Parece surrealista, pero es la realidad. Que un individuo condenado y faltándole varios delitos por juzgar, pueda llegar a ser el hombre más poderoso del planeta, es un grave síntoma que nos dice mucho del deterioro de la democracia americana. Y es que la democracia de los EEUU, a pesar de su fama, deja mucho que desear; sobre todo por sus procedimientos de elección, tanto a nivel del Poder Judicial, como de su Sistema Electoral. En este sentido, nosotros que tanto nos quejamos del sistema de elección de los miembros que acceden al CGPJ de nuestro país, si lo comparamos con la forma en la que se eligen los miembros de la Corte Suprema de los EE.UU, somos una superdemocracia. Ya que la Corte Suprema de Justicia de USA está constituida por 9 jueces que son elegidos directamente por el Presidente, que son confirmados por el Senado y cuyos mandatos no expiran; lo que significa que mantienen su puesto de por vida.
La Mañana 10.07.2024 |
Y, respecto al Sistema Electoral Estadounidense, da mucha pena comprobar cómo ha colapsado y es incapaz de servir con eficacia a los intereses de la Confederación. Y es que ha llegado a tal grado de corrupción sistémica en las dos formaciones políticas mayoritarias, Republicanos y Demócratas, que pervierte los resultados y hace dudar de su eficacia. Un ejemplo claro es comprobar cómo el Partido Republicano no tiene pudor alguno en presentar a un supuesto delincuente como candidato a la Presidencia. Un mentiroso compulsivo que justifica todos sus desmanes con tal de regresar al Poder y que, en caso de resultar vencedor en los comicios del 5 de Noviembre, intuyo que pondrá a los EE.UU y al mundo, en una deriva peligrosa. Y, en el Demócrata, por su parte, a pesar de algunas voces en contra, persisten en mantener como candidato a un anciano desnortado y caduco, con lapsus mentales constatables y una nula capacidad decisoria. ¿Se han vuelto todos locos? ¿Quién gobierna realmente en el país de las barras y estrellas? No creo que sea el actual Presidente Biden. Da desazón y, a la vez, mucho recelo la situación; pues, sea quien sea el elegido, genera estremecimiento pensar que tienen "el botón rojo" sobre su mesa. A este respecto, el debate de la CNN, entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, que se llevó a cabo en Atlanta el pasado 27 de junio, dice mucho, además de la fragilidad de un candidato y de la tóxica retórica y maldad del otro, sobre el deterioro de la propia democracia de los EE UU. En este sentido, como dijo en cierta ocasión Yanis Varoufakis, exministro de economía griego, cabría preguntarse: "Hay democracia en EEUU, ¿en serio?”.
Biden nunca debió haber llegado a ser Presidente, fue el fruto de la incapacidad del aparato Demócrata para adaptarse a la nueva realidad sobrevenida tras el fracaso de los incumplimientos electorales de Obama y la pérdida de ilusión y de esperanza de millones de electores que, con su abstención, abrieron las puertas a Trump, que contó con el apoyo incondicional de las generaciones de marginados y olvidados por un sistema extractivista implacable. Estimo por ello, que elegir entre un desalmado como Trump y un anciano que ha sobrepasado con creces la edad de jubilación no debe ser fácil. Sobre todo, porque la elección en USA no solamente afecta a los ciudadanos de los EE.UU, sino que, además, condiciona al mundo, ya que los intereses de sus élites son los que gobiernan la realidad global. Trump es la referencia del Partido Republicano y de la Jet más retrógrada y corrupta de los EE.UU, frente a la otra más letrada y liberal representada, al menos teóricamente, por el Partido Demócrata. Dadas las circunstancias, considero que ni Biden ni Trump son los líderes que necesita actualmente la comunidad internacional y sociedad democrática global ante la crisis climática, tecnológica, demográfica, en un entorno de dumping económico y social y de pobreza estructural de las mayorías. A tal efecto, es probable que en un ámbito dominado por redes sociales divulgadoras de fakes y de grupos mediáticos al servicio del extractivismo salvaje, las democracias representativas hayan perdido su función y, por ello, tengan que reinventar los procesos de elección.
