La vida es imprevisible en la corte americana. Después del debate de la CNN, entre el presidente Joe Biden y el ex presidente Donald Trump, que tuvo lugar en Atlanta el pasado 27 de junio pasado, Dios ha hablado a través de dos milagros. Uno ha recaído en el candidato Trump, que le atribuye haberle permitido salvar la vida ante el atentado sufrido. Y el otro sobre Biden, pues apelaba a que el Señor Todopoderoso bajase a la Tierra y le dijera: “Joe, sal de la carrera presidencial”. Y, menos mal que, gracias a Dios, afortunadamente le ha hecho caso. Ambos, deben de haber experimentado algo muy parecido a una experiencia lisérgica.
Dejando al margen la personificación e hipérbole de las respectivas anécdotas de los citados candidatos, la renuncia de Joe Biden a la candidatura a la Casa Blanca tras semanas de fuertes presiones, abre una etapa de incertidumbre de consecuencias imprevisibles para Estados Unidos y para el resto del mundo. Kamala Harris no tendrá nada fácil convencer al sector más tradicional y elitista del Partido Demócrata; no obstante, esperemos que la nominen. Y, en todo caso, en el supuesto de que sea elegida como contrincante de Trump, considero que tendrá que utilizar todos sus atributos racionales, analíticos y creativos del neocortex, para encontrar la estrategia adecuada y tomar las decisiones más inteligentes en el segundo debate previo a las elecciones presidenciales de EEUU, que tendrá lugar el próximo martes 10 de septiembre, en la sede de la cadena de televisión ABC News. Pues, solamente así podrá aguarle la fiesta al cerebro reptiliano de Donald Trump que atiborrará, en el citado debate, a la audiencia y a sus votantes con un ejército de mensajes falsos y simplones, vociferando para dar a los electores una brutal embestida plena de sanguinolentas recetas.
Kamala Harris es una mujer negra hija de jamaicano y tamil hindú, nacida en EE.UU, abogada de profesión y a la que no le han regalado nada. Una mujer inteligente, trabajadora y luchadora que, como digo anteriormente, en caso de ser elegida como nominada del Partido Demócrata a la Casa Blanca, tal vez pueda llegar a ser una gran presidenta si vence en la contienda. No obstante, la decisión del Partido Demócrata todavía no está tomada, pues si bien el ex presidente Bill Clinton y la ex secretaria de Estado y ex candidata Hillary Clinton, han sido explícitos en su apuesta por Harris; otros líderes relevantes del partido, como Barack Obama ha animado a designar a un candidato extraordinario y ha mantenido silencio respecto a la vicepresidenta, al igual que ha hecho la influyente congresista californiana Nancy Pelosi. Por su parte, el Partido Republicano ya tiene candidato oficial. Donad Trump, el presunto corrupto golpista, ha aprovechado el fallido atentado para presentarse en Milwaukee con el estigma del “Santo Apósito en la oreja derecha”, siendo aclamado por las multitudes como un nuevo césar y mago redentor. De hecho, la viralizada imagen del candidato con la cara ensangrentada, rodeado de guardaespaldas que en ese momento estaban arriesgando su vida por él, levantando el puño sobre el fondo de un cielo azul en el cual ondeaba una bandera de Estados Unidos, es todo un síntoma del plausible devenir de la contienda electoral americana . Esa imagen es la historia, la indisciplinada y caótica historia reciente de los EE.UU, que otorga a Donald Trump el casi regalo de la presidencia de su país. Tanto es así que en su alocución de Milwaukee tras ser elegido candidato, dijo a los cautivos asistentes textualmente: “En 2016 declaré que soy vuestra voz, hoy añado que soy vuestro guerrero, soy vuestra justicia. Y para aquellos que han sufrido agravios y traiciones, yo soy vuestra retribución” (sic). Está claro que de ser elegido en noviembre como Presidente de los EE.UU., creará un nuevo dios a su imagen y semejanza.
