecuencia, el presente es algo que se nos escapa, no podemos capturarlo; pues en el momento que lo aprehendemos, lo relegamos al pasado; es decir, ya no es. Pero, a su vez, lo ocurrido, que alojamos en la cámara del pasado, ya tampoco existe; pues ha dejado de ser lo que ha sido y solo forma parte del tiempo en la medida que lo tengamos en la memoria en forma de recuerdo. Y este hecho, me parece importante resaltarlo, ya que la naturaleza del tiempo, es percibida como una experiencia subjetiva de la memoria, donde el recuerdo es la traza de lo ocurrido en un tiempo pretérito. Así pues, la memoria es una conservación, un pasaje del pasado en el presente; puesto que el concepto tiempo es sobre todo un tránsito, un fenómeno por el cual atravesamos de un instante a otro. Y dicha memoria recoge en nuestra mente los diferentes momentos, etapas y coyunturas de nuestra historia y que han desembocado en lo que somos en el presente. De hecho, si de golpe perdemos toda la memoria, no sabremos quiénes somos y habremos olvidado hasta nuestra propia identidad; pues es la conservación en la memoria de los recuerdos de todo lo que hemos vivido, lo que nos permite saber quién somos y lo que somos. Y es que la memoria es el cimiento de nuestra consciencia, sin ella no tenemos identidad, no somos nada.

 Ahora bien, aun así, aunque sin ella no seamos nada y aunque no tengamos acceso a saber con certeza lo que es el tiempo, la articulación entre el pasado y el presente, me parece que es interesante; ya que conlleva nuestra propia conservación de una realidad acontecida. Proust, en su novela En busca del tiempo perdido , una de las más grandes creaciones literarias del siglo XX, nos dice, precisamente, que el tiempo perdido es el pasado, cuando nada queda, y, también es tiempo perdido, cuando el presente es vivido como única expectativa de futuro. No obstante, nos indica, asimismo, que ese tiempo perdido es real y existe y está, de una manera inconsciente, en la memoria. Y, para preservar su desaparición y el olvido de las experiencias y recuerdos del pasado aniquilado por el tiempo, nos hace saber que en la memoria, el tiempo se revela de la forma más pura, en su verdad. Pues es aquí, en la memoria, donde el presente y el pasado son uno, ya que cuando hacemos aflorar los recuerdos vividos los traemos al mismo presente, convirtiéndose en la vida verdadera, descubierta y aclarada. La vida vivida que cambia y, a veces, degrada y aniquila a las personas, pero que, anclada en la memoria, también evita la destrucción que el tiempo ocasiona en nosotros al resucitar el pasado y poder revivirlo nuevamente en el presente, a través del recuerdo.

 ¿Y el futuro? El futuro no existe Siempre es falso el futuro. Nunca está escrito, pues no lo hemos vivido y tampoco depende de nosotros. Y es que los tiempos del tiempo son una paradoja, una contradicción difícil de resolver. Una falacia imaginaria y, a la vez, un anhelo permanente escondido en algún lugar ignoto de nuestro cerebro y/o nuestra mente. Ya nos lo advirtió Einstein cuando nos dijo que “la diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente”.

 

 

 

34 comentarios:

  1. Buen artículo tío, me ha gustado...El tiempo es tiempo y pasa para todos, por eso lo único que se ùede hacer es vivir y vivir.

    Nacho

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  2. Veo que cada dia estas más prolífico, asumiendo cuestiones de una profundidad filosófica extrema, pues el tiempo es este compañero que no nos abandona y nos interroga y a la vez nos intriga. A pesar de los avances en la Teoria del Todo, y la física cuántica, sigue siendo una una dimensión física que se resiste a nuestro intelecto y continua planteando siempre más interrogantes que respuestas. Es de agradecer tu disertación, ya que nos invita a reflexionar.
    Un cordial Saludo
    Jordi

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  3. ¿Alguna relación con el espacio?. Lo seguro es que "este tiempo", "mi-tu" tiempo acabará un día en el que se piensa poco. Solo sé que no sé nada.
    Tómate algún "tiempo" de descanso.

