viernes, 17 de febrero de 2023

Aclarando la consciencia (2ª parte)

 

La prestigiosa publicación Science realizó en 2005 una clasificación de las 100 preguntas más trascendentales para la humanidad a las que la ciencia aún no había logrado dar una respuesta plausible. La primera era ¿De qué está constituido el universo? y la segunda ¿Cuál es el fundamento biológico de la consciencia? Casi veinte años después, seguimos sin tener respuesta a ambas preguntas. Respecto al universo, llevamos milenios preguntándonos por su esencia y aunque se han realizado algunos avances, continuamos desconociendo qué es la materia y la energía oscura, así como el concepto de espacio vacío. No se sabe nada. Y en relación a la segunda cuestión, tampoco se conoce qué es la consciencia. De hecho, los psicólogos, neurobiólogos e incluso físicos que investigan sobre ella, continúan sin conocer dónde está ubicada esa función tan específicamente humana. A este respecto, comprendemos lo que es la inteligencia e intuimos cómo ejecuta el cerebro determinadas funciones cómo escribir, hacer cálculos y qué áreas regulan todo eso. Pero…, de la consciencia, ese conocimiento intrínseco de que existimos, poseemos un pasado, disfrutamos de un presente y abrigamos la esperanza de un futuro, que conocemos que vamos a morir y nos permitimos creer en cosas que no existen etc., de todos esos procesos mentales tan excepcionalmente humanos, de momento, no tenemos ni idea del lugar en el que se elaboran y realizan.

 

La Mañana 17.02.2023

En relación con esto, siempre se ha considerado que la consciencia reside en el cerebro. Sin embargo, algunas recientes investigaciones sospechan que probablemente no toda la consciencia habita y se genera en el cerebro. Sino que algunos órganos como el corazón que tiene 40.000 neuronas y que posee un campo electromecánico cinco mil veces más potente que el del cerebro, podría albergar parte de esa intangible facultad psíquica. Además, de la misma manera que hoy día se acepta la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner, como un modelo de pensamiento que plantea la existencia de un conjunto de capacidades y habilidades que pueden ser desarrolladas por las personas en función de factores biológicos, personales y sociales, se habla también de la consciencia compartida, de la consciencia universal. De hecho, la universidad de Princeton, EEUU, lidera desde 1998 el Proyecto Consciencia Global, utilizando 60 sensores repartidos por todo el mundo, capaces de captar la actividad cerebral global y establecer la relación entre consciencia colectiva y realidad física mediante una red informática. Es decir, dicho estudio sugiere que la consciencia no es solo cosa del cerebro de cada individuo, sino que posiblemente ni siquiera se circunscriba al ámbito de nuestro cuerpo. Si bien todo es muy sutil y las referencias a la consciencia global son tan solo una metáfora; o sea, solamente una expresión para un potencial hecho cuyos alcances y correlaciones siguen siendo misteriosos.

 

Realmente, la consciencia es lo que nos hace humanos, lo que más nos distingue como especie del resto de los seres vivos. Es nuestra característica fundamental, ya que las demás carecen de ella, si bien sigue existiendo una polémica bastante considerable sobre si algunos animales, como el chimpancé, con el que compartimos el 98,7% del ADN, podría tener consciencia; pero, la mayoría de los investigadores indican que no. En este sentido, apuntan como arquetipo y representación que el “ordenador” que configura el cerebro de un simio u otro animal similar, es como si no tuviera en su software los atributos de la consciencia. Es decir, dichos animales alcanzan a tener actividades mentales, logran aprender determinadas habilidades, consiguen resolver problemas, se les puede enseñar a apretar una palanca para comer y lo asimilan; pero eso no es consciencia. En este sentido, el gorila, que es el familiar más próximo al ser humano y que sabe servirse de utensilios como nosotros, no recuerda, por ejemplo, lo bien que se lo pasaba tal día como hoy cuando era un bebé; ya que no tiene consciencia del pasado ni del futuro. Por eso no hay que confundir inteligencia, mente y/o actividad mental con consciencia. Son cosas diferentes. La consciencia es el conocimiento sobre la propia existencia; pero, como nos dicen los científicos e investigadores, es algo que difícilmente puede ser estudiado porque no forma parte de la actividad mental. Cuántos de nosotros, cuando éramos niños o adolescentes o tal vez hace pocos años, hemos visto una película de Superman y al acostarnos, antes de dormirnos, nos hemos imaginado alguna aventura emulando al superhéroe. Eso es una actividad única y exclusiva de la consciencia, no es la mente, no es la inteligencia, no es una habilidad la que la produce, sino el sentimiento que hemos experimentado al ver la película y que luego lo reproducimos y protagonizamos nosotros mismos. Otro ejemplo que suele ponerse para intentar comprenderla es que un ordenador puede jugar contra el campeón del mundo de ajedrez y ganarle, como de hecho ya ha ocurrido. Pero, los sentimientos y emociones sentidas por el jugador humano durante la partida; es decir, su consciencia, que no hay que confundir con su capacidad cognitiva y habilidades para intentar realizar una determinada jugada, el ordenador no puede experimentarlas porque no las posee. Y es que, ni siquiera los ordenadores cuánticos la tienen ni pueden conseguirla, porque sus algoritmos no son capaces de reproducir una actividad tan íntima y profunda como son los sentimientos y la imaginación que poseemos los miembros de nuestra especie.