USA está en decadencia desde hace tiempo. Por más que repitan su eslogan, no es una democracia homologable con las exigencias europeas. Es más, no existe el derecho de voto universal ni remotamente; pues, por anacrónico que parezca y sea, hay Estados que exigen ser propietario de un inmueble para poder registrarse como votante y lo asombroso es que es legal. Es un sistema presidencialista; es decir, el Presidente es a la vez Jefe del Estado y Jefe del Gobierno Federal. Asimismo, las elecciones presidenciales no se ganan por mayoría de votos populares de los ciudadanos, sino de compromisarios del colegio electoral. Lo cual conlleva que un candidato pueda ganar la presidencia sin haber obtenido la mayoría de los votos populares a nivel nacional, como ya ocurrió en las elecciones de 2016. Por otra parte, el sistema carece de una legislación elemental sobre temas tan relevantes como, por ejemplo, la posibilidad de inhabilitación de un determinado candidato para cargos públicos. Todo ello deriva en que el Presidente disfrute de un inmenso poder, como es la capacidad para nombrar personalmente magistrados vitalicios del Tribunal Supremo, su derecho presidencial y personal de amnistía, que es ilimitado, la facultad de imponer legislativamente una visión extremista de la religión cristiana a todos los ciudadanos y un larguísimo etc.
En consecuencia, parodiando la segunda estrofa del famoso poema “Españolito”, perteneciente a la obra Proverbios y cantares de Antonio Machado, podríamos decir: Entre una América que amenaza y otra que divaga, americanito que vienes al mundo te guarde Dios, porque las dos Américas te empañarán la razón. Y es que como decía el escritor Gore Vidal, en EE.UU. hay dos partidos: un partido de derechas el Demócrata y otro prácticamente fascista el Republicano.
Muy bien en aplicados varios calificativos. Los hechos se han adelantado y han dejado viejos algunos de tus comentarios.
ResponderEliminarEn el próximo no olvides referirte a la vergüenza criminal de recibir al Benjamín N., ese repetidor de aquellas conquistas de Josué por Canaán con Jehová deteniendo el sol; y este conteniendo a los Trump-Biden-Kamala con industria armamentística que los maneja.
Excremento de país .
Un fuerte abrazo
Pepe
Buenos días eres demasiado trabajador. El verano es para hacer vacaciones. En tu artículo estoy de acuerdo que Biden haría un triste papel como Presidente con su actual deterioro físico. Harris, como vicepresidenta, ha estado mucho en la sombra durante el mandato de su cargo. Trump es impresentable e imprevisible. Por lo demás, se casi nada de política americana.
ResponderEliminarSaludos,
Encarna
o también me inclino por Kamala, creo que puede ser una buena presidenta.
ResponderEliminarAntonio Puig
Buenas noches,
ResponderEliminarLógicamente el artículo lo escribiste antes de ser nominada Kamala, que ya te comenté que para mi es la más capacitada. Y de hecho desde su nominación las donaciones para la campaña se han disparado. Por su parte Trump ya ha dicho que se alegraba de su nominación porque seria más fácil ganar. Pero como los republicanos son capaces de atraer a los menos cultos y favorecidos ya veremos como acaba todo.
Magda Sellarés
Me parece bien tu trabajo Juan Antonio. Las noticias en USA, circulan a tal velocidad, como la futura Presidenta. Tiempo al tiempo. de un día a otro, cambian las estadísticas, parece ser que Kamala en las encuestas de hoy, tiene opciones de ser elegida.
ResponderEliminarUn saludo,
Miguel Soto.
Muy bien, sigues con tu excelente nivel de politólogo, tu vas mucho más allá de las elecciones porque lo realmente interesante y preocupante, a nivel mundial, es el imperio no la victoria entre demócratas y republicanos. Por cierto, habrás leído hoy en la prensa que, finalmente, Obama ha dado su beneplácito a Kamala Harris. Aprovecho la ocasión para enviarte mi articulito para la edición del domingo de la Mañana.
ResponderEliminarUna abrazo.
Ramón
Hola J.A.
ResponderEliminarVisto lo visto y hasta donde las mis inteligencias alcanzan, apuesto por dar una oportunidad a Kamala y no por ser mujer y bien preparada, que también, sino porque, dentro y respetando el protocolo a seguir, ha sido capaz de expresar su opinión y pensamiento, ante un Benjamín prepotente y un Trump impresentable, que, si Biden se hubiera retirado a tiempo, este republicano, no se hubiera puesto tan chulito.
A ver si hay suerte...
Un abrazo,
Magda D.
En relación con tu artículo, como ves, tras lo de los Obama, ya no falta nadie.
ResponderEliminarAl estilo de las seudodemocracias Europeas, cuando ven al lobo aparecer todos los corderos acuden al redil, incluso Sanders.
Para poder votar en ese país en descomposición, no solo hay que tener una propiedad, sino que no tienes que haber pasado por una comisaría en tu vida.
Cosa que muy pocos afros y latinos no cumplen, de hecho además de poder ser presidente con la minoría de los votantes, en la mayoría de las veces no llega ni al 20%.
Como todos tus artículos me gustan por su realismo apegados al momento en el que vivimos.