    Pepe

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  4. Haces un buen desarrollo del tiempo. Como siempre, me gustó.

    Mª Jesús

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  5. Difícil y voluble tema has escogido, querido Tío. Inesperado, relativo y añorado. Siempre, otros tiempos fueron mejores; aunque, lo mejor está por llegar. Interesante y, a pesar de sencillo de entender, complicado de aceptar. Un fuerte abrazo.

    Eduardo

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  6. Muy interesante el artículo.
    Eltema eterno del tiempo y la memoria siempre polémico, porque la memoria está llena de mentiras y de olvidos selectivos que configuran las percepciones del presente y hacen que " veamos lo que creemos".

    Rosa

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  7. Muy profundo. No me he planteado nunca estas reflexiones.

    Magda

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  8. Muy bueno !!! Lo volveré a leer , hay mucho para meditar , sobre todo ahora que me empieza a fallar la memoria.
    Un abrazo.

    Carmen

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  9. Hermosa disertación sobre el difícilisimo concepto de y "en el tiempo".

    Mª Carmen

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  10. Excelente ejercicio. Carpe diem!!! O sea "intenta capturar el presente".

    Andreu

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  11. Tu artículo sobre el tiempo que titulas, una quimera en nuestra memoria, es verdad. Pues, al recordar hechos pasados siempre están distorsionados, bien magnificándolos si fueron felices, o algunos empeorándolos, incluso, borrando hechos que no queremos recordar. El tiempo es volátil, es verdad.

    Encarna

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  12. Un artículo que da mucho que pensar, y así y todo, creo que no doy para tanto... La última cita de Eintein todavía me ha dejado más distraída... Aún así, enhorabuena por este artículo que lo encuentro magistral.

    Pili

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  13. M'ha agradat molt. Ser és ser en el temps. Però quin temps? El passat ja ha passat, el futur no hi és i queda el present i en ello estamos. Yendo i viniendo en el presente fugaz. Gran tema para la meditación.
    Mil petons
    Joana

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  14. Hola J.A.

    Refiriéndome a tu filosófico y buenísimo artículo, como siempre: Se ha dicho que el tiempo es eso que pasa mientras estamos ocupados, haciendo cosas.
    El tiempo es el tiempo; sobre él, no tenemos ningún poder, ni para detenerlo ni tan solo para pausarlo. Es más provechoso investigar para la obtención de algún elemento, que consiga, que no se deteriore nuestra memoria o que se ralentice ese deterioro; porque, como bien dices en tú artículo:" La vida vivida que cambia y, a veces degrada y aniquila a las personas, pero que, anclada en la memoria, también evita la destrucción que el tiempo ocasiona en nosotros, al resucitar el pasado y poder revivirlo nuevamente en el presente, a través del recuerdo".
    De ahí la importancia de evitar en lo posible su deterioro, aunque sean dolorosos según que episodios archivados, pero que forman parte de lo vivido.
    El futuro....,pues eso, dejémoslo en una ilusión...

    Un abrazo

    Magda D.

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  15. Enhorabuena, te lo he dicho muchas veces y te lo repito, cuando no te sales de tu mundo de pensamiento es cuando, para mi gusto, tus artículos son superiores. Me ha gustado mucho.

