miércoles, 14 de diciembre de 2022

Conócete a ti mismo.

 

Las ideas que siempre son muy complicadas de transmitir, son difíciles que puedan llegar al público de manera sencilla. Y para ello, para conseguirlo, no hay mejor forma que intentar seducir al lector cuando se divulgan, tanto a nivel oral como por escrito. En este sentido, la filosofía que es una doctrina que usa un conjunto de razonamientos lógicos y metódicos sobre conceptos abstractos, es una aliada poderosa para alcanzar el objetivo. Pero hay un inconveniente en este terreno de poder llegar a la gente, ya que filósofos como Platón, Aristóteles y otros son escasamente asequibles y comprensibles para la mayoría de los ciudadanos. Sin embargo es necesario poder y saber utilizar dicha disciplina, pues es a través de ella como podemos construir nuestra correspondiente personalidad a lo largo de la vida. Sobre todo en esta época que nos toca vivir en la que se han acelerado muchas cosas en poco espacio de tiempo y esta circunstancia está generando cierta perplejidad, incertidumbre y desconfianza en la sociedad y en los individuos que la componemos. Y es que hasta hace unos años, los referentes que en mayor o menor medida todos teníamos, se han ido perdiendo y los ritos, importantes aliados, están desapareciendo.

La Mañana 14.12.2022

 

En este contexto, antes había una pedagogía del placer. Por ejemplo, en un determinado día era frecuente que la familia realizara una establecida costumbre, como puede ser comer fuera de casa para festejar un cumpleaños. De esta manera, el deseo, actuaba para fortalecer una satisfacción y sentimiento que ya se habían experimentado en años anteriores. Había, alrededor del hecho, toda una pedagogía muy atractiva que generaba el que se disfrutara de la alegría y voluntad de salir de casa a comer. Pero ahora, se ha dado la vuelta y ya no se jerarquiza el placer por encima del deseo, sino que es el deseo el que se prioriza ante el placer y, al mismo tiempo, nos dicen continuamente que desear es maravilloso y que es imprescindible activarlo; ya que el deseo es proactivo e implica iniciativa y capacidad de liderazgo. Y, con este comportamiento lo que ocurre es que ansiando tanto, la capacidad de disfrutar de la vida y repetir un placer que ya conocemos, pasa a un segundo plano, perdiendo así esa citada pedagogía que teníamos marcada como un ritual en la familia y que nos proporcionaba una cierta identidad. Además, ahora, cuando nos venden ese discurso tan goloso del auto emprendimiento y del empoderamiento, nos están diciendo implícitamente que es un placer el hecho de desear. Sobre todo cuando, a partir de la activación del citado deseo, lo enfocan al mismo tiempo al plano laboral. Es decir, lo que nos indican es que el éxito y desarrollo de la felicidad va a pasar en exclusiva por ahí. Con lo cual, se pierde la capacidad de entender la vida como un macrocosmos donde hay más cosas que el mundo profesional.

 

Y otro tanto ocurre con la bulimia emocional, esa especie de ansia por consumir experiencias; las máximas posibles, para vomitarlas rápidamente en las redes sociales y pasar a la siguiente. Una voracidad emocional que lo que hace en el individuo es irle quebrantando poco a poco su manera de ser, al generar en él una sensación de vacío interior e insatisfacción personal. Lo que provoca que no vuelva a experiencias anteriores, aunque hayan sido placenteras y le hayan gustado, consiguiendo así que se le vaya anulando el sentido común que posee, si es que todavía conserva intacta alguna pequeña parcela del mismo. En este aspecto, genera el absurdo de que a pesar de que haya tenido una experiencia maravillosa, no debe repetirla para poder así experimentar otra nueva, invalidando y eliminando, de hecho, la posibilidad de asentar una conducta y/o norma que ha sido agradable y provechosa. Y, por otra parte, se le engaña diciéndole que si repite la experiencia, lo que hace es perder oportunidades de conocer otras. Con lo cual estigmatiza la repetición, se entra, de esta manera, en esa citada gula emocional que les lleva a querer continuamente algo nuevo, lo que se conoce con el término de “neofilia”. Es decir, individuos con un tipo de personalidad caracterizada por una fuerte afinidad hacia la novedad. En resumen, la novedad se convierte en una especie de obsesión en torno a que lo insólito es bueno. Y pienso que no siempre es así; pues, la vida, invariablemente tiene sus momentos y el acontecimiento innovador o diferente siempre llega. Solamente tenemos que esperar que en la nublada vigilia de un ansiado mañana, salga el sol. Y es que a veces la vida no se entiende y hay que salir a buscarla; sobre todo, cuando vivir requiere pensar.

 

Finalizo regresando a la filosofía, pues entiendo que sería beneficioso y positivo para todos que el aforismo griego inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos “Conócete a ti mismo”, nos recordara siempre la importancia de mirar hacia dentro antes de tomar cualquier decisión, fuera el punto de partida para comprender el mundo y se convirtiera en una necesaria norma de vida. Y es que conocerse a uno mismo ha sido y es el desafío más grande y trascendente del ser humano. No es sencillo.

 

16 comentarios:

  1. Tus últimos artículos me gustan mucho, el de hoy que acabo de leer es el mejor. Se disfruta leyéndote. Muchas gracias por estos minutos de disfrute.
    Un abrazo.