 

En conclusión, sobre la consciencia no se sabe prácticamente casi nada, sigue siendo uno de los problemas más intrigantes de la ciencia contemporánea. No existe, por el momento, un acuerdo sobre la definición ni el concepto de consciencia, aunque, tal vez, algún no lejano día seamos capaces de conocer qué es y el material del que están hechos los sueños.

 

(Continuará)

 

21 comentarios:

  1. Hola!
    He leído atentamente tu artículo y me parece muy complicado. No sé que comentario hacerte.Perdona.
    Abrazos.
    Pilar

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  2. ¡Hola! Juan Antonio:
    Después de leer tu intenso y denso artículo, creo que, antes de dar una opinión, prefiero esperar a leer la tercera parte y a ver si acabo de aclararme; porque, si los que tienen más conocimiento, no saben el que….¡imagina!

    Un abrazo
    Magda D.

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  3. Buena reflexión .Pero, ¿sabes qué? Yo creo en la memoria colectiva y la idea de que el corazón es el responsable de muchos sentimientos .Por otro lado , todos esos artículos que están tan de moda sobre que no morimos ….. pues ahí está .
    Buenas noches

    Carmen

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  4. Muy interesante. Me ha gustado.

    Antonio

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  5. He disfrutado de su lectura y entiendo que emprendas la tercera; oye "no hay dos sin tres"
    Muy buenas reflexiones. Tienes mucha información y piensas.

    Pepe

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  6. Muy bien, Juan Antonio, en mi modesta opinión, quizás porque yo en eso soy un ignorante, creo que son, sino los mejores artículos que has escrito si, sin ningún género de dudas, de los mejores. También ese segundo de la serie voy a guardarlo y haré lo mismo con el tercero que ya has anunciado.

    Buenas tardes y feliz fin de semana,

    Ramón

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  7. Muy interesante artículo, tengo consciencia de que aún me queda mucho que aprender y que lo poco que sé, poco a poco, se va transformando en algo que me permite seguir aprendiendo.
    Gracias por tu análisis y espero leer tu tercer artículo.
    Buen día y mejor domingo, saludos para ti y Rosa

    Paco

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  8. ¿Qué tal Juan Antonio?,
    Una vez más gracias por estas reflexiones tan delicadas, cada vez resulta más difícil hacer cualquier tipo de comentario. Solo puedo añadir esta pequeña reflexión o desiderata, según se mire, y es que este conocimiento intrínseco de la propia existencia, tal como has definido en tu artículo la consciencia, podría llevar implícitos otros conocimientos y certezas: la finitud de la propia vida, la tarea única que corresponde a cada individuo y la oportunidad única de realizarla de que dispone en esta, su vida finita. Todo ello para tratar de dotar de sentido responsable a una existencia "consciente".
    En plan filosófico, como plantea Unamuno: salir de la niebla y vivir, vivir, vivir.

    Un abrazo,
    Miguel Ángel

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  9. ¡Hola! Juan Antonio.
    La continuación del tema de tu artículo sigue siendo tan interesante como la primera. Seguro que la tercera parte también aportará información ampliada de tu estudio para aclarar la consciencia y que, al menos yo, mucho de lo que explicas desconocía.

    Admiro mucho tu trabajo de investigación y divulgación de los temas sobre los que escribes, me alegro que te los publiquen y que tengan difusión.

    Un abrazo .
    Anna

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  10. Juan Antonio
    Maria Elena ha marxat una estona amb Tere al Carnaval, Anna mira la tv amb son pare i jo he trobat una estona per llegir la 2a part del teu article sobre la consciència. I l'he llegit dues vegades com de costum, tot i així em costa arribar a treure conclusions perquè el meu cap limitat no dóna per tants conceptes en unes quantes lìnies. M'ha cridat l'atenció l'afirmació que fas sobre la consciència del gorila, ... no recorda el que li va passar tal dia com avui fa un temps....dius, ho podem afirmar? O el problema rau en què no entenem el seu llenguatge? Mira que si els humans som tan superbs que pensem que només el nostre sistema de signes lingüístics és comunicació?
    Gràcies per compartir les teves reflexions
    Salut i una abraçada

    Mati

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  11. ¡Hola! Juan Antonio, leído tu artículo sobre el Universo y Consciencia, sí, alguna vez he pensado sobre el tema, pero sin profundizar, con las explicaciones de conferencias, escritos y algún video, para mi capacidad intelectual (que es muy pobre) ya bastaba. Sobre la palabra consciencia la atribuía a manera, de Pepito Grillo. No te rías, a los sentimientos personales que cada individuo tiene sobre el bien y el mal y que puede hacer.