    Ramon Morell

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  16. Hola, Juan Antonio,

    Tu artículo sobre los tiempos del tiempo, se refiere al devenir de la vida, de nuestra vida... Cuestiones de una gran densidad que transcurren sin que tengamos plena consciencia.
    Somos quienes somos porque nuestras decisiones y otros factores que escapan a nuestro control nos han ido modelando.
    Yo no suelo mirar al pasado sino para comprender quien soy; en ningún caso para lamentar lo que no fuí capaz de hacer aunque sí me interesa conocer qué razones lo impidieron.
    Pienso que a estas alturas sabemos cuáles son nuestras fortalezas y debilidades y las aceptamos porque el tiempo para hacer cambios es limitado.
    Hemos ido perdiendo vitalidad pero hemos ganado en experiencia y serenidad. Pocas cosas nos transtornan como en otras épocas por lo que somos conscientes de que hay que aprovechar el presente e intentar que el futuro, en aquello que podamos condicionarlo, sea el que nos gustaría para nosotros y para el resto de seres vivos.
    No sé si este era el comentario que esperabas pero, tal como me pedías, es sincero.
    Un abrazo y hasta pronto, espero,
    Elena

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  17. Hola!
    Acabo de leer tu artículo sobre el tiempo, y reconozco que el tiempo es "algo" difícil de precisar, que depende de como te lo pases, el mismo intervalo, se te hace más largo o más corto.
    Quizá es metafísico y no lo podemos explicar.
    Un abrazo.

    Pilar

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  18. Hola Joan Antonio.

    Un artículo muy bueno y reflexivo que hace pensar y tomar conciencia de vivir el tiempo presente, porque el pasado ya no lo podemos cambiar y el futuro es un interrogante.

    Te felicito por su publicación.

    Un abrazo

    Anna

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  19. Está muy bien. Me gusta mucho tu vena filosófica. Además, no es que te ocupes de temas menores, precisamente. Te encierras con toros bravos y haces una excelente faena.
    Muchas gracias y un abrazo.
    Jaime

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  20. Querido Juan Antonio:
    Al leer tus artículos publicados en el diario La Mañana. Constato que haces un buen empleo de tu tiempo libre. La reflexión sobre la sociedad actual, sin duda que te ayuda a seguir siendo tú mismo.
    “Los tiempos del tiempo…” es una reflexión muy real que leído con interés y resulta de lo más clarificador.
    El artículo anterior, me resultó muy denso.

    Un abrazo.
    Laureano Yubero

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  21. “La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente”.....No estoy de acuerdo, aunque lo diga Einstein. Yo considero que no es una ilusión persistente, sino que es una realidad vivida. Todo el mundo puede contar su tiempo en sus vivencias pasadas y dividirlo en las presentes. Cualquier escritor, puede medir su tiempo en los renglones de cada libro escrito, las personas, podemos organizar nuestras vidas y nuestro tiempo presente, ya sea escribiendo, cocinando o en el jardín, siempre obtenemos un fruto de ese tiempo invertido, el cual en un futuro podemos contarlo como el tiempo que ha pasado. En la parte social más importante de los humanos, que normalmente es la familia, podemos medir el tiempo vividor con nuestro abuelo, padres y resto de la familia. Cuando nos hacemos mayores, recordamos el tiempo que pasamos con ellos y medimos el tiempo, por los años que pasamos con nuestro hijos y ahora, en el presente, el tiempo que disfrutamos de nuestro nietos. Y aquí, también entran todas las vivencias de amigos y compañeros de viaje.
    Dónde si te doy la razón.... es en lo de que haré mañana, aquí ya no hay futuro predecible.
    Un fuerte abrazo.

    Anna

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  22. Por fin lo he leído. Me ha gustado mucho y desde mi punto de vista, la cita final de Einstein encierra una gran verdad.

