El desprecio por el Derecho Internacional Humanitario deja cicatrices en nuestra conciencia colectiva. Según la organización Médicos Sin Fronteras, más de 880 trabajadores de la salud en Gaza han sido matados por el ejército de Israel desde que comenzó el conflicto y, al menos, 310 han sido detenidos desde octubre de 2023. De hecho, los últimos meses se han convertido en la contienda más mortífera en la historia de las Naciones Unidas con más de 150 miembros de su personal asesinados y 141 de sus instalaciones destruidas o dañadas. Ha habido desde el pasado 7 de octubre de 2023, casi 350 ataques contra instalaciones sanitarias de Gaza. Esto abarca y conlleva 24 hospitales diferentes que han sido bombardeados y destruidos por Israel. Más de un centenar de ambulancias han quedado fuera de servicio. El ejército de Israel ha arrestado a decenas de médicos de los que se desconoce su paradero. Entre ellos, el director del principal hospital Shifa de la ciudad de Gaza, Mohammed Abu Saleh Mia, que se encuentra bajo arresto israelí desde el pasado 22 de noviembre, sin cargos. Todo ello es fruto del impecable sentido de la democracia que tiene el Gobierno de Israel. Y es que Netanyahu y su Gobierno, con la excusa de la guerra, se burlan de la comunidad internacional y hacen caso omiso del Derecho Internacional Humanitario, un conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata de limitar los medios y métodos de hacer la guerra, que determina los efectos de los conflictos armados y que protege a las personas que no participan en los combates. Y digo que se mofa de la comunidad internacional porque a lo largo del conflicto el ejército de Israel ha bombardeado El Hospital Pediátrico Al Nasser, el único Hospital Ocular de Gaza, el único Hospital de Salud Mental, el Centro y Hospital de Rehabilitación Waffa, el Hospital Infantil Al Jarreau ha sido atacado con fósforo blanco, práctica que está prohibida, el Hospital Sifha que era la mayor institución de atención médica en la Franja de Gaza, las dos Facultades de Medicina de Gaza, los convoyes de ambulancias de la Cruz Roja y un largo etc. Y todas estas acciones han tenido consecuencias devastadoras para la población civil, especialmente para los niños. De hecho, según informó el pasado 19 de septiembre el Comité sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, desde que empezó la ofensiva israelí en Gaza, han fallecido más de 16.756 niños, un millón de ellos han sido trasladados, 21.000 están declarados desaparecidos, 20.000 han perdido a uno o ambos progenitores y 17.000 se hallan separados de sus familias o solos. Y otro tanto ha ocurrido con la prensa, ya que según la Federación Internacional de Periodistas, han muerto más de cien profesionales de medios palestinos, además de otros 16 que han sido heridos, cuatro desaparecidos y 25 arrestados, registrados por el Comité para la Protección de los Periodistas. Y, además, según datos de Aid Worker Security Database, han muerto en Gaza más de 196 trabajadores humanitarios, la mayoría empleados de Naciones Unidas.
Y es que nada escapa a los sistemáticos ataques que planifica y ordena efectuar el ministro de Defensa, Gantz, del Gobierno de Israel. Ni siquiera, los campos de refugiados se salvan de los asaltos y agresiones del ejército israelí en la Franja de Gaza. De facto, recientemente, en el campo de refugiados de Khan Yunis, en Masawi, donde una ONG británica había instalado un campamento de tiendas de campaña, uno de dichos ataques ha ocasionado por lo menos 40 muertos y 60 heridos. Era uno de los pocos lugares que aún se consideraba una “zona humanitaria” en la Franja. El ataque, la ha convertido en un arenal lleno de socavones que han alcanzado los 10 metros de profundidad y en los que han desaparecido de golpe familias enteras que han quedado atrapadas. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños a los que todavía, los rescatistas, siguen buscando, palpando cada centímetro de esas laderas de arena, porque no tienen los equipos adecuados para excavar en esos enormes agujeros. Y todo ello bajo el argumento del Gobierno de Israel de que allí se escondía una importante célula del grupo terrorista Hamás. Una afirmación que la realidad ha desmentido.