Saludos
Santiago Méntrida
Hola Juan Antonio, gracias por el artículo.
ResponderEliminarDiré poco pues tu análisis deja claro el desolador panorama. Y ojalá jamás ocurra ninguno de los dos supuestos pero...como uno de los candidatos ha amenazado con una guerra mundial si no resulta vencedor...será mejor que acabe ganando y que así todo quede en un conflicto a resolver en casa, pues los aires de enfrentamiento civil llevan tiempo soplando por allí.
Un abrazo,
Miguel Ángel
Muy buenj artículo, que ha salido reforzado con el "placet" de los Obama. El final lo bordas.
ResponderEliminarMi opinión es que la Harris le dará un gran meneo a Trump en el debate de septiembre, y que ahora va a pasar Trump a ser el viejo.
Que así sea y un abrazo.
Jaime
Una narrativa enganchadora: El uso de anécdotas y personificaciones hace que el artículo sea interesante y capte la atención del lector desde el principio.
ResponderEliminarJosé Luis Abril
Proporcionas un buen contexto sobre la situación política actual en Estados Unidos, lo cual es esencial para que tus lectores comprendamos la importancia de los eventos que describes. Muy Bien.
ResponderEliminarÁngel Ceballos
Las descripciones de los candidatos y sus antecedentes son detalladas y nos ayudan a los lectores a entender mejor a las figuras políticas involucradas. Buen artículo
ResponderEliminarIgnacio Quintana
El artículo no está mal, pero en algunos puntos, la narrativa me resulta confusa debido a la mezcla de hechos y opiniones. Creo que sería útil separar claramente los hechos de las opiniones para mantener la claridad.
ResponderEliminarLuisa Barros
Está muy bien. No obstante, si incluyeras citas o referencias a fuentes confiables para respaldar las afirmaciones hechas en el artículo aumentaría tu credibilidad.
ResponderEliminarMercé García
Me parece que podrías haber profundizado más en el análisis de las consecuencias políticas de la renuncia de Joe Biden y cómo esto podría afectar tanto a Kamala Harris como al Partido Demócrata. Está Bien
ResponderEliminarJosé del Pino
Me ha gustado mucho, pero creo que una comparación más detallada entre los candidatos del Partido Demócrata y del Partido Republicano podría proporcionar una visión más completa de la contienda electoral.
ResponderEliminarJorge González
El tu artículo abordas de manera exhaustiva diversos aspectos de la política estadounidense, desde la incertidumbre generada por la renuncia de un candidato hasta el funcionamiento del sistema electoral y el poder presidencial. Está muy bien escrito.
ResponderEliminarMª Luisa Ferraro
El artículo es muy bueno. Realizas un análisis perspicaz de los discursos de los candidatos, destacando los elementos retóricos y emocionales utilizados.
ResponderEliminarMiguel García
Fantástico. Sobre todo, porque en tu artículo planteas interrogantes sobre la democracia estadounidense y sus posibles disfunciones. Algo poco común en los artículos que he leído sobre el tema.
ResponderEliminarPedro Caballero
Globalmente está bien. Sin embargo, algunas afirmaciones del artículo
ResponderEliminarcarecen de un sustento teórico o empírico sólido. Por ejemplo, la afirmación de que "Dios ha hablado a través de dos milagros" es una exageración retórica que puede desviar la atención del análisis político que realizas.
Ignacio Rodríguez
A mi parecer, en el artículo muestras una cierta inclinación ideológica, lo cual puede limitar la objetividad del análisis. Por ejemplo, la descripción del candidato republicano como un "guerrero" y la afirmación de que creará un "nuevo dios" son juicios de valor que podrían ser considerados parciales. Creo yo.
ResponderEliminarIsabel Estrada
Buen artículo que peca del hecho de que, en algunos momentos, el estilo del artículo se vuelve excesivamente literario, lo que puede dificultar la comprensión de las ideas principales.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Ángel Martín
El artículo aborda de manera exhaustiva diversos aspectos de la política estadounidense, desde la incertidumbre generada por la renuncia de un candidato hasta el funcionamiento del sistema electoral y el poder presidencial. Me ha parecido muy lúcido y bien escrito.
ResponderEliminarUn abrazo
Vanesa García
Muy bueno. Realizas un análisis perspicaz de los discursos de los candidatos, destacando los elementos retóricos y emocionales utilizados.
ResponderEliminarMaite Caneiro
Buena reflexión. El artículo plantea interrogantes sobre la democracia estadounidense y sus posibles disfunciones.
ResponderEliminarTania Fuster
El artículo presenta una visión interesante y provocadora de la política.