En este amplio contexto, sería lógico que el país más poderoso del planeta, si es que todavía lo es, cuidara un poco más la imagen de su Presidente. Pues, si bien sabemos, o por lo menos intuimos, que en EEUU el Presidente no manda mucho, ya que las decisiones más trascendentes están casi siempre en manos de los halcones del Pentágono, de los dirigentes de la CIA y/o la NSA y de la grandes corporaciones industriales como la industria armamentista, es recomendable que, al menos, sea elegida una persona capaz de ejercer el correspondiente liderazgo mundial en las Cumbres del G-7 y del G-20 y/o los Foros políticos de Davos y de Desarrollo Sostenible. Es por todo ello, que juzgo que los actuales candidatos a las elecciones americanas de noviembre, Biden y Trump, Trump y Biden, representan el fracaso del Sistema Electoral de los EE.UU, incapaz de proporcionar candidatos adecuados al pueblo americano a quien puedan votar y elegir para ser digna y debidamente gobernados.
Tu articulo es tal cual como piensa la mayoría de gente de criterio que los candidatos que optan por la próxima Presidencia de los USA, son inadecuados.
ResponderEliminarEncarna
Completament d acord. Penso que a partir dels 65 o màxim 70 q és quan s acaba l' edat laboral no s hauria d permetre presentar cap candidat i menys corruptes i que no estiguin en plenes facultats mentals. Llastimós. Una bona candidata fora Kamala. A més està demostrat que les dones són més assertives i resolutives. Tan de bo.
ResponderEliminarMagda Sellarés
Buenas noches,
ResponderEliminarHe leído el artículo, primero en el periódico y luego en word, no he tenido ningún problema para entender perfectamente el escrito en la lengua materna de tú esposa. Luego leyendo en nuestra lengua materna, me dí cuenta, que como siempre el escrito está muy bien estructurado, pero que lo que refleja es tan obvio, que descubres que hace mucho tiempo que la democracia en USA está echa unos zorros y si me apuras, todas las demás democracias, también incluyo a la que tú llamas superdemocracia. Está claro y sé que en eso estamos de acuerdo, que tiene que realizarse una reinterpretación de lo que entendemos por democracia, tengo la impresión que tienen que darse mucha prisa, si quieren o desean que tú y yo lo veamos.
Santiago Fernández
¡Hola!. Acabo de llegir el teu article i estic d'acord en que cap dels dos hauria d'arribar a president. Amb la notícia d'avui, però, sembla que ja podem intuir qui serà. Quina pooor!!
ResponderEliminarBesitos mil!!
Joana
¡Hola! Esta pregunta me la he hecho bastantes veces y no hallo respuesta. Qué pena que "la mayor democracia esté así de corrupta" . No sé quién debiera acudir en su "ayuda" .
ResponderEliminarUn abrazo y continua pensando.
Pilar Barrabés
¡Hola! J.A. Muy bien argumentado tu artículo y sobre todo te sobra razón al dudar de que los dos candidatos a la presidencia de EE UU estén capacitados para dirigir el país y su influencia en el orden mundial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Anna García
Buenos días, los jovencitos americanos ya no son lo que eran, que malos tiradores esta nueva generación, pues nada, ya sabes la respuesta a las elecciones americanas, y ahora, hay un mártir-
ResponderEliminarGervasio López
Ya lo he leído y me ha gustado . El chico de 20 años , ha querido cortar por lo sano y se lo ha querido cargar. El autor del intento de asesinato es un joven de 20 años que fue abatido poco instantes después de intentar acabar con la vida de Trump. ¡Lastima !!!
ResponderEliminarCarmen Rengel
Buenas noches Juan Antonio. He leído con interés tu último artículo y no puedo más que estar de acuerdo con lo que expresas en él, ya que nos atañe a todos, americanos y a los ciudadanos del mundo el loco que nos impongan los votos de EE.UU
ResponderEliminar¿Seguro que no tienen algo mejor en alguna parte ? ¡Ah, los intereses económicos amigo mío...!
Que Déu hi faci més que nosaltres, como decimos por aquí...
Enhorabuena y buenas noches.
Pili Obre
Bon día Juan Antonio, hoy creo que ha ganado Trump.
ResponderEliminarManel Pulido
Buenas noches,
ResponderEliminarYo pienso lo mismo que tú ninguno de los dos están capacitados para la presidencia de los Estados Unidos.