    Encarna

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  12. Acabo de leer tu artículo sobre la consciencia .
    Estupendo!!. Estoy deseando que publiques el tercero.

    Rosa Acebal

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  13. Buenas noches, Antonio. El artículo muy bien...como todo lo que escribes...
    Pero la foto tuya me ha traído muchos recuerdos.

    Susana

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  14. Es un tema fascinante, ojalá poder estar cuando se llegue a entender más sobre la consciencia y el verdadero funcionamiento del cerebro. El cuerpo es una máquina muy compleja!

    Alba

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  15. Bon dia Juan Antonio, se me acumulan las lecturas y relecturas, tan necesarias para alcanzar una comprensión aceptable sobre el tema de la consciencia.

    Consol

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  16. Como el anterior, magnífico artículo. Y muy difícil. Quedo a la espera del tercero.
    La verdad es que si te has atrevido con esto, puedes ocupar tu escritura con lo que quieras.
    Un abrazo.
    Jaime

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  17. Holaaa! M'he llegit l'article i l'he trobat didàctic i aclaridor sobre els conceptes. Molt interessat la relació consciència -cor. Endavant amb el tercer!!

    Joana

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  18. Buenas tardes Juan Antonio: finalizas el artículo con este texto subrayado: “No existe, por el momento, un acuerdo sobre la definición ni el concepto de consciencia, aunque, tal vez, algún no lejano día seamos capaces de conocer qué es y el material del que están hechos los sueños”. Ya te he comentado en algún momento que todo esto me supera por lo que difícilmente puedo darte mi opinión. Lo que si te he comentado varias veces es que el primer beneficiado eres tú en esta etapa de tu jubilación que esto te beneficia porque te estimula a dedicar tu tiempo a la investigación frente a muchos jubilados que la mejor opción que se les ofrece es la cafetería. Así que ánimo y adelante
    Un abrazo
    Laureano

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  19. ¡Hola! Juan Antonio, Se puede deducir que dentro de tus múltiples inquietudes adquiere una relevancia especial el funcionamiento de la mente y los interrogantes que plantea el conocimiento de la consciencia de un modo empírico, ya que la ciencia aún no ha podido desentrañar los mecanismos genéticos o evolutivos que aparentemente diferencian el "homo sapiens" del resto de especies vivas que pueblan el planeta tierra.
    Así tus reflexiones aportaciones y conjeturas que desarrollas en esta serie abierta aún de artículos sobre dicha temática, me merecen el mayor respeto, sin que pueda disentir o aportar puntos de vista complementarios, al carecer de los conocimientos suficientes para ello.
    Un saludo cordial.
    Jordi

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  20. Buenas noches Juan Antonio.
    No lo había leído, he tenido un fin de semana un poco ajetreado.
    Si, claro que me ha gustado, el primero que tenía que diferenciar Consciencia y Conciencia lo tuve algo más difícil que está segunda parte en que pones varios ejemplos, como los chimpancés y gorilas, o los ordenadores que pueden ganar a un campeón de ajedrez pero no son conscientes de haberlo hecho y disfrutarlo.
    Te doy mi enhorabuena por este magnífico trabajo, te pido perdón por el retraso en mi respuesta, y quedó a la espera de la tercera entrega de tú trabajo.
    Un abrazo y muy buenas noches !

    Pili

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  21. Buenos días, he leído el artículo, empezando lo que más me ha gustado es esta frase "las100 preguntas más trascendentales para la humanidad a las que la ciencia aún no había logrado dar una respuesta plausible" y la última "sobre la consciencia no se sabe prácticamente casi nada, sigue siendo uno de los problemas más intrigantes de la ciencia contemporánea. No existe, por el momento, un acuerdo sobre la definición ni el concepto de consciencia, aunque, tal vez, algún no lejano día seamos capaces de conocer qué es y el material del que están hechos los sueños". También cuando nombras a Howard Gardner y su equipo que han identificado ocho tipos distintos de inteligencia: lingüístico-verbal, lógico-matemática, viso-espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista.
    En concreto, un artículo y unas reflexiones, magníficas.

    Alberto

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Gracias por tus comentarios.