    Marisa

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  23. Acabo de leer tu último artículo sobre el tiempo. ya han pasado unos minutos desde que lo he leído..Así que, forma y hace parte del pasado; pero al enviarte este WhatsApp permite que se transforme en el presente!!! No sé lo que quedará en el futuro, pero si me gustó aunque a mí, me ha parecido al principio bastante evidente lo que has escrito y he preferido el final y la referencia a la obra magnífica: A la recherche du temps perdu. ¿Y si esta búsqueda era el motor de nuestra vida? Creo efectivamente que el tiempo juega un papel esencial en nuestras vidas sin darnos cuenta. No sé si es mejor así o no y como decía otro genio de la literatura, paisano tuyo, M. de Cervantes, Hay que dar tiempo al tiempo
    Muy buen artículo
    Un abrazo

    Dominique

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  24. Me ha parecido muy interesante. El concepto tiempo como bien dices es controvertido y conceptualmente es difícil de definir no desde el punto de vista de la física que estaría formulado de una forma más concreta, sino desde el punto de vista más subjetivo y personal. El paso del tiempo, por ejemplo, es objetivo pero cada cual lo vive de forma diferente, tanto si recuerda el pasado como las perspectivas que tiene para el futuro todo y que podemos convenir que es inexistente; porque tiene todavía que pasar. A pesar de todo creer en un tiempo futuro, más o menos inmediato, nos ayuda a vivir, de lo contrario no tendría sentido.
    Bueno, no sé si me explico.

    Manolo

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  25. Muy bueno el artículo, siempre he sostenido con Elisa que el presente no existe, pues ya ha pasado. Se lo he demostrado, muchas veces, cuando hablamos ella dice una palabra y con cronómetro incluido se lo enseño. No existe.

    Alberto

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  26. De todo el artículo me quedo con tu reflexión: “el tiempo es la más fundamental y la más inmediata certeza cotidiana”.
    Las diferentes concepciones que del tiempo pasado, presente y futuro tienen y desarrollan los diferentes pensadores, no pueden detener la evidencia anterior.
    También me ha hecho reflexionar, lo determinante que resulta la existencia de la memoria en el concepto de tiempo. Dos caras de una misma moneda que no pueden ni tienen sentido una sin la otra. Están totalmente ligadas; sobre todo, si intentamos reflexionar y dar sentido a nuestro pasado, presente y futuro.
    La verdad es un tema que con los años me preocupa cada vez más. Seguramente esta preocupación debe ser proporcional a los años que me quedan por vivir. Mi interés se centra ahora en intentar gestionarlo de la mejor manera y seleccionar qué y con quién quiero compartirlo.
    Gracias por tu tiempo

    Francesca

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  27. No estoy de acuerdo contigo. El futuro si que existe, por lo menos en la mente y se puede escribir o relatar. Ya lo dijo y dejó escrito. Nostradamus y cada persona puede crear un futuro y dejarlo escrito. Y eso no cambia el recorrido humano Seguramente no tengo razón ya que cerebros mejores que el mío piensan diferente. Pero yo lo pienso así .Y creo que a mis 87 años, tengo derecho a pensar diferente de otros cerebros más inteligentes que el mío.

    Un fuerte abrazo.

    Rafael

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  28. Es un tema que me supera, entiendo muy bien el artículo, pero me deja sin respuestas. Estoy en el jardín a la sombra de unas Gravillas leyéndolo otra vez, es de esos artículos que tengo que leer varias veces para comprenderlo.
    Bueno, es cierto que somos pasado y solo existimos cuando lo recordamos, pero nos programamos el futuro y si nada lo impide lo realizamos. Luego la ilusión de vivirlo, aunque esté pensada en el presente, nos permite ilusionarnos con un futuro que el paso del tiempo nos confirmará o no. Entonces el tiempo es la vida, cada instante que se desarrolla en sus múltiples facetas.
    ¿Por qué le llamamos tiempo? ¿Por la necesidad de medir y de cuantificar nuestra existencia?
    Cómo te dije, me pierdo, la filosofía no se hizo para mí, soy más pragmático, práctico, ejecutor, soy un perfecto segundón, pero me gusta mucho leer artículos y libros como los tuyos.

    Santiago

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  29. El artículo muy bueno, pero muy filosófico para mi.