Respecto a Cisjordania, la última intrusión del ejército de Israel, se ha saldado con 38 asesinados, han destruido con buldóceres viviendas, gran parte del pavimento y carreteras, cañerías de agua y demás infraestructuras civiles básicas Son ya 692 los palestinos muertos en Cisjordania desde el 7 de octubre, incluyendo 159 niños. A esto se le deben añadir aproximadamente 10.000 detenidos, muchos de ellos en régimen de detención administrativa. Además, no paran de anexionarse territorios de Cisjordania, con el beneplácito del Ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, a cargo de comité de planificación de la administración civil, ya se han anexionado 23,7 km cuadrados y el número de asentamientos de colonos ha aumentado de 128 a más de 300. Y la violencia de los colonos hacia la población palestina también ha aumentado desde el 7 de octubre ante la pasividad de las fuerzas armadas y de los políticos que incluso la alientan, como el ministro de Seguridad Nacional Ben Gvir, que se encargó de repartir personalmente entre los colonos decenas de miles de rifles.
Desde mi punto de vista, el supuesto genocidio y crímenes de guerra que está realizando el Gobierno de Israel contra los palestinos, con el permiso de la comunidad Internacional, encabezada por ese fantasmagórico EE.UU, es absolutamente ignominioso. La hipocresía de Occidente con Israel no tiene límites y, además, estamos perdiendo cualquier autoridad moral y credibilidad democrática con la defensa sin fisuras del demencial Gobierno sionista que encabeza Netanyahu. Un Gobierno, que se permite insultar a quien está en contra de los actos de genocidio que presuntamente comete, tachándole de antisemita y cuyo ministro de Exteriores, Israel Katz, el pasado 9 de septiembre, en un claro acto de soberbia, se negó a recibir al jefe de la diplomacia europea Josep Borrel. En este contexto de guerra, tensiones diplomáticas y acusaciones graves, surge una pregunta inevitable. La pregunta es: ¿y ahora, qué?; pues, de momento, toca invadir el Líbano. Luego, ya veremos…
Te agradezco éste artículo que me parece genial. Lo que no me parece oportuno, a tan genial artículo con mil y un datos, es este conflicto vergonzante.
ResponderEliminarUn abrazo
Pili Obre
Lo de gustar es un decir. Lo que realmente seria un gusto es que no hubiese que escribir nada sobre esto. Desgraciadamente no sabemos como y cuando acabará.
ResponderEliminarMagda Sellarés
Buenas noches y gran artículo informativo tío. Eres un crack.
ResponderEliminarAbrazos
Nacho Valero
Una pena y un desastre. Estoy seguro que a la larga Israel pagará caro todos estos crímenes que ha hecho, lo mismo que todos los aliados.
ResponderEliminarBuenas noches-
Antonio Puig
Muy bien documentado y expresado. Una gota muy fría le hace falta a Israel, a todo Israel.
ResponderEliminarPepe Pascual
Está fantástico. Yo solo podría avergonzarme por si meto la pata, me conformo con leerlo y admirar tu magistral trabajo.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Buenas noches J. Antonio
Araceli Esteban
Hola Juan Antonio, gracias por el artículo, muy contundente. Decenas de miles más de personas condenadas a muerte de entre los heridos en hospitales que son atacados, colapsados o simple y llanamente, destruidos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Miguel Ángel Cerviño
Como llevas escritos tantos artículos sobre el genocidio de Israel, podrías publicar un libro entero con todos ellos, quizás me equivoque con lo que te voy a decir, me parece que este último es el que tiene más información de los daños perpetrados por Israel contra el Derecho Internacional Humanitario con lo que, en este caso, tu opinión deja de serlo para constatar hechos reales condenables y deplorables. Me ha gustado mucho, aunque quizás a alguien le pueda parecer denso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ramon Morell
Y esta guerra sólo finalizará, cuando lo decidan, los que actualmente y por intereses propios, son sus suministradores bélicos.