    Pilar

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  2. Al finalizar tu artículo escribes " volvamos a la filosofía". Yo creo, a mi modesto entender, que todo el escrito es filosófico. Eres un escritor empedernido y eso comporta que también tenga de hacerlo yo.
    Bueno ya sabes , para Navidad se admiten jamones de pata negra. Ya sé, esto no va con la filosofia. Siempre hay que poner humor.

    Encarna

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  3. Los dos últimos me han gustado mucho. El de las señas de identidad me encanta y el de la amistad, también.
    Estoy en pucela y no tengo mucho tiempo para mí.

    Rosa Acebal

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  4. Qué bien resumes los métodos que utilizan los medios para confundirnos.Muy buen artículo.

    Marisa

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  5. Me ha gustado, acabo de ver una serie catalana « Merlín ». , en la cual un profe de filosofía da una lección de filosofía. Puede acompañar el título de tu artículo, está claro que es complicado de conocerse a sí mismo o por lo menos intentarlo, tema a discutir.

    Santiago

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  6. Perfecto, cada dia te prodigas más.

    Jordi

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  7. De momento no hago valoración ni del libro ni del artículo. Necesito tiempo para ello. Ya te diré algo
    Un abrazo
    Laureano

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  8. No lo podias decir más claro. No es sencillo conocerse a uno mismo y quizás es por falta de reflexión antes de actuar. De todas maneras conforme pasan los años creo q somos menos influenciables o por lo menos lo tratamos. Muchas veces no es el deseo de experimentar cosas nuevas sino el hecho de decir a los congeneres que las has experimentado lo que lleva a actuar de una determinada manera. Por lo menos hay mucha gente así. Por otra parte hay que procurar no caer en la rutina para no tener que estar siempre buscando nuevas experiencias. El tema da mucho de sí...Buenas noches.

    Magda Sellarés

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  9. Muy bien tu artículo, casi puede entenderse como una continuación del último que publicaste. Allí hablabas de los otros, de los amigos, íntimos y no tan íntimos y en esta ocasión hablas de concerse a uno mismo. En el de hoy quizás haya más referencias filosóficas que en el anterior, al menos explícitas. Yo siempre he considerado que conocerse a uno mismo es lo más difícil que hay y, de hecho, creo que estamos, a veces, más capacitados para conocer a los otros que no conocerse a uno mismo; quizás porque no queremos saber nada de nuestros defectos y/o incapacidades, no lo sé, pero muy poca gente llega a conocerse así mismo. Al ritmo que publicas pronto vas a tener que lanzar otro libro, enhorabuena.

    Buenos días.

    Ramon

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  10. En mi modesta opinión, te has metido en un “ fregao “ que tendrás que seguir investigando y te dará para un par de artículos más, por lo menos.
    Abrazos
    Carmen

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  11. Muy interesante el formato. Así, además de tu artículo puedo leer el formato entero.
    Yendo al artículo, me ha parecido muy en tu línea. Pero quiero destacar sobre todo el tercer párrafo y el final. Como ya es proverbial citar, se pueden decir las cosas más altas, pero no más claras.
    Un abrazo.
    Jaime

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  12. Hola Juan Antonio,
    Al final del artículo mencionas “la importancia de mirar hacia dentro antes de tomar cualquier decisión” como punto de partida para "comprender el mundo".
    Leí hace poco que el existencialismo tal como deseaba Sartre que fuese entendido, es una filosofía sobre la libertad que conmina a asumir la responsabilidad de nuestras decisiones. Sobre esta base, entonces sumaría a la importancia de mirar hacia dentro de uno mismo, la de asumir la responsabilidad de la decisión tomada para no solamente comprender, también para saber estar en el mundo.
    Un abrazo,
    Miguel Ángel

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  13. Está muy bien.Y creo que podrías firmar tus artículos como "El pensador".

    Pepe

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  14. ¡Hola!, Juan Antonio. Como siempre presentas un artículo bien estructurado e impecable, pero como dices en tu primera frase "Las ideas que son muy complicadas de trasmitir son difíciles que puedan llegar al público de manera sencilla". Para mí, sin duda es este caso, pues esta exposición no la acabo de asimilar bien, ya que la jerarquia del placer por encima del deseo conceptualmente no la encuentro lógica; quizás sea una cuestión semántica, porque considero que sin deseo no puede haber placer en ninguna actividad y entiendo que los deseos forman parte inseparable de las personas que se construyen permanentemente y dan sentido a la vida, porque se basan en hechos o conceptos previamenre adquiridos en el pasado y se elaboran unas construcciones mentales que se proyectan hacia el fúturo, que parecen ser una de las habilidades humanas que nos distingue de las otras especies, por lo que considero que para poder sentir placer este nace de un deseo previo.
    Un cordial saludo.
    Jordi

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  15. "CONÓCETE A TI MISMO" tarea complicadísima. Morimos sin conocernos bien, cosa muy triste, por otra parte. Actualmente (a veces por las circunstancias, que te llevan a la falta de tiempo para pensar y reflexionar), estamos más preocupados por el cómo es, comportamiento y vida de los demás, que por la nuestra propia. No obstante, esta situación no es negativa del todo, pues en muchas de las reacciones de los otros, uno se ve reflejado y eso contribuye en cierta medida al conocimiento propio.

    Es mi humilde opinión.

    Un abrazo

    Magda D.

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