ResponderEliminarAbrazos
Carmen Palomo
El artículo aborda de manera exhaustiva diversos aspectos de la política estadounidense, desde la incertidumbre generada por la renuncia de un candidato hasta el funcionamiento del sistema electoral y el poder presidencial. Muy bueno.
ResponderEliminarIsmael Gregori
Presentas una visión interesante y provocadora de la política estadounidense, pero podría beneficiarse de una mayor rigurosidad académica y una mayor objetividad. A pesar de sus limitaciones, el artículo plantea preguntas importantes sobre el futuro de la democracia estadounidense y estimula la reflexión sobre los desafíos que enfrenta el país.
ResponderEliminarSaludos
Francisco Fernández
Después de leer tu artículo, cabría preguntas, cómo influye el sistema electoral estadounidense en la representación de los intereses de los ciudadanos.
ResponderEliminarGloria Busquets
El artículo me parece constructivo. Y me pregunto, ¿qué medidas podrían tomarse para fortalecer la democracia estadounidense y garantizar una mayor igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos?. Ahí lo dejo.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Constante
Buenos días tío.
ResponderEliminarNo te había podido decir nada porque estaba de vacaciones en el sur unos días. Me ha gustado el articulo tirando de ironía y que razón tienes, de que es una democracia que en realidad no lo es….. y fachas iguales unos y otros lo lastimoso es que esta vez me da que va a ganar el fascista y haber en manos de quién estamos en este mudo que por desgracia bailamos al son de estos payasos americanos.
Un beso
Nacho Valero González
Juan Antonio,
ResponderEliminarNo acabo de comprender cómo hacen las elecciones, ni las verdaderas diferencias entre ambos partidos. La primera potencia mundial no se mueve, a mi entender, por la igualdad, ni la justicia social . Solamente buscan su preponderancia mundial.
Un abrazo.
Pilar.
Por tus datos aportados en el artículo del pasado viernes, excelente por cierto, me hago una idea del galimatías que suponen las elecciones de EE. UU. Veremos los próximos días el circo que va a montar Trump a cerca de su contrincante Kamala Harris, como un cochino en una charca va a encontrarse con un adversario mujer, el muy machista y violador, etc. Ya nos irás informando a tus lectores y aclarando los líos que el candidato Trump nos depara.
ResponderEliminarGracias y enhorabuena por tu artículo.
Un abrazo
Pili Obre
Hola Juan Antonio, el periodo estival hace que no frecuente el ordenador, con lo que había omitido emitir ningún comentario a tu artículo. Sin duda tal y como habíamos dicho anteriormente, la democracia americana, adolece de problemas fundacionales, que si bien en su momento supusieron una gran novedad y avance en las relaciones de los ciudadanos con el poder, es a todas luces, un modelo de democracia imperfecto, ya que no se rige por el principio de universalidad, donde el acceso a la Presidencia, se alcanza en un pacto entre los compromisarios de los distintos estados miembros, atendiendo a su estructura federal y no directamente a su población. El país se creó a través de un pacto entre trece colonias con distinta base social y jurídica, pero con idénticas prerrogativas, cabe señalar que el primer estado independiente fue Delaware, uno de los más diminutos.
ResponderEliminarLo que sucede actualmente es que la composición del electorado se ha ido alterando al ritmo de la evolución demográfica del país, donde los antiguos blancos, anglosajones, protestantes WASP, ya no representan al americano medio, y ello genera las típicas tensiones entre la clase dominante que ve perder su influencia y los demás aspirantes a disfrutar de un trozo del pastel de la Sociedad. Aunque esta clase dominante ha mantenido el control de los dos grandes partidos en liza, cada vez en sus grietas asoman otros grupos que antes eran marginales, los afroamericanos, los latinos, los asiáticos etc. Y cuando se altera el Statu Quo, la deriva política es mayor. Quizás Mr. Trump sea un patán e impresentable, pero muchos lo ven como el único líder que defiende sus esencias. Mr. Biden era un hombre del sistema, pero ha demostrado que ha entrado en un proceso senil que no le permite ejercer como líder fiable, su sustitución por Mrs. Kemala Harris, ha sido precipitada ya que a pesar de su valía, es difícil su encaje en el sistema, por motivos sexistas y raciales sin duda, pero además parece que carece de liderazgo y carisma como si lo tenía Barack Obama.
Así realmente el destino de los estados Unidos está en una disyuntiva, y sin duda su evolución marcará al resto del mundo, y a nosotros solo nos esperar y observar.
Un cordial saludo
Jordi.