Antonio Puig
De acuerdo. Añadiría, dada las extremas polarización e irracionalidad de los republicanos, sobre todo, y de su sheriff, podrían llegar algunos estados a plantearse la separación...
ResponderEliminarPepe Pascual
Me parece bien tu artículo Juan Antonio. Con este par de candidatos, tan distintos y a la vez tan iguales, los dos tienen un fuerte egoísmo, aunque uno lo demuestra descaradamente Trump y Biden lo disimula, aunque en el fondo, su ego, si no cambia a tiempo, va a suponer un descalabro para los demócratas. Que mal se esta poniendo el mundo, con el giro a las extremas derechas, en bastantes países...
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel.
Hola Juan Antonio, gracias por el artículo.
ResponderEliminarLa deriva autodestructiva de los EEUU lleva al mundo entero a tener que soportar informaciones como que la lían a tiros en cualquier momento y circunstancia, tan pronto sale un señor desnortado, como sale otro botarate con mucho poder a jactarse de si pegará tiros en la Quinta Avenida, como sale un chiflado que dispara al susodicho botarate en la oreja...Sí, es todo surrealista, todo patético. Incluso resultaría cómico y ridículo de no ser tan grave y de consecuencias tan terribles para el resto de la humanidad.
Un abrazo,
Miguel Ángel
Hola Juan Antonio, muy buenos días
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con lo que dices, te estás convirtiendo en un gran politólogo. Es inaceptable que una carrera a la Casa Blanca se dispute con los actuales candidatos, yo todavía tengo la esperanza, si es que se puede llamar así, que Biden renuncie. Desconozco con detalle el proceso electoral norteamericano, creo que es muy complicado mucho más que el nuestro, pero estoy totalmente de acuerdo contigo cuando hablas de cambiar los procesos electorales, que en pleno siglo XXI todavía se siga, con más o menos diferencias, con el sistema de siempre es algo que no tiene lógica alguna. Quizás, como también tu afirmas, el problema es que la política está muy por debajo de los intereses corporativos, felicidades de nuevo.
Un abrazo.
Ramón
Hola J.A.
ResponderEliminarEntre las supuestas democracias y la IA, estamos tejiendo un mundo, que, a mí particularmente, me llena de dudas e incluso de temor.
¿De que democracias hablamos...?, se salvan un par...?
En EE. UU, los candidatos en la parrilla de salida para gobernar, uno porque ya le toca jubilarse(Biden)y otro que, si no fuera porque no dudo de su inteligencia, diría que es un "tarúpido"(Trump), resulta que, son tan demócratas, que uno apoya a Israel y el otro a Rusia y así, se acabarán algunas de las actuales guerras......
Nada más ha faltado, el último episodio.... un atentado!!
Gracias por tu acertado artículo.
Un abrazo
Magda D.
El artículo está bien, pero no puedo darte una opinión sobre el contenido del mismo, ya que desconozco el sistema de las elecciones y los personajes políticos que parece ser que se van a enfrentar. No quiero cometer errores de apreciación. Lo siento.
ResponderEliminarJavier Jiménez
Comprendo tus inquietudes sobre el sistema político y electoral en los Estados Unidos. La situación política en ese país es compleja y a menudo genera debates apasionados.
ResponderEliminarElena Sampedro
Buen análisis. Es cierto que la Corte Suprema de los EE. UU. está compuesta por jueces vitalicios, lo que significa que sus mandatos no expiran. Desde mi punto de vista, esto puede tener ventajas y desventajas. Por un lado, garantiza la independencia judicial y evita que los jueces sean influenciados por ciclos electorales. Por otro lado, también puede llevar a una falta de renovación y a una Corte que no refleje adecuadamente la diversidad y los cambios sociales.
ResponderEliminarJosé Luis Mendiguren
Yo creo que la elección de jueces por parte del presidente y su confirmación por el Senado es un proceso político, y a menudo se convierte en un tema polémico. Los jueces pueden tener una gran influencia en la interpretación de la ley y en la sociedad en general.
ResponderEliminarEmilio García
Tienes razón en lo que dices, el sistema electoral estadounidense, basado en el Colegio Electoral, ha sido objeto de críticas y debates durante mucho tiempo. Algunos argumentan que no refleja adecuadamente la voluntad popular, ya que un candidato puede ganar el voto popular pero perder en el Colegio Electoral.