ResponderEliminarBon dia
Magda Díez
¡Qué bien escribes!, Juan Antonio. Y qué bien documentado.Me ha encantado.
ResponderEliminarSaludos
Sarito Gaspar
Magnífica documentación y magnífico artículo. Tal vez deberías haberte dedicado a esto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jaime
Situación desesperante y desesperanzadora. No tengo palabras.
ResponderEliminarElena Novo
El artículo titulado "Burla y desprecio por el Derecho Internacional Humanitario" es una denuncia apasionada de las acciones del gobierno israelí y su ejército en Gaza y Cisjordania. Muy bueno.
ResponderEliminarJavier García
El autor presenta un relato detallado y condenatorio sobre las violaciones al Derecho Internacional Humanitario, apoyándose en cifras e informes de organizaciones internacionales como Médicos Sin Fronteras, Naciones Unidas y la Federación Internacional de Periodistas. Muy bueno
ResponderEliminarAurora González
El artículo utiliza datos concretos sobre muertes, detenciones y destrucción de infraestructuras sanitarias y civiles, lo cual refuerza su argumento sobre la gravedad de la situación.
ResponderEliminarJosé Luis Alonso
Cita de organizaciones internacionales y expertos proporciona credibilidad a sus afirmaciones.
ResponderEliminarJaime Plata
La acusación de genocidio y crímenes de guerra tiene un fuerte componente ético y emocional, llamando a la conciencia y la responsabilidad moral de la comunidad internacional.
ResponderEliminarMaría Recasens
Desde mi punto de vista, el tono del artículo es claramente parcial, lo que puede limitar su impacto en audiencias que buscan una presentación más equilibrada de los hechos. La falta de voces y perspectivas del lado israelí puede ser vista como una carencia en términos de imparcialidad.
ResponderEliminarJuan José Torrent
Aunque el artículo menciona la guerra y las tensiones diplomáticas, podría beneficiarse de un análisis más profundo del contexto histórico y político que ha llevado a esta situación.
ResponderEliminarDavid Ventura
La retórica utilizada es muy emotiva, lo cual, si bien puede movilizar a ciertos lectores, puede también alienar a aquellos que buscan un análisis más desapasionado y basado únicamente en hechos, como yo.
ResponderEliminarMª Carmen Ibáñez
El artículo llama a una mayor intervención y responsabilidad de la comunidad internacional, destacando la necesidad de poner fin a las violaciones y sancionar adecuadamente a los responsables. Me ha gustado.
ResponderEliminarPere Pereira
Reafirma la importancia del respeto a los derechos humanos y las normativas internacionales, destacando las consecuencias devastadoras de su incumplimiento. Muy lúcido y bien escrito.
ResponderEliminarVíctor Sentín
El artículo es potente y conmovedor, logrando captar la gravedad de la situación en Gaza y Cisjordania. Las cifras y testimonios presentados son alarmantes y pintan un cuadro sombrío de la realidad en el terreno.
ResponderEliminarGuillem Pulido
El artículo está muy bien, pero creo que para que su mensaje tenga un mayor impacto, podría beneficiarse de una mayor contextualización y una presentación más equilibrada que incluya múltiples perspectivas.
ResponderEliminarMiguel López
Los conflictos en Medio Oriente son complejos y multifacéticos, y es crucial abordar estos temas con una visión amplia y comprensiva.
ResponderEliminarAntonio Martín
La condena de violaciones de derechos humanos es esencial, pero también lo es el entendimiento de las raíces y dinámicas políticas que perpetúan estos conflictos.
ResponderEliminarÁngel Delgado
Un análisis muy bien estructurado, pero que si fuera más integral podría ofrecer caminos hacia soluciones más constructivas y duraderas.
ResponderEliminarJosep Fernández