    Joan

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  30. Leo tu reflexión sobre " Los tiempos del tiempo, una quimera de nuestra memoria”, en un momento en que sin estar deprimida, sin notar ansiedad, ni cansancio, tengo una languidez a modo de desgaste emocional que me pide "darme a la bebida" (en todo caso espero que nunca me falte el sentido del humor ni una sonrisa).Es una cuestión de supervivencia. Pero en un momento en el que la libertad de expresión se practica más que la libertad de pensamiento, no puedo por menos de quedarme con que la "naturaleza del tiempo" es percibida como una experiencia subjetiva de la memoria. Son reflexiones, las tuyas, que tienen una línea de fondo: la relación entre el ser y la nada. Tan metafísico, como físico, tan sobrenatural como humano y jugando con la síntesis Kantiana entre empirismo y racionalismo con su Crítica de la razón pura y siguiendo con la razón práctica. Es decir, que en una propuesta del tiempo tan simplista, cuando se relaciona con el "ser" (mente, memoria) su grandeza radica en el abanico de sugerencias que se abren al pensamiento. Y, ya no sé si nos metemos en el mundo de la inteligencia artificial, que maneja muy bien la parte cognitiva, pero no la parte emocional y, en consecuencia, vemos como la mente fabrica todo lo que vemos, todo lo que experimentamos, a veces con lógica y raciocinio, con intuición y emotividad; y es que somos seres autoconscientes. Pero sin quitar el pie en el freno por la fragilidad del conocimiento, pues pocas cosas son como las percibimos desde nuestro estar; es decir desde nuestro "yo". Por eso, lo que haces tú es proyectar un foco de luz hacia el que te lee como conciencia de la complejidad de la vida, del mundo, de la mente humana, muchos aspectos que en ocasiones se muestran intangibles. Yo también necesito verbalizar mis pensamientos, sentimientos, ponerles nombre. Por eso te agradezco que ofrezcas lo que sabes a los demás, por humilde que te parezca, pues solamente entre todos, podremos, en algún momento, llegar a saber todo. Como te he dicho antes, no estoy muy fina para hacer comentarios. Te estoy escribiendo a salto de mata, a borbotones, casi sin orden ni concierto, mientras preparo una paella para cuando vuelvan de una visita los cuatro que tú conoces. No tengo cobertura, por lo que no puedo enviarlo por WhatsApp. Y..., tengo la casi seguridad de que no me he hecho entender; así que sigo con mi paella...
    Un abrazo,
    Maite

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  31. El artículo, como todos los tuyos, con tus reflexiones, muy interesante.
    En este aspecto, le añadiría algo que a veces me planteo. Y es si es justa la concepción y medida puramente lineal que damos al tiempo. ¿Es eso justo? ¿Vale lo mismo una hora para un niño de 5 años, que para un adulto de 40 o 50 o para un anciano? Probablemente no, y eso a menudo nos lleva a un trato poco equitativo especialmente de los niños. Lo he pensado a menudo durante la pandemia.
    Otra reflexión que comparto, es el reparto no equitativo del tiempo. Siendo el tiempo un valor lineal "igual para todos", ¿por qué unos tienen más tiempo libre y otros menos? ¿Por qué paga más impuestos quien gana más dinero, pero no se grava a quien dispone de más tiempo libre, que también es un valor?
    En fin, ahí lo dejo.

    Jaume

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  32. "Los tiempos del tiempo..." me ha gustado mucho, aunque esta frase se me atravesó:"Y es que la memoria es el cimiento de nuestra consciencia, sin ella no tenemos identidad, no somos nada".
    Porque hoy día nos vemos rodeados de la desgracia que suponen enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, las demencias e incluso los tumores cerebrales que disipan los recuerdos, la memoria, incluso la consciencia y la identidad...la frase que dice que sin memoria "no somos nada", me dejó bastante impactado.
    Un abrazo,
    Miguel Ángel

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Gracias por tus comentarios.