ResponderEliminarJuan José Sanmartí
Razón tenía mi padre cuando decía que la democracia es un sistema imperfecto. No obstante, sigue siendo uno de los mejores métodos para tomar decisiones colectivas. Sin embargo, enfrenta desafíos en todo el mundo, incluidos los EE. UU.
ResponderEliminarMiguel Ángel Seisdedos
Dices y dices bien. En última instancia, la política es un terreno complejo y lleno de matices. A medida que los ciudadanos, debemos seguir participando, debatir y trabajar hacia un sistema más justo y representativo.
ResponderEliminarMargarita Acebes
Me parece muy acertado tu artículo. Sobre todo en lo que comentas que el sistema bipartidista a menudo limita las opciones de los votantes y puede llevar a una polarización extrema. Realmente, la falta de opciones viables fuera de los dos principales partidos puede ser frustrante para muchos ciudadanos.
ResponderEliminarAsier Lopezan
El artículo es muy bueno. ¡Enhorabuena.! A mi me parece que la participación ciudadana, la educación cívica y la lucha contra la corrupción son aspectos clave para fortalecer la democracia en cualquier país y en particular de los EE.UU.
ResponderEliminarMª Llanos García
Muy bien. Y, además, en PDF y en catalán. ¡Qué poderío! Pero vas a tener que actualizarlo después del atentado. ¡Están locos esos americanos!
ResponderEliminarUn abrazo.
Jaime
Estoy de acuerdo contigo. La elección entre candidatos como Trump y Biden puede ser complicada. Ambos tienen sus propias controversias y desafíos. La política es a menudo una elección entre el “mal menor". ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarIgnacio Ferrándiz
Estoy de acuerdo con lo que dices en tu artículo. Ya que, como comentas, es importante recordar que la elección presidencial no solo afecta a los ciudadanos estadounidenses, sino también al mundo entero. Las decisiones del presidente de los EE. UU. tienen un impacto global en temas como el cambio climático, la economía y la seguridad.
ResponderEliminarJacinto Sánchez
Buenos días Juan Antonio, tu artículo no podía ser más oportuno a tenor de los últimos acontecimientos en relación con Mr. Trump, un atentado frustrado, el archivo de la causa por la sustracción de los papeles clasificados, y la nominación oficial de su candidatura, hechos que corroboran tu escrito.
ResponderEliminarSin duda la democracia y la administración de la justicia en Estados Unidos, están en entredicho. Quizás, aunque durante años haya sido un ejemplo para otros pueblos, adolece de defectos fundacionales. Las 13 colonias se independizaron cuando el mundo estaba gobernado por monarcas absolutistas, el antiguo régimen aún subsistía ya que aún no se había producido la revolución francesa. Es sabido que querían proclamar como monarca al general George Washington por sus éxitos militares y su carisma podía haber asumido el título de rey. Sin embargo, el eligió una formula inédita hasta la fecha ser Presidente, durante un mandato temporal limitado ya que deseaba retirarse a su hacienda; pero, sin embargo, le otorgaron unos amplios poderes ejecutivos y militares que la posterior constitución delimito y dio forma, pero siempre aceptando la preeminencia del Presidente como máxima expresión del poder de la Unión.
Mientras la ética protestante y el racionalismo masónico, guió los pasos de sus dirigentes el sistema se mantuvo inalterable y subsistió mas de dos siglos a pesar del conflicto civil que dividió a la sociedad y provoco la guerra de Secesión. Pero ahora, dada la laxitud de los tiempos, y el menosprecio de la ética y los valores humanitarios está produciendo una imparable toma del poder por ególatras ambiciosos, primero en países carentes de tradición democrática, pero actualmente gracias a unas estrategias de política populista muy contundentes las huestes ultraderechistas consiguen mediante el voto popular hacerse con el poder en muchos regímenes supuestamente democráticos, véase si no el imparable auge alcanzado en la mayoría de países de la Unión Europea. Y, sin duda dentro de esta ola, el caso más paradigmático es el del propio Trump, las fuerzas del mal. creo que pretenden primero acabar con todo vestigio de humanismo, para después poder acabar con la humanidad, o una parte significativa de ella, ya que siguiendo teorías maltusianas en el mundo hay un excedente de 2.000 millones de personas. Quizás es una visión apocalíptica, pero no la encuentro desencaminada.
Un cordial saludo